La experiencia de empleado determina el vínculo con la empresa

Y dicha valoración influye en las decisiones que toma en su carrera laboral. ¿Prefiere permanecer en la empresa o tiene la expectativa de seguir buscando nuevas oportunidades en otro lugar? La respuesta final a estas y otras cuestiones depende, en gran medida, de la experiencia de empleado.

Actualmente, las empresas son conscientes de que una estrategia de éxito no solo pone en valor la atención al cliente, sino también a los miembros del equipo. Por ello, la experiencia del empleado ocupa un lugar relevante en el departamento de recursos humanos. Ten en cuenta que la visión de una persona particular trasciende más allá de su realidad individual.

Cómo influye la experiencia de empleado en la imagen de la empresa

Ese empleado comparte comentarios y opiniones sobre la empresa con su entorno más cercano. Por ello, puede actuar como un embajador que muestra la mejor versión de la compañía o, por el contrario, transmitir su insatisfacción a quienes se encuentran a su alrededor.

Existen muchos factores que influyen en la percepción final. Un grado de satisfacción alto muestra que la realidad profesional del trabajador está alineada con sus propias expectativas personales. Pero el punto de vista individual no depende únicamente de las condiciones del puesto. El clima laboral, el tipo de liderazgo, las opciones de crecimiento en la empresa y el salario emocional son otros factores que intervienen en el proceso.

Conseguir un ambiente de trabajo favorable es indispensable para garantizar la productividad y el buen funcionamiento de una empresa, y los encargados de los Recursos Humanos recurren a técnicas y estrategias para que esto sea así.

Algunos de los ingredientes que no pueden faltar para que una empresa funcione y donde sus trabajadores se sientan a gusto son los siguientes.

Respeto y tolerancia

Estos dos valores no pueden faltar en cualquier ámbito (ya que son valores imprescindibles), y en el laboral son de vital importancia. Cualquier empresa está formada por personas con cualidades y personalidades diferentes, y todas aportan algo distinto y único a la empresa. Por ese motivo, para asegurar un clima de trabajo positivo y adecuado es preciso que el respeto y la tolerancia entre compañer@s y entre trabajadores y superiores estén garantizados. Recordatorio: no compartir los gustos e ideas con alguien es normal; respetarlos es fundamental.
 

Reconocimiento y críticas constructivas

¿A quién no le gusta que se le reconozca lo que hace bien? Desde edades tempranas se busca la aprobación de los padres, maestros y amigos. Más adelante, en la vida adulta, no hay que olvidar que obtener el reconocimiento de los que nos rodean sigue siendo de gran importancia para el desarrollo personal. En este caso, para lograr un buen desarrollo laboral y conseguir que los trabajadores se sientan realizados con su trabajo, tiene que haber un equilibrio entre el reconocimiento otorgado por aquello que se hace bien y las críticas recibidas por aquello que es mejorable. Eso sí, siempre hay que intentar que las críticas sean constructivas y evitar que se entiendan como un ataque unilateral.
  

Resolución de conflictos

En toda empresa se pueden crear pequeños conflictos que, aunque al principio puedan parecer insignificantes, pueden terminar en enfrentamientos desagradables. Ya sea porque alguien ha entregado un proyecto en común fuera de tiempo o porque tu compañer@ ha cogido vacaciones sin consultarlo contigo primero, siempre que haya un aspecto que no agrade y que se interpone entre dos personas, es importante hablarlo lo antes posible para aclarar la situación y evitar un problema mayor en el futuro. Las cosas claras y el chocolate espeso.

Trabajo en equipo

Para tener éxito en equipo se debe trabajar como tal. Ejemplo de ello se puede ver en los equipos de fútbol donde trabajando 11 consiguen los puntos del partido. Las casas de apuestas analizan cada equipo que trabaja en conjunto para presentar las posibilidades del ganador. Y es que para ganar, o se trabaja en equipo, o no se consigue nada. Volviendo al primer punto sobre respeto y tolerancia, es posible que al trabajar en equipo haya cosas que no te gusten o convenzan del todo. Pero seguro que te aportan nuevas visiones y puntos de vista que tal vez no te habías planteado hasta el momento, y es que trabajando solo tal vez se llegue antes, pero trabajando en equipo se llega más lejos.

