1. Definición de metas y objetivos de crecimiento

La expansión debe acotarse de una forma más precisa por medio de la definición de metas y objetivos de crecimiento. Es decir, estos datos deben contextualizar el nivel de alcance del cambio que se desea impulsar en el proyecto. ¿Cuál es el escenario que quieres crear y alcanzar a partir de la realidad presente?

2. Estado actual: diagnóstico de la situación de la entidad

Los objetivos de expansión y crecimiento describen el desarrollo potencial de la idea de negocio. Sin embargo, antes de dar el primer paso hacia la meta, conviene profundizar en el estado actual de la entidad a través de un diagnóstico de situación que proporciona un conocimiento objetivo de aquello que es viable o, por el contrario, de las alternativas que resultan difíciles de conseguir. Es recomendable que haya una conexión y una coherencia entre los objetivos de futuro y el escenario presente.

3. Conocimiento del entorno: riesgos y oportunidades

El plan de expansión no solo pone el acento en la entidad en sí misma, sino también en el marco en el que se desarrolla. Es importante conocer el entorno para investigar las amenazas y oportunidades. ¿Qué factores y variables son favorables para la óptima evolución de la empresa? ¿Y qué ingredientes pueden interferir y entorpecer el cumplimiento de sus objetivos?

4. Estrategia con una orientación práctica

El plan de expansión de una entidad responde a preguntas clave que impulsan un proceso de investigación en torno a la empresa en sí misma y su relación con el contexto. Pues bien, la estrategia responde principalmente en torno al cómo.

Es decir, explica qué pasos son valiosos para conseguir los objetivos y metas de crecimiento. Pues bien, la hoja de ruta debe destacar por su orientación práctica. El cambio no solo requiere de reflexión y previsión, sino también de la determinación que supone llevar a término el plan inicial por medio de la acción.

5. Recursos y medios necesarios para la expansión empresarial

¿Qué recursos y elementos necesita la entidad para impulsar su propio plan de expansión? ¿Qué herramientas son prioritarias y cuáles tiene a su disposición en la actualidad? ¿Y qué es posible hacer para ampliar el inventario inicial con otros bienes? ¿Qué alternativas son apetecibles pero quedan fuera del alcance de la empresa en la actualidad?

¿Por qué es tan importante profundizar en torno a los medios? Porque esta perspectiva aporta luz a la viabilidad de los objetivos marcados o la hoja de ruta diseñada.

6. Toma de conciencia: acciones para minimizar el riesgo

El plan de expansión de una empresa se alinea con la perspectiva del crecimiento. Es decir, nace motivado por la expectativa del cambio, la oportunidad y el beneficio. Para ello, es preciso implicar a las personas que forman parte del proceso y facilitarles los medios disponibles para avanzar. También es recomendable compartir información en torno a los motivos, las causas, la finalidad y la propuesta de valor que sintetiza la esencia de la expansión. Sin embargo, es muy importante acotar y contextualizar todos los pasos en un mapa realista. Y el riesgo es inevitable en cualquier proceso de crecimiento, incluso cuando las decisiones se asientan sobre una base firme.

El riesgo, en mayor o menor medida, siempre es una constante. Desde una perspectiva positiva, invita a la prudencia. Por ello, el plan de expansión de una empresa debe contemplar varias alternativas antes de establecer el eje central del proceso.

1. Miedo a delegar: cuando el emprendedor no confía plenamente en el equipo

Cuando un negocio crece, también aumenta el ritmo de la actividad y el volumen de trabajo. Por ello, es imposible gestionar con la máxima excelencia todas las tareas en solitario. Sin embargo, algunas personas experimentan un bloqueo importante cuando valoran la posibilidad de delegar más en uno o varios empleados. Así sucede cuando el profesional cree que los trabajadores no abordarán el proceso con el mismo nivel de atención al detalle.

2. Miedo al éxito y a la responsabilidad que plantea

Es habitual creer que el verdadero límite a la mentalidad de crecimiento en el emprendedor surge del miedo al fracaso. Sin embargo, la idea del éxito y de aquello que representa también puede desbordar a quien boicotea la evolución del proyecto como consecuencia de creencias limitantes o negativas.

