El éxito de un emprendedor es complejo ya que el éxito no es la suma de una decisión concreta sino fruto de distintos pasos dados en la misma dirección. ¿Qué hacer para emprender con éxito teniendo en cuenta que nunca existe una garantía absoluta de triunfo?
Tener una actitud flexible
Ser emprendedor y tener las ideas muy claras no es incompatible con tener una actitud de flexibilidad para poder integrar en el modelo de negocio factores que habían pasado desapercibidos en un primer momento. La inspiración que puede partir de la observación de otros proyectos, también puede ser muy valiosa para tomar nuevas ideas que pueden quedar incorporadas a dicho proyecto.
Optimismo realista
El optimismo solo tiene valor cuando tiene sus raíces en la realidad del aquí y el ahora. La evolución de una empresa solo es posible cuando tiene su base en la descripción objetiva de cuál es el punto de partida de un proyecto. Solo conociendo los recursos presentes es posible hacer un buen uso para poder maximizar el potencial.
Potenciar las competencias de los trabajadores
El potencial humano es un valor muy importante en el éxito de una empresa. Por ello, es positivo entender que cada trabajador forma parte del proceso de éxito empresarial. Pero para ello, es preciso potenciar el talento de cada trabajador valorando cuáles son sus competencias y qué puesto de empleo puede desempeñar mejor.
Asumir la incertidumbre
Quien busca la seguridad absoluta antes de dar el salto de emprender, se queda encerrado en la imposibilidad puesto que ser emprendedor, implica convivir con la incertidumbre buscando el mayor apoyo posible en las certezas.
El valor de la formación
El emprendedor se siente más fuerte y preparado para hacer frente a la incertidumbre cuando la formación profesional específica le permite adquirir conocimientos valiosos para la gestión de una empresa.