¿Qué diferencia a un emprendedor de un soñador?


Un emprendedor es una persona soñadora, es decir, tiene ideas buenas y metas de futuro, sin embargo, un soñador no siempre es un emprendedor. Existen muchas personas que pasan gran parte de su tiempo soñando en vez de viviendo de verdad.

Rasgos de un soñador

Un soñador es aquel que se evade de su propia realidad a través del plano mental, imaginando situaciones y proyectos ideales que se convierten en un refugio para poner otro color a la realidad cotidiana. El soñador es esa persona que tiene un gran mundo interior y pasa gran parte de su tiempo inmerso en ese mundo interno y alejado de la realidad. El soñador no tiene los pies en el suelo hasta el punto de que puede imaginar imposibles.

Rasgos de un emprendedor

A diferencia de un soñador, el emprendedor es aquel que acota su idea a la realidad siendo consciente del proceso que existe detrás de un plan de acción. El soñador sueña pero el emprendedor busca los medios para materializar esa idea. Por ejemplo, búsqueda de financiación, lugar en el que abrir el negocio, creación de una marca personal…

Cuando un soñador comparte sus ideas con personas realistas se sienten incomprendido por los demás que no son capaces de contemplar la belleza de sus sueños. En cambio, aquel que tiene madera de emprendedor es quien consigue convencer a otras personas de que su proyecto es interesante y valioso.

El soñador no quiere arriesgar su propia comodidad por montar un negocio, en cambio, el emprendedor es aquel que arriesga para materializar su idea. Un emprendedor es una persona muy trabajadora que tiene clara cuál es su meta. En cambio, el soñador tiene un deseo que no ha acotado de acuerdo a objetivos medibles, cuantificables y realistas.

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