La edad sí importa para emprender


El currículum de una persona que acaba de salir de la universidad puede parecer muy complejo, sin embargo, a esa persona todavía le queda un largo camino por recorrer y por aprender, de la experiencia práctica, que es la más importante. La edad que tristemente puede ser tan castigada en el mercado laboral actual, como muestra el caso de los desempleados de 50 años, es una suma de talento y sabiduría que es símbolo de madurez profesional. Por tanto, la edad también suma experiencia para emprender.

Qué aporta la edad

La edad aporta una visión más realista de la realidad que la que tiene una persona joven que tiene tantos sueños por cumplir y las ganas de tragarse el mundo. Una persona joven mira al futuro, sin embargo, una persona madura mira al mañana pero también, al ayer. Esta visión más global busca un equilibrio para no repetir en el futuro, aquellos errores del pasado.

La edad también aporta un mayor grado de conocimiento y de comprensión de uno mismo. Este autoconocimiento es fundamental para emprender un negocio y hacer frente a la exigencia que eso supone. Una persona madura es más estable a nivel emocional lo que le ayuda a canalizar su energía en el proyecto.

Muchos emprendedores a partir de los 40 o 50 años han madurado durante mucho tiempo una idea en su interior hasta que finalmente, han dado el salto cuando se han sentido seguros y preparados para llevarla a cabo y asumir el riesgo.

La edad te ayuda a tener menos miedos y te hace más fuerte que cuando tienes veinte años gracias a la superación personal.

La edad es suma de talento

La edad siempre es suma de talento, de hecho, la edad se valora de forma especial en algunas profesiones. Por ejemplo, en el área del coaching que hoy día triunfa tanto en las empresas, la edad también suma un valor añadido.

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