3. Miedo a afrontar procesos complejos y desconocidos

La capacidad de crecimiento de un negocio se encuentra fuera de su zona de confort. Más allá de los límites del área de seguridad que ha conquistado hasta el presente, puede descubrir su potencial por medio de objetivos alcanzables. Sin embargo, el apego que produce la rutina conocida alimenta un temor habitual: el miedo a iniciar procesos complicados que parecen más complejos cuando el emprendedor no ha dado todavía el primer paso. Es decir, la dimensión de un obstáculo parece más grande para quien imagina una situación difícil. La visión cambia cuando planifica un proceso con metas específicas a corto, medio y largo plazo. En este apartado se integra, por ejemplo, el miedo a internacionalizar un negocio.

4. Miedo a las deudas

La decisión de emprender un negocio puede estar vinculada con el deseo de alcanzar una estabilidad económica. Pues bien, algunos de los temores que limitan el potencial de crecimiento en un negocio se alinean con creencias limitantes en torno al dinero. Y es que, para que un proyecto evolucione, es preciso invertir e impulsar algunas mejoras que se ajustan a un presupuesto viable. Sin embargo, el miedo a las deudas es frecuente en el emprendimiento, especialmente, en un escenario incierto.

5. Miedo a liderar un equipo

Cuando un negocio crece, también surgen nuevas necesidades en el equipo de trabajo. Este se amplía con la incorporación de otros perfiles cualificados. Como responsable del proyecto, el emprendedor puede sentir el vértigo que le produce la expectativa de liderar de forma consciente al grupo. Aunque el trabajo en equipo ofrece distintas ventajas y beneficios, también genera otras dificultades. Por ejemplo, surgen conflictos que conviene atender para evitar que se cronifiquen y empeoren con el tiempo.

6. Miedo a perder los objetivos alcanzados hasta el momento

El crecimiento del negocio no garantiza que el éxito previo aumente de forma significativa. De hecho, el horizonte del proyecto puede alejarse de la expectativa inicial. Tal vez el proceso no sea tan prometedor como el emprendedor había imaginado. Pues bien, con frecuencia surge un temor recurrente en este escenario: el miedo a perder los objetivos alcanzados hasta ese instante tras tantas horas de trabajo y esfuerzo.

El miedo es una de las emociones que puede surgir ante el reto de liderar el crecimiento de un negocio. Lo realmente importante es que el temor no sea un freno definitivo.

1. Mejorar la facturación durante el próximo trimestre

Los objetivos de negocio pueden concretarse en el ámbito económico. En ocasiones, las expectativas de mejora y crecimiento se contextualizan en el apartado de la facturación. En ese caso, es recomendable acotar un porcentaje específico que se presenta como una expectativa realista en un plazo de tiempo perfectamente establecido.

2. Rebranding: actualizar la imagen de una empresa

Existen diferentes puntos de inflexión en la historia de una entidad que desarrolla su actividad a lo largo de décadas. Una nueva imagen puede ser clave para transmitir un mensaje actualizado y conectar con nuevos clientes. Por ello, el rebranding es una estrategia definitiva para posicionar un logo o un nombre totalmente renovado.

3. Organización de eventos con impacto

Los objetivos de negocio pueden ampliarse a lo largo del tiempo. Es decir, el equipo de un proyecto tiene la oportunidad de afrontar nuevos retos a través de la innovación y el dinamismo. La organización de eventos es clave para crear experiencias únicas e irrepetibles en torno a la empresa. Es esencial ajustar la idea a la capacidad de inversión que tiene la entidad. Es decir, la iniciativa debe adaptarse a un presupuesto perfectamente planificado. Algunas de las celebraciones más esperadas se contextualizan durante el periodo navideño. Pero hay otros muchos momentos del calendario en los que un evento se convierte en una excelente idea.

4. Potenciar la presencia de la empresa en nuevos canales de comunicación

La comunicación es indispensable para transmitir una propuesta de valor clara a los clientes. A su vez, cuando una empresa muestra una imagen positiva de sí misma, también despierta el interés de profesionales en búsqueda de nuevas oportunidades de trabajo. Por esta razón, es recomendable potenciar la presencia de la entidad en nuevos canales de comunicación como, por ejemplo, en prensa, blogs de autoridad, redes sociales…

5. Ampliar el catálogo de productos y servicios

Cuando un proyecto se posiciona en un campo concreto, alcanza un alto grado de especialización. Sin embargo, también es posible diversificar el catálogo, para poner el acento en novedades que complementan la oferta previa. En ocasiones, la clave del éxito de un negocio que evoluciona a largo plazo reside, principalmente, en su capacidad para diversificar su catálogo.

