El repaso de hecho, debe de realizarse a partir de los esquemas que tú mismo has confeccionado. En ocasiones, existe la tentación de pedir prestados los apuntes a otra persona. Esta idea no es mala como punto de apoyo, sin embargo, a la hora de estudiar, es mucho mejor que tú mismo puedas trabajar tus propios textos porque son tuyos, te sientes más familiarizado con ellos, por tanto, te será más fácil recordarlos.

En una oposición se necesita un silencio absoluto para estudiar y nada de distracciones. Por ello, si vives solo puedes estudiar en casa pero si vives con tu familia, entonces, anímate a buscar una biblioteca en la que te sientas tranquilo. Puedes apuntarte también a una academia para prepararte con el asesoramiento de profesionales. Ellos te podrán informar sobre las preguntas más habituales en una oposición, sobre el tipo de examen, y sobre el tiempo de duración.

Apaga el teléfono móvil mientras estás estudiando. Deja los contenidos más difíciles para estudiar a la mañana cuando todavía tienes mucha energía. Busca información en internet sobre oposiciones. Toda información puede ser útil. Si un día tienes muy malo y te das cuenta de que te resulta imposible estudiar, entonces, tómatelo libre. Resulta más efectivo que culparte por no poder aprovechar el momento. Mañana será otro día mejor.