Posibilidad de crecer 

Este aspecto está también relacionado con el reconocimiento mencionado anteriormente. A cualquier persona le gusta tener objetivos, marcarse metas y ver que tiene posibilidades de desarrollarse, tanto a nivel personal como laboral. Por eso, para que l@s emplead@s mantengan la motivación y no decaigan en la rutina ni se vean con falta de ganas, o intenten buscar otro trabajo mejor, hay que mantenerles formad@s constantemente y en continuo crecimiento. Hoy en día, de hecho, es muy sencillo y hay mil opciones de ofrecer formación continua al personal, ya sea con workshops, cursos en línea o seminarios en la empresa, lo importante es que sigan aprendiendo para el bien personal y el de la empresa. 

Transparencia y comunicación clara

Una buena comunicación es la base de prácticamente cualquier relación, y la laboral no iba a ser menos. Las personas que ocupan cargos altos en una empresa tienen que mantener el contacto con sus emplead@s y además comunicar sus objetivos y cualquier cambio de manera clara y transparente. Cuando se entiende por qué se dan determinados cambios en la empresa o por qué se toman ciertas decisiones, es mucho más fácil seguir confiando en tus superiores.

Salidas fuera del trabajo

Se ha demostrado que organizar quedadas con los compañeros fuera del horario y lugar de trabajo mejora las relaciones interpersonales. Tanto para superiores, como para compañer@s, es un buen momento para conocerse un poco más y hablar de algo más que no sea el trabajo. Además, al ser una situación donde no hay estrés o fechas límites, se puede conversar de manera más profunda y tal vez descubrir cosas de tus compañer@s que te ayuden a entender mejor situaciones del día a día en el trabajo. Para ello, hay empresas que organizan salidas de todo tipo: desde excursiones por la montaña, pasando por experiencias culinarias, hasta actividades de deporte de riesgo, para soltar el estrés acumulado. Cualquier excusa es buena para salir, y a veces unas cervezas a la salida del trabajo son la mejor medicina para resolver conflictos en el trabajo y aumentar las posibilidades de éxito.

En definitiva, no hay una fórmula matemática para conseguir el ambiente de trabajo perfecto e ideal donde tod@s estén content@s y no haya nada que mejorar, ya que las relaciones interpersonales y laborales son bastante complejas. Pero como has visto, hay un gran número de estrategias que se pueden seguir para tomar el camino correcto y hacer que estar en el trabajo sea lo más agradable y productivo posible.

A la hora de trabajar en equipo, el líder debe de brindar toda la información necesaria a cada trabajador para que realice su función de una forma positiva y efectiva. La falta de información conduce a la desorientación. Celebrar los logros une mucho a un equipo y también ayuda a mejorar las relaciones interpersonales. La sensación de alegría es mucho más grande cuando se comparte entre varias personas, de este modo, también se elimina cualquier resquicio de vanidad, de ego o de envidia. Crear un buen ambiente en el equipo también es una decisión personal de cada uno de los integrantes.

Puede que estos ingredientes suenen muy utópicos en aquellos contextos en los que la rivalidad, la lucha por el poder, la soberbia y la desconfianza hacen acto de presencia en la jornada laboral. Pero lo importante es que se pueden cambiar las cosas, sencillamente, porque hay empresas en las que es una suerte poder estar gracias al trato humano que reciben los trabajadores.

Para crear un buen clima de trabajo es esencial que cada persona asuma su responsabilidad, es decir, que sepa que cada uno tiene influencia en el grupo. Por ello, aporta tus propias ideas cuando trabajes en equipo, cuida la actitud y cuando tengas ganas de quejarte en vez de hacerlo, apuesta por tener iniciativas nuevas, cuida los pequeños detalles en la rutina diaria, saluda a todos tus compañeros, deja de lado las críticas y las envidias…

Comparte tu conocimiento, es decir, no te cierres a la posibilidad de ayudar a los demás, porque tú también puedes aprender de aquellos que te rodean. Es positivo fomentar planes de grupo fuera de la oficina, por ejemplo, ahora que ya se acerca la Navidad cada vez están más extendidas las cenas de empresa en la recta final de año. En ese tipo de planes, es aconsejable dejar de lado los temas de la oficina para poder profundizar un poco más en el conocimiento interpersonal.