6. Implementar medidas de conciliación

Un negocio crece en colaboración con el equipo que lo compone. Aquellas medidas que mejoran las condiciones de los profesionales, repercuten en la productividad y los beneficios. Por ello, los objetivos de una empresa también pueden alinearse con una dirección clara: el apoyo a la conciliación por medio de fórmulas específicas como la implementación del teletrabajo.

7. Impulsar la sostenibilidad y la protección del entorno

Una empresa o un negocio comunica información clave sobre el proyecto por medio de aquellas acciones que lleva a cabo. Su responsabilidad en la protección del entorno puede alinearse en direcciones diferentes. Por ejemplo, las medidas que fomentan la innovación desde la sostenibilidad producen una huella muy valiosa en el entorno. Es un compromiso que resulta esencial en la actualidad.

8. Impulsar el team building

Los objetivos de un proyecto pueden poner el acento en el plano económico, en los productos y servicios, en el marketing y, por supuesto, en el equipo humano. El team building es una tendencia que ya inspira a muchas empresas en la actualidad. Ofrece experiencias clave para mejorar la cohesión, la colaboración, la comunicación asertiva, la gestión de conflictos, la empatía, la creatividad, la inteligencia emocional y el talento.

1. Consulta diferentes fuentes de información

Es esencial que estés informado sobre cuestiones de actualidad y temas de interés en el mundo de los negocios. Es decir, consulta diferentes fuentes de información y establece una rutina de lectura para conocer los cambios que surgen en un sector. Anota aquellas ideas o datos que llamen tu atención por alguna razón especial. Es decir, conserva aquella documentación en la que quieras profundizar con más calma.

2. Escucha a los clientes por medio de diferentes canales

Las nuevas oportunidades de crecimiento en un negocio están directamente vinculadas con las expectativas de compra de los consumidores. Escucha sus preferencias y prioridades. Ellos están en contacto permanente con las novedades que surgen en el estilo de vida. Por ello, el punto de vista del público objetivo es una fuente de inspiración y de innovación para una entidad que quiere lograr la excelencia.

3. Cuida el talento del equipo para reforzar la productividad y la implicación

El crecimiento supone una gran responsabilidad. Implica atender nuevos desafíos que deben resolverse con eficacia. De lo contrario, una idea inicial puede crear el efecto contrario si el negocio no alcanza sus expectativas y descuida otros aspectos del proyecto. Por esta razón, el plan de acción diseñado debe poner una atención esencial en las preferencias de los clientes, pero también en el talento de los profesionales. Cuidar el talento por medio de la motivación externa, la formación continua y el desarrollo de diferentes medidas de conciliación son factores clave para reforzar la productividad en el equipo (tanto a nivel individual como en el grupo analizado en su conjunto).

4. Profundiza en las áreas de mejora del negocio

Identificar nuevas oportunidades también supone poner el foco de atención en las áreas de mejora. Es decir, existen aspectos que pueden perfeccionarse. Sin embargo, el ritmo de trabajo diario, a veces, no deja el margen deseado para investigar las causas y remedios.

Si ya conoces cuáles son las fortalezas del negocio, no dejes en un segundo plano otras limitaciones. Ten en cuenta que pueden interferir en el desarrollo potencial de la entidad. Por ejemplo, busca soluciones para resolver aquellos problemas que están bloqueando el crecimiento a corto plazo.

5. Observación constante

La capacidad de observación de un emprendedor se extiende más allá de su proyecto. De hecho, es una capacidad que puede proporcionar grandes fuentes de inspiración en cualquier momento de la rutina. Por ejemplo, durante la realización de un curso de formación, en un viaje de negocios o en un evento de networking. Es fundamental entrenar la capacidad de observación en un momento en el que la inmediatez pone el acento en el deseo de alcanzar resultados inmediatos.

6. Llegar a nuevos perfiles de clientes

Como hemos comentado, el crecimiento del negocio está directamente vinculado con la confianza que un proyecto despierta en los clientes. Pues bien, también tienes la posibilidad de conectar con nuevos compradores que demandan los productos y servicios del proyecto. En ese caso, el marketing es la pieza clave para presentar la propuesta de valor ante quienes todavía no han realizado una compra en el punto de venta.

