1. Precipicio de cristal: asumir un puesto de responsabilidad en un momento crítico

Las mujeres experimentan grandes barreras para acceder a los puestos de máxima responsabilidad en las compañías. Sin embargo, existe un fenómeno en el que conviene poner atención: el precipicio de cristal que incrementa el riesgo de caída o fracaso. Hace referencia a una situación concreta: desde este planteamiento, las mujeres tienen más posibilidades de acceder a un puesto de responsabilidad cuando la entidad atraviesa un periodo de crisis o hace frente a factores adversos. De este modo, la mujer asume dicho reto en un contexto que es poco propicio para alcanzar el éxito.

2. Suelo pegajoso: la dificultad para avanzar más allá de la base

Existe otro término que resulta muy visual para describir los límites y obstáculos que experimentan las mujeres en el ámbito empresarial: el suelo pegajoso describe lo difícil que es avanzar más allá de los puestos que se encuentran en la base para ascender a otras responsabilidades. De este modo, más allá del propósito que implica mejorar las opciones laborales, no es fácil superar la barrera de ese suelo pegajoso que enmarca tantos puestos que se desarrollan en condiciones precarias.

3. Edadismo en mujeres mayores de 50 años

El edadismo también afecta a los hombres, pero incide de forma especial en las mujeres. El término engloba aquellas etiquetas y estereotipos que dan lugar a una visión reduccionista del talento en función de la edad. Desde esta perspectiva, a pesar de que la jubilación se produce a una avanzada edad, muchas mujeres de 50 años tienen la sensación de que ya es tarde para lograr algunos de los objetivos de crecimiento que se han marcado.

4. Las mujeres y los cuidados familiares

La labor del cuidado se extiende más allá de la maternidad. Muchas mujeres asumen tareas relacionadas con la protección y el cuidado de un ser querido. Por ejemplo, se ocupan de atender a sus padres cuando requieren de un mayor nivel de atención en el proceso de envejecimiento. También es posible atender otro tipo de dependencias.

5. Techo de cristal: cómo afecta a las mujeres en la empresa

Las dificultades para ascender en el ámbito laboral quedan especialmente descritas a través de un término que está muy integrado en el lenguaje cotidiano: el techo de cristal. Dicho techo establece una barrera que se presenta como un obstáculo evidente para ellas, sin embargo, tiene una complejidad añadida: es invisible.

6. El síndrome del impositor en las mujeres

Existen obstáculos de diferente tipo. El síndrome del impostor tiene una naturaleza distinta a los ejemplos mencionados en la lista previa. Produce un impacto psicológico y emocional en quien teme no estar a la altura de aquello que se espera de su talento. Cualquier posible error se convierte en motivo de angustia no solo por aquello que puede significar en sí mismo, sino también por sus consecuencias.

7. Maternidad: cuando se convierte en un límite para el crecimiento profesional

A pesar de que el plano personal y profesional en la vida de una persona son diferentes, están interconectados como muestra la importancia de la conciliación de los horarios. Pues bien, la maternidad es uno de los acontecimientos vitales que forma parte de la lista de obstáculos que experimentan las mujeres cuando quieren seguir creciendo en el ámbito laboral.

¿Qué otros obstáculos crees que merecen atención en la sociedad actual?