– Falta de fondos: es muy común que los negocios tarden un tiempo en ser rentables, ya que primero hay que darse a conocer y poco a poco recuperar la inversión realizada hasta poder comenzar a disfrutar de beneficios. Esta fase es muy dura ya que hay que seguir invirtiendo y muchas empresas no tienen economía suficiente como para superar esa fase aún sabiendo que va por buen camino y el negocio será un éxito.

– Actitud poco realista: está claro que hay que ser positivos para poder sacar adelante un negocio que está comenzando, pero tampoco hay que serlo en exceso. Pensar que se podrá ganar mucho más dinero y reducir los gastos al mínimo es un error muy frecuente que pasa factura. Hay que tener la mente fría para saber analizar lo que puede dar de sí la empresa.

– Administración errónea: con esto me refiero a que no estés gestionando la empresa de forma adecuada o que no tengas experiencia, por mucho que la idea sea buena y trabajes mil horas para sacarla adelante. Pide ayuda a un profesional para que le ponga remedio o terminará en fracaso seguro.

– Pobre ambiente económico: la estrategia de colocación es muy importante y hay que analizar muchísimo en dónde se va a ubicar la empresa en función de las necesidades. Como ejemplo, una tienda puede tener muchísimo éxito si la pones en la Calle A pero ser un fracaso si la pones en la Calle B ya que el público objetivo de cada una de las zonas es totalmente diferente.