Si quieres identificar oportunidades de crecimiento en tu negocio, rodéate de un buen equipo. Y, además, impulsa diferentes acciones para alcanzar el objetivo señalado a largo plazo. La meta no es definitiva en un punto concreto, la estrategia tiene la forma de un proceso dinámico y cambiante.

Habilidades del profesional que trabaja como business development manager

Es una persona preparada para desempeñar tareas de responsabilidad. Trabaja en colaboración con un equipo. Por esta razón, las empresas buscan a profesionales con habilidades de comunicación, liderazgo y capacidad de negociación. Es una figura de referencia para el equipo de ventas. Acompaña, orienta y realiza un óptimo seguimiento de los planes y objetivos. La identificación y el desarrollo de nuevas oportunidades también puede derivar en acuerdos comerciales o en iniciativas que se contextualizan a nivel internacional. Por ello, el currículum de un perfil que trabaja como business development manager muestra un perfecto dominio de varios idiomas.

Su formación académica le ha aportado una visión holística sobre la realidad empresarial desde un enfoque multidisciplinar. Su conocimiento pone una atención especial en la dirección, el comercio, la gestión, la comunicación y el marketing. Posee una elevada capacidad de organización que incide en la planificación del tiempo y en el trabajo enfocado en objetivos.

Actualmente, el perfil de este especialista en el ámbito comercial es muy demandado por empresas y negocios. Su labor se alinea con la búsqueda de oportunidades de crecimiento que se reflejan directamente en la facturación. Está en conexión directa con distintos departamentos de la compañía. Además de poseer un conocimiento experto en el ámbito comercial y empresarial, el compromiso con el puesto de empleo es muy valorado por aquellas empresas que cuentan con la figura del business development manager en el equipo.

Cómo trabajar como director de desarrollo de negocio

El business development manager realiza una evaluación de la situación actual de la entidad. Un contexto que representa el punto de partida para desarrollar una estrategia viable de crecimiento que conecta con metas temporales. Las empresas buscan a especialistas que muestran un alto nivel de compromiso porque las acciones diseñadas por el perfil contratado se orientan hacia el largo plazo. Es habitual que la persona que trabaja como business development manager haya realizado un máster para ampliar su preparación y diferenciar su currículum ante otros candidatos.

En definitiva, su labor pone el foco de atención principal en el crecimiento potencial de una empresa. Un crecimiento que adquiere forma en la práctica por medio de un plan de acción efectivo. La estrategia creada se analiza desde un enfoque integral que tiene en cuenta la realidad interna y externa de la compañía, así como el cumplimiento de la normativa correspondiente. Como desarrollador de negocio posee la experiencia y el conocimiento esencial para anticipar tendencias de futuro.

Una gran oportunidad es importante si puede propiciar una evolución a largo plazo. Sin embargo, toda oportunidad debe enmarcarse, también, en un escenario temporal que sea propicio para implementar dicha estrategia.

Sueldo aproximado del director de desarrollo de negocio

Al igual que ocurre con otros profesionales especializados en el sector de las ventas, su papel tiene un impacto positivo en el área comercial de la empresa. Pero el rol desarrollado por quien trabaja como business development manager va más allá del corto plazo. De hecho, su influencia puede ser determinante para lograr desafíos muy relevantes a largo plazo.

Generalmente, es preciso contar con varios años de experiencia en otros puestos antes de acceder a este cargo de responsabilidad. El sueldo anual del perfil que trabaja como director de desarrollo de negocio puede superar la cifra de 40.000 euros al año.

1. Analiza la viabilidad de los cambios llevados a cabo

Las medidas impulsadas para afianzar el crecimiento producen consecuencias en la estructura interna de un negocio. Por ejemplo, la entidad debe contar con más recursos para atender un mayor volumen de pedidos. Es decir, adopta una mentalidad positiva ante los nuevos retos (pero ajusta tus expectativas si crees que son demasiado elevadas).

2. Reforzar los aciertos y aquellos aspectos que funcionan

El camino previo proporciona una información valiosa para impulsar la etapa de consolidación de una entidad. Es esencial contextualizar los aciertos y las variables que funcionan. Tal vez sea recomendable implementar algunos cambios para solucionar aquellas cuestiones que obstaculizan el desarrollo corporativo. Pues bien, las novedades se implementan sobre la base de aquellos detalles que aportan frutos positivos.

