1. Precios habituales en el barrio en el que se ubica el local

La ubicación es una de las principales referencias que puedes considerar para establecer el cálculo final. Es decir, las cantidades frecuentes, que se manejan en las calles del barrio en el que se sitúa el local, aportan una orientación importante. Sin embargo, no es el único factor relevante.

2. Condiciones del propio local

Por otra parte, es esencial analizar las condiciones y circunstancias del propio establecimiento. ¿Ha experimentado reformas y mejoras que han revalorizado las instalaciones? Por ejemplo, tal vez cuente con una excelente accesibilidad o con un buen escaparate.

3. Oferta de otros locales comerciales

Los emprendedores y autónomos que quieren montar un negocio suelen comparar diferentes alternativas antes de encontrar un inmueble que se ajusta verdaderamente a sus necesidades. Por ello, el nivel de interés de un local comercial se analiza más allá de su dimensión individual al ponerse en relación con el contexto en el que se enmarca. ¿La oferta existente en la zona es variada o, por el contrario, hay pocos locales disponibles para el alquiler? La respuesta a dicha pregunta aporta información clave para determinar el precio final.

4. Percepción del valor del local analizado desde el punto de vista externo

El valor más importante de un establecimiento queda determinado por el punto de vista externo. Es decir, lo realmente determinante es aquello que está dispuesto a pagar el profesional que invierte en el local. Por ello, el propietario debe realizar un ejercicio de objetividad que, en ocasiones, supone desprenderse de las elevadas expectativas que deposita en esa oportunidad.

5. Visibilidad del local comercial

Más allá de la ubicación en sí misma, hay otras variables que influyen en el nivel de visibilidad que este adquiere a partir de su posición con el entorno. Por ejemplo, los locales que se sitúan en esquina quedan integrados entre dos calles. Del mismo modo, conviene analizar las propias características de la fachada: diseño, extensión, propiedades del escaparate…

6. Historia del propio local

La percepción en torno al valor de un establecimiento también está vinculada con su propia historia. ¿Es un local que ha dado la bienvenida a proyectos exitosos o, por el contrario, ha cerrado sus puertas poco tiempo después de que un emprendedor posicionarse allí su propuesta? En relación con este último caso, hay que tener en cuenta que esa circunstancia se ha podido repetir en más de una ocasión.

Sin embargo, cada situación influye de una u otra forma en el valor final del inmueble cuando es analizado por el público objetivo o por los potenciales clientes. Sencillamente, el establecimiento también puede ser percibido desde una perspectiva emocional.

7. Visión de conjunto

A lo largo del artículo hemos enumerado y desarrollado diferentes puntos para establecer una valoración final que muestre un enfoque unificado de todas las variables. Es decir, si quieres fijar el precio de alquiler de un local comercial, no tomes la decisión definitiva a partir de un único factor. El dato tiene que estar respaldado por la suma de distintos ingredientes como la ubicación, las reformas llevadas a cabo, la oferta disponible en el entorno, las propiedades de la fachada o las opiniones que otras personas tienen de ese lugar.

1. Tamaño del mueble

Las medidas del mostrador muestran uno de los aspectos más decisivos en la elección del producto. Su tamaño y amplitud deben ser proporcionales a la extensión del local comercial. La elección del formato no solo debe alinearse con el análisis del espacio, sino también con la comodidad de los profesionales que allí se sitúan. Hay que tener en cuenta que tal vez trabajen en ese espacio dos personas al mismo tiempo. La ubicación del mostrador es clave para enmarcar uno de los puntos más importantes del local.

2. En sintonía con la imagen corporativa

La fachada del local causa una primera impresión cuando un cliente potencial contempla el edificio desde la calle. El mostrador de recepción, por su parte, produce este efecto en aquellas personas que acceden al interior a través de la puerta principal. El diseño es un elemento esencial para potenciar la imagen corporativa del negocio. Por ello, es recomendable que esté en sintonía con los colores del espacio. Además, el mostrador puede personalizarse todavía más con el distintivo más representativo del negocio: el logo.

Reflexiona sobre la imagen que quieres potenciar en el negocio. Y recuerda que el mostrador no es un elemento secundario, sino una pieza clave desde el punto de vista del profesional y el cliente.

3. Altura recomendada

La comodidad del mostrador depende, en gran medida, de su altura. Esta no debe obstaculizar la comunicación con el cliente al crear una barrera. El mostrador aporta una superficie de apoyo que, en ningún caso, impide el mantenimiento del contacto visual con quien se encuentra al otro lado del mueble. Es recomendable que el mostrador esté en conexión con la altura de los clientes cuando están de pie. Sin embargo, la estatura cambia de una persona a otra.

¿Cómo dar con el dato exacto en este contexto? Los mostradores suelen tener una altura aproximada de un metro. Es un dato que varía en función de varios aspectos: entorno en el que se sitúa y finalidad. Es recomendable tomar como referencia la altura media de las personas.

