Lo primero y más importante es analizar tus capacidades, hacer autocrítica y reconocer tus competencias. A partir de entonces podrás elegir el sector y el país que mejor se adapte a tu experiencia y formación. Este primer paso es clave para luego buscar los países que están creando empleo y valorar el conocimiento del idioma. Seguramente si solamente dominas el español, Latinoamérica es sin duda el mejor destino. Perú y Panamá son dos zonas poco conocidas por su nivel de pobreza pero en las capitales existen muchas posibilidades de empleabilidad y muchas multinacionales tienen presencia activa en ellas.

Empieza realizando una búsqueda por puestos y territorios. Una vez tengas las ideas claras y el currículo actualizado, busca puestos más demandados según tu perfil. Lo recomendable es comenzar por las empresas españolas con presencia en el extranjero. Si el objetivo laboral se dirige a Europa, como por ejemplo Alemania, Italia, Francia y Reino Unido son los destinos con más posibilidades de colocación.

El país germano es el mejor para trabajadores cualificados, licenciados y especializados en matemáticas, informática, ciencias naturales y con formación técnica. En el país galo necesitan profesionales para los sectores de salud y producción. Si lo tuyo es el diseño o la moda, en Italia encontrarás un mundo lleno de posibilidades. Y Reino Unido sigue siendo un destino tradicional para enfermeros y médicos españoles.

Toda empresa que quiera seguir funcionando a largo plazo tiene que poner miras fuera de sus fronteras, o lo que es lo mismo, internacionalizar su negocio. Es una tendencia cultural fundamental y cada vez más necesaria parar las empresas que busquen una proyección internacional. Sin embargo, desde hace pocos años, algunos países africanos ya ofrecen oportunidades de negocio que muchas pymes están desaprovechando.

La salida al exterior es fundamental para que un pequeño negocio sobreviva en el contexto económico donde las fronteras ya no existen, los mercados están prácticamente todos abiertos y la globalización obliga a extender los negocios por todo el globo. Por otro lado, internacionalizarse es una manera de salir de la crisis, pues supone diversificar.

En los tiempos que corren, cualquier empresa, da igual lo que produzca o el servicio que ofrezca, tiene que diversificar territorio. Antes la salida al exterior se había visto como el coto privado de las grandes multinacionales, pero eso ya no es así. En ocasiones no son necesarias grandes inversiones para lanzarse a otros merados, basta con cocer la situación del sector en ese país y conocer el idioma. No es necesario mucho más, pero siempre es bueno realizar un análisis de mercado más en profundidad.

Las pequeñas y medianas empresas no tienen que autolimitarse, también pueden aventurarse y explorar mercados. Existen asesorías legales o consultorías que seguro te podrán ayudar a entrar en el país destino. La mayor barrera de entrada en África, al margen de la distancia con el país, es el desconocimiento del mercado o las condiciones legales.

Por otro lado, están también existen las llamadas junglas burocráticas, la falta de transparencia en casos como Marruecos o algunos problemas de logística. Nada que no pueda superarse con paciencia, tiempo y dedicación. Pon tu empresa rumbo a África y tu producto llegará con ventajas antes de que el mercado en esos países menos desarrollados explote definitivamente.