3. Campañas de marketing

Aunque el negocio experimente una línea ascendente, necesita dar a conocer su catálogo. Es decir, el marketing pone el acento en las ventajas y beneficios de los productos y servicios disponibles.

Las acciones llevadas a cabo conectan con los clientes potenciales, mejoran el posicionamiento online del negocio y fortalecen el nombre de la entidad. Cada campaña debe seguir una estrategia concreta para lograr objetivos que se contextualizan en una etapa de crecimiento. En definitiva, cuida la experiencia de cliente desde un enfoque integral.

4. Establecimiento de objetivos temporales

Desde la perspectiva actual puedes analizar el periodo de crecimiento que el negocio ha protagonizado. ¿Durante cuánto tiempo se ha desarrollado? ¿Qué puntos de inflexión se han materializado en ese contexto?

¿Qué hechos han creado un impacto positivo en la historia de la entidad? Del mismo modo, para fortalecer los cimientos de los éxitos previos, define los objetivos a corto plazo.

Pero amplía la planificación de futuro más allá de lo inmediato: ¿Qué propósitos a medio y largo plazo se presentan como un reto apasionante? El crecimiento sostenido en el tiempo no es fruto de la casualidad. La planificación y la estrategia son fundamentales para crear una entidad consciente.

5. Analiza todo el contexto

La fase de crecimiento se percibe como un proceso apasionante. Visualiza aquellos propósitos que quieres lograr. Alimenta tu autoconfianza por medio de la práctica de la atención plena. Pero no caigas en el plano de la idealización. Incluso cuando percibas factores favorables para alcanzar el éxito en el entorno, las amenazas y obstáculos forman parte del plan de acción.

Además, los cambios repentinos son habituales en un contexto incierto como el actual. Por tanto, diseña una estrategia práctica, pero flexible. Es recomendable que el guion esté abierto a la posibilidad de impulsar un concepto alternativo.

6. Fórmate para desarrollar nuevas habilidades

Un negocio en crecimiento requiere de más recursos técnicos y humanos. Por ello, amplía tu formación con cursos y talleres que te aporten un marco de referencia para aprender. La suma de habilidades y competencias es fundamental para tomar decisiones. Analiza tu currículum y alinea tu plan de formación con aquellas áreas en las que necesitas ampliar tu conocimiento.

¿Cómo consolidar una fase de crecimiento en el negocio a lo largo del año? Que una estrategia funcione ahora no implica que siempre dé buenos resultados. Por tanto, toma decisiones conscientes en la gestión de tu proyecto a largo plazo.

1. Precios de productos y servicios

Es recomendable que los precios se perciban como una inversión positiva. De este modo, cuando la relación entre coste y calidad mantiene un perfecto equilibrio, el precio influye en las decisiones de compra. Una estrategia de crecimiento a corto plazo debe cuidar de forma especial esta cuestión.

2. Establecer objetivos cuantificables

El propósito de crecimiento es poco concreto cuando no se describe de una forma precisa mediante datos objetivos. Por ejemplo, es esencial acotar el periodo de tiempo durante el que se va a desarrollar el plan de acción. Por otra parte, es importante dotar a la expectativa de mejora de una perspectiva cuantitativa.

3. Elabora un documento con la información

La estrategia de crecimiento no se basa en la improvisación, sino en una óptima planificación. Es importante redactar un documento que profundice en torno a los objetivos, la hoja de ruta y los medios necesarios. Revisa la previsión inicial porque es posible que identifiques mejoras. En ese caso, realiza las correcciones pertinentes.

4. Alinea los objetivos a corto plazo con otras metas lejanas

Ambas perspectivas forman parte de un mismo camino cuando el paso más inmediato reduce la distancia hasta la meta. Toma como referencia la estrategia de crecimiento a largo plazo (puede aportar luz a la situación presente). Diseña medidas efectivas que influyan positivamente en el escenario actual y en el futuro del negocio. Una estrategia de crecimiento empresarial a corto plazo también es un motor para avanzar hacia el mañana.

1. Ofrecer servicios a domicilio

Amplía el catálogo de propuestas con nuevas experiencias de compra. El servicio a domicilio ofrece proyección, cercanía, comodidad y confianza. Puedes valorar la posibilidad de implementarlo en tu proyecto.

2. Transformación digital

El proceso de transformación digital es una inversión que eleva la evolución en compañías grandes y en pequeños negocios. Es un proceso que no puede aplazarse, puesto que marca la dirección hacia el futuro.