4. Forma del mostrador: con líneas rectas o con curvas

Algunos mostradores poseen una estructura completamente recta. Es un acabado que reduce el peso visual del formato y combina perfectamente con un local de estilo contemporáneo. Actualmente, los muebles de oficina con curvas han ganado una gran proyección. Aportan dinamismo a despachos y entornos comerciales. Por ello, puedes encontrar mostradores con mucho movimiento.

5. Encimera del mostrador: una perspectiva esencial

La altura, el largo y la forma del mostrador son algunas de las características que describen un formato específico. Sin embargo, el mueble debe analizarse desde otro ángulo: la superficie de la encimera es clave.

Especialmente, cuando los clientes consultan documentos y revisan información en este punto del local. En consecuencia, es recomendable que la encimera aporte la superficie de apoyo necesaria para leer un texto o firmar una propuesta con comodidad.

El mostrador de recepción aporta una perspectiva muy profesional de la empresa. Influye positivamente en la imagen de la entidad cuando su diseño se alinea con el espacio.

1. La fachada

Es la parte del edificio que se percibe desde la calle. En consecuencia, es la primera impresión que experimentan las personas que caminan por el entorno. Conviene puntualizar que es la zona que enmarca algunos de los elementos más relevantes del proyecto. Por ejemplo, realza la visibilidad del nombre comercial.

2. El escaparate

El escaparate está integrado en la fachada, forma un conjunto con la parte externa del edificio. Una atractiva presentación de los productos despierta el interés de los potenciales compradores. Es la parte del local que muestra una pequeña representación de la oferta que los consumidores pueden encontrar en el punto de venta. Cumple una función muy importante en librerías, zapaterías, jugueterías, joyerías, perfumerías, tiendas de ropa y complementos.

3. La entrada principal

El diseño de un local comercial se integra en el marketing del negocio. Un buen diseño comunica los valores que la entidad quiere transmitir ante el público objetivo. La fachada y el escaparte, como hemos comentado, causan una primera impresión. Pues bien, la entrada principal representa la bienvenida al local. Es esencial que sea plenamente accesible: no debe haber ningún obstáculo que impida el acceso de potenciales clientes.

Por tanto, su estructura también sebe adaptarse a las necesidades de personas con movilidad reducida. Dependiendo del tamaño del local, es posible que cuente con otras zonas de acceso que complementan la entrada principal. Por ejemplo, es una característica habitual en negocios situados en esquina con presencia en dos calles diferentes.

4. El mobiliario

Un local comercial debe integrarse con un mobiliario práctico que realza la atractiva presentación de los artículos del catálogo. Los muebles que visten el interior potencian el orden y la organización en el punto de venta. Para seleccionar el entorno más adecuado para un proyecto, no solo conviene evaluar las opciones que ofrece su ubicación, sino también su amplitud. Los muebles se alinean con los metros cuadrados disponibles. No deben recargar las instalaciones. La distribución del mobiliario también debe cuidar el espacio vacío que resulta esencial en las zonas de paso.

Aunque el escaparate cumple una función esencial en relación con la exposición de algunos productos del catálogo, la experiencia de compra se completa en el interior. Es decir, es esencial que el cliente tenga la posibilidad de consultar más opciones antes de concretar su elección.

5. El almacén

Cada parte de un local cumple con una función específica. El almacén es el entorno perfecto para guardar material en una zona accesible al propio punto de venta. De este modo, es posible mostrar una mayor variedad de opciones adaptadas a las necesidades de todos los clientes. Aporta orden y almacenaje, sin recargar el contexto. El catálogo de un punto de venta se actualiza con frecuencia porque experimenta un movimiento constante. Por tanto, es esencial renovarlo para que cuente con todo lo necesario.

6. El punto de venta

Un cliente que realiza una compra en un local comercial recorre diferentes partes de las instalaciones. Visualiza la fachada, accede por una de las zonas de entrada, camina por el interior y realiza el pago en el punto de venta. Es un elemento que se sitúa cerca de la puerta principal.

Por tanto, las diferentes partes de un local comercial forman una unidad en su estructura final.

1. Un punto de inflexión definitivo para empezar otra etapa

Se trata de una novedad que permite cerrar una etapa previa. Y, por otra parte, marca un punto de inflexión que se alinea con el comienzo de otro ciclo. El propio cambio, por sí mismo, comunica dicha información a los clientes.

2. Conectar con nuevos compradores

Generalmente, la decisión del cambio de dirección suele relacionarse con esta cuestión. La nueva dirección tiene las condiciones deseadas para elevar el nivel de visibilidad de la propuesta comercial. Por ello, es posible mantener el vínculo con los compradores habituales y llegar a otros clientes que descubren las instalaciones del negocio en el barrio en el que se ubica.

