Cualquier proyecto empresarial tiene una causa en concreto, es decir, una razón de ser. De hecho, crear un negocio implica una reflexión y un balance que implica tiempo. Es decir, se trata de una labor consciente que está cargada de responsabilidad. Pues bien, en última instancia, una empresa tiene su razón de ser en la carencia, es decir, en la necesidad.
Por tanto, una empresa se centra en determinado ámbito para satisfacer las necesidades del cliente. Algunas empresas cometen el gran error de tratar a un cliente como si fuese un problema, sin embargo, un negocio no tiene ningún sentido sin clientes que depositan su confianza en el producto que se oferta. Un cliente se dirige a comprar un producto cuando lo necesita.
SEGUIR LEYENDO «¿Por qué nace una empresa?»