3. Invierte

La búsqueda de financiación se presenta como un desafío frecuente en la etapa inicial del emprendimiento. Pero la inversión no termina en ese momento. Pueden llevarse a cabo obras en las instalaciones del negocio para presentar una imagen renovada ante los clientes. La inversión puede centrarse en objetivos diferentes, todos ellos, orientados a reforzar la excelencia: maquinaria, formación o marketing. Ten en cuenta que la inversión no solo es económica: el tiempo es un bien esencial.

4. Establece objetivos trimestrales

Generalmente, el comienzo de un nuevo año llega repleto de ideas, planes y expectativas. Es recomendable acotar la previsión a largo plazo con propósitos a corto plazo. De este modo, el equipo puede enfocarse en las metas del trimestre. Aquellas que influyen significativamente en la consolidación del proyecto.

5. Crea una estrategia flexible

El propósito de hacer evolucionar un negocio no se afianza desde decisiones improvisadas. Una estrategia eficaz es aquella que aporta una óptima planificación. Eso no significa que las medidas diseñadas sean rígidas. Una estrategia firme e inamovible no se adapta a las necesidades de un contexto cambiante.

6. Crea un equipo multidisciplinar

Y contrata nuevos talentos para gestionar aspectos importantes del negocio como la comunicación a través de redes sociales.

Análisis de las debilidades

En este apartado es importante enumerar cuáles son los puntos débiles del emprendedor o de la organización en relación con el objeto de análisis. Conviene precisar y concretar las debilidades de una forma clara. En este apartado se pueden detallar carencias en el plano de la comunicación, puntos débiles del trabajo en equipo, aspectos materiales, falta de formación…

Análisis de las oportunidades

Todo reto profesional puede afrontarse como sinónimo de una oportunidad de aprendizaje que te permite adquirir más experiencia, salir de tu zona de confort y evolucionar. En este apartado, es recomendable identificar cuáles son las fortalezas personales del emprendedor y de la empresa en relación con el objeto de análisis.

Análisis de las fortalezas

Una vez detalladas cuáles son las debilidades y oportunidades conviene poner el punto de atención en las fortalezas. En el área de las fortalezas, se debe de señalar cuales son esos aspectos destacados de la empresa, esos puntos que destacan de una forma positiva con el objetivo de potenciarlos todavía más.

Análisis de las amenazas

En cada apartado, es necesario tener en cuenta la influencia del entorno sobre el negocio, la situación del sector y la competencia. Una vez identificadas las debilidades, las oportunidades, las fortalezas y las amenazas se tiene una visión global de una situación concreta. Desde esta perspectiva global, es posible elaborar un plan de acción frente a las amenazas, buscar la forma de potenciar las fortalezas, crear estrategias para minimizar las debilidades y maximizar las oportunidades.

Una apuesta del emprendedor Quique Niczejewski, de 44 años de edad, que ha visto en esta idea de negocio una alternativa a la crisis actual en España, fijándose además en las economías emergentes de los Países del Este y, en este caso, en Polonia.

No obstante, el propio emprendedor reconoce que la apuesta no está exenta de riesgos porque hay polacos que no conocen la paella, ya que no han visitado nunca España, y otros han probado la paella turística que contrasta con la gran variedad de paellas que se ofrecen en el negocio. Además, a estos hechos se suma también el inconveniente del precio de algunos productos como el marisco o el conejo, alimentos que tienen un coste elevado en Polonia.

Unas dificultades que poco a poco va superando porque el emprendedor reconoce que el negocio va bien, superando las cifras de las 80 paellas que comercializó en las tres primeras semanas de vida del negocio y que, sobre todo, fueron consumidas por las comunidades de españoles que residían en la ciudad polaca, consiguiendo ahora atraer a más población local.

Y, por supuesto, en el negocio no se puede olvidar la pedagogía como uno de los factores de éxito. A través de ella se da a conocer a la población de Polonia lo que es la paella y se enseña a comer, sobre todo, productos como gambas o langostinos y que los polacos no están acostumbrados a ingerir y desconocen cómo se comen.

Además, el precio elevado de algunos alimentos para cocinar la paella se ha solucionado comprando productos como el bacalao seco, las gambas, los calamares y el arroz bomba, entre otros, en España para poder tener mayor rentabilidad y reducir los costes.