Las dificultades de ser autónomo


Cada situación laboral tiene sus ventajas y también sus inconvenientes. En medio de ese eslogan tan estimulante que puede ser para muchas personas la idea de “ser tu propio jefe”, existe una realidad que no es tan idílica en el proceso de ser autónomo. Ser consciente de esa realidad, te ayudará a tener más información realista antes de iniciar un camino laboral.

En primer lugar, los autónomos, muchas veces, se enfrentan a la soledad de trabajar sin una sensación de pertenencia a un entorno. Aunque existen asociaciones de empresarios, existe poco espíritu asociacionista en este sentido. Por otro lado, los autónomos trabajan tantas horas por necesidad de ganar algo más de dinero, que dicho horario laboral es incompatible con tiempo de formación. Por ello, cuando una persona quiere seguir estudiando y haciendo cursos, renuncia a su tiempo de trabajo en beneficio del conocimiento.

Los autónomos no están tan valorados a nivel social como deberían, precisamente, porque el colectivo de los autónomos es muy amplio. Además, aunque siempre se habla de la flexibilidad de horarios que tiene un autónomo, la realidad es que todo aquel que ejerce como su propio jefe trabaja más que nadie, se enfrenta a jornadas interminables, por ello, la conciliación laboral también es más difícil de llevar a cabo. Y lo que es peor, el trabajador se lleva los problemas y las preocupaciones a casa, es más difícil desconectar y mantener una distancia entre el espacio personal y el laboral.

La desorientación es uno de los mayores problemas a los que se enfrenta un autónomo en su etapa inicial. Otra dificultad añadida es la de conseguir financiación para llevar a cabo tu proyecto. Para finalizar, dadas las ventajas, muchas personas prefieren ser trabajadoras por cuenta ajena antes que autónomas. Sin duda, el camino no es fácil, sin embargo, ningún proyecto resulta ideal.

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