1. Adaptación al cambio en un entorno tan dinámico

La evolución se alinea con el cambio a través del aprendizaje, la innovación y el desarrollo de nuevas iniciativas. La resistencia ante lo nuevo alimenta un apego excesivo hacia una zona de confort que enmarca aquellas prácticas, decisiones y procesos que proporcionan una aparente seguridad. Sin embargo, algunas de esas medidas pueden quedar desfasadas en cualquier momento.

2. Transmitir de manera coherente y con la máxima firmeza los valores de la empresa

La labor del CEO se enmarca en la entidad en la que trabaja. Como profesional, que desempeña un puesto de máxima responsabilidad en el organigrama, debe dar visibilidad a los principios y la filosofía del proyecto. Por tanto, afronta el reto constante de integrar esos conceptos de forma coherente en su estilo de liderazgo, en su comunicación con los demás o en su manera de trabajar.

3. Desconectar del trabajo en el tiempo libre

La búsqueda de la excelencia, la conciencia de lo que representa la propia responsabilidad, la búsqueda de resultados y la productividad pueden derivar en una realidad que es mejor evitar. La existencia del CEO no debe girar constantemente en torno a su cargo. Sin embargo, en un momento en el que hay tantas formas de comunicación y en el que la inmediatez es un valor que está integrado en el día a día, desconectar del trabajo se convierte en un auténtico reto que requiere de una respuesta consciente que se alinea con el propio autocuidado personal.

4. Atraer y retener el talento

¿Qué aspectos valoran los profesionales más preparados y cualificados cuando buscan nuevas oportunidades? La valoración de un puesto de trabajo va más allá de aspectos concretos como el salario. Hay otros muchos puntos que pueden marcar la diferencia para un profesional que es consciente de su talento y quiere encontrar un cargo que se alinee con su proyecto de vida. Pues bien, atraer a nuevos perfiles y retener el talento de los profesionales contratados a largo plazo son algunos de los retos que destacan en el contexto actual.

5. Estar presente para el equipo

Hay diversas maneras de afrontar el trabajo diario y ejercer el liderazgo en la empresa. Un CEO no solo debe considerar la idea que tiene de sí mismo. Es especialmente relevante que sepa cuál es la imagen que proyecta ante los demás. A este respecto, es fundamental no transmitir una ausencia constante que tiende a derivar en desconfianza y problemas de comunicación. La presencia del profesional va más allá de estar físicamente en un lugar. Tiene que ver con la atención, la intención y la disposición para orientar, enseñar, escuchar y colaborar.

6. Creación de nuevos contactos que evolucionan favorablemente

La práctica del networking es recomendable para cualquier perfil profesional. Los puestos de responsabilidad también tienen la posibilidad de construir una importante red de contactos que crece con la suma de nuevos vínculos. Sin embargo, a pesar de que sea tan recomendable poner el foco en el establecimiento de nuevos contactos, el proceso también puede ser complejo.

7. Afrontar la soledad del CEO

Un puesto de responsabilidad aporta muchas satisfacciones a nivel profesional. Sin embargo, la posición que el chief executive officer ocupa en el organigrama también puede estar acompañada por el peso de la soledad. Es una sensación que produce emociones diversas entre las que destaca la tristeza, el estrés, la frustración o el miedo al error.

El director creativo diseña una estrategia efectiva

Por otra parte, el director creativo influye positivamente en la diferenciación del proyecto por medio de la construcción de su propia identidad. Es un puesto de empleo que destaca, principalmente, en el mundo del diseño. La creatividad es un componente fundamental en la propuesta de valor de una entidad. Pero dicho concepto adquiere forma en el contexto empresarial por medio de una estrategia perfectamente planificada. El plan de acción, alineado con los objetivos realistas, ha sido desarrollado por el perfil al que hacemos referencia en el artículo.

Es un experto que trabaja en colaboración con otros profesionales que ocupan puestos especializados como, por ejemplo, el director de arte. La innovación, la originalidad y el punto de vista propio están muy presentes en ambos cargos. Pero las funciones son diferentes en cada caso. Como hemos indicado, quien se ocupa de la parte creativa se centra en el desarrollo de una estrategia efectiva. Su trabajo influye positivamente en la creación de campañas de marketing que despiertan el interés del público potencial.

Lidera al equipo durante el seguimiento de un proyecto

La implicación de dicho profesional es clave en todas las etapas de realización de un proyecto. Lidera a un equipo implicado y comprometido con el cumplimiento de los objetivos establecidos. A través de la búsqueda de la excelencia es posible alinear la propuesta final con las expectativas del cliente. Mantiene una comunicación de calidad con los colaboradores, proveedores y clientes. Por ello, tiene una visión holística del proceso creativo.

Elección de los proveedores

Después de consultar distintas ofertas, elige aquellos colaboradores con los que trabajar de forma habitual valorando distintos aspectos. Especialmente, la atención al cliente. Y, también, la calidad. El responsable de compras mantiene un contacto frecuente con los proveedores, por tanto, también realiza tareas de comunicación.

Gestión del stock

El jefe de compras conoce cuál es el estado actual del almacén. Qué secciones tienen un mayor abastecimiento y qué áreas necesitan ser cubiertas. De hecho, las decisiones de compra siempre deben estar en relación con el estado actualizado del almacén. Es un profesional que tiene un amplio conocimiento del sistema logístico, un apartado significativo dentro de la cadena de suministro.

Requisitos deseados en el perfil

El conocimiento de idiomas es muy deseable en este puesto de empleo. Además, también son deseables las competencias digitales puesto que los procesos de compra actualmente se llevan a cabo desde una óptima gestión tecnológica. Desde el punto de vista de la formación, el profesional puede tener conocimientos en comercio o en economía.

Búsqueda de información

Antes de materializar la compra, el responsable se documenta sobre las propiedades y características de cada propuesta con el fin de elegir la opción más adecuada en cada momento.

Otras competencias prácticas del director de empresa

En cualquier empresa debe de existir coordinación entre los distintos departamentos. La dificultad en la coordinación aumenta en proporción al tamaño del negocio. El director de la empresa es eje fundamental de esta coordinación como conocedor de la situación de cada departamento.

Un jefe se enfoca en la consecución de los buenos resultados prácticos en el trabajo diario. Para lograr este reto, también tiene una gran responsabilidad en su papel de líder para motivar a los empleados. Dado el alto grado de competencias de un director de empresa, muchos profesionales se forman de un modo constante no solo en cuestiones técnicas sino también, reciben formación de inteligencia emocional.

Ofrecer capacitación a los trabajadores

Como director general también debe de facilitar los medios adecuados de capacitación a los responsables de cada departamento. Esta capacitación es importante para poder delegar en cada profesional los asuntos indicados, logrando así la mayor autonomía posible en cada departamento.

Un director también ejerce un rol importante como representante de la empresa en la que trabaja. El jefe tiene que mantener la autoridad de saber mandar con confianza. Si te interesa profundizar en este tema te sugiero la lectura del libro «Las diez funciones clave del director de empresa» escrito por Barnard Dervauz.