3. Un local más atractivo

El traslado debe estar acompañado por la adecuada planificación. Por ejemplo, es aconsejable analizar las debilidades y fortalezas del local actual para emprender la búsqueda de otro inmueble que aporte un valor añadido. Por ejemplo, quizá cuente con un escaparate más grande, una zona de almacén más amplia o visibilidad desde dos calles diferentes.

4. Actualizar la imagen del negocio en Internet

El cambio de etapa no solo se materializa en el contexto físico. Recuerda que muchos clientes descubren por primera vez el proyecto a través de una fuente de información online. Por ello, es esencial actualizar la nueva dirección en los distintos medios en los que el negocio está presente.

Cambiar la ubicación del negocio puede ser el impulso definitivo para incrementar las ventas y obtener un mayor beneficio. Del mismo modo, es la ocasión ideal para cuidar la estética de las instalaciones con el fin de transmitir los valores corporativos.

1. Conectar con el público potencial

Las acciones llevadas a cabo ponen en valor la importancia de la comunicación para establecer un vínculo cercano con los clientes. ¿Cómo lograr que la campaña conecte con la audiencia deseada? El marketing local se dirige a un público perfectamente identificado.

2. Visibilidad en los buscadores

Existen diversas fórmulas que propician la diferenciación comercial frente a la competencia. Cuando una entidad tiene una imagen perfectamente reconocible transmite confianza. Pues bien, el marketing local es clave para presentar un proyecto ante quienes se encuentran en ese entorno. Atrae a un mayor número de visitas hacia la página web, el blog o las redes sociales del negocio.

3. Destacar la propuesta de valor de la cercanía

La decisión de compra de cada cliente está respaldada por motivaciones y circunstancias propias. Sin embargo, la cercanía es un valor que muchos consumidores priorizan cuando eligen un negocio en el que hacer una gestión. El marketing local es una expresión de proximidad. Una proximidad que también se manifiesta en la comunicación con el consumidor. En el entorno de la empresa se sitúan otros establecimientos que desarrollan una actividad especializada. Por ello, la diferenciación es una carta de presentación a tener en cuenta.

4. Incrementar las ventas

Las ventas siempre son importantes en un negocio. Los resultados positivos permiten obtener un beneficio a largo plazo. El marketing local realza la visibilidad y la imagen positiva del proyecto. Ventajas que propician un aumento en las compras por parte del público objetivo.

Un plan de marketing local reduce la improvisación y refuerza la planificación consciente.

1. Un escaparate amplio

De este modo, es posible mostrar ante el público objetivo una selección de los artículos que el cliente puede encontrar en el interior de la tienda. Un escaparate que está perfectamente enmarcado en la fachada del edificio tiene una gran visibilidad. Es positivo abrir una tienda en un espacio en el que también se encuentran otros competidores directos. Los clientes buscan de forma intencional zonas en las que pueden encontrar una amplia selección de productos.

2. Ubicación

La ubicación de una tienda de regalos puede contextualizarse en un local situado en esquina. De este modo, es visible desde dos calles diferentes. Del mismo modo, conviene buscar una zona comercial que esté integrada por una amplia variedad de servicios: cafeterías, panaderías, librerías, farmacias, espacios de coworking, centros de estudios… Lugares de tránsito por los que pasan muchas personas a lo largo del día. El negocio debe estar ubicado a pie de calle.

3. Entorno diáfano

¿Cuál es la primera impresión que produce el negocio? Un espacio diáfano es luminoso y permite optimizar el espacio disponible con una excelente planificación. Es un local que está libre de obstáculos y, por tanto, los metros cuadrados disponibles pueden utilizarse para el fin principal. Una tienda con forma cuadrada o rectangular, perfectamente definida por líneas rectas, es una opción a tener en cuenta.

4. Con almacén

¿Cómo elegir el local ideal para abrir una tienda de regalos? Elige un inmueble con almacén. De este modo, dispones de una superficie extra para organizar el material disponible en el catálogo.

1. Una excelente red de comunicaciones

Una gran superficie está próxima a zonas de aparcamiento. Además, está perfectamente comunicada con un servicio de transporte urbano que propicia el desplazamiento hasta el lugar.

2. Diferenciación

Dentro de un centro comercial se encuentra una variada oferta de servicios gracias a los distintos puntos de venta que configuran el plano del lugar. Los comercios que se enmarcan en el entorno próximo amplían y complementan dicho catálogo. Por ello, la propia ubicación se convierte en una forma de diferenciación respecto a otros competidores. La cercanía no garantiza el éxito de la propuesta comercial. Es decir, es importante realizar un estudio de la competencia para identificar una idea original.

3. Visibilidad

A lo largo del año pasan muchas personas por un entorno tan comercial. Una afluencia de gente que influye de forma directa en el nivel de visibilidad de aquellos puntos de venta que se sitúan a pocos metros de las instalaciones. El escaparate del establecimiento puede llamar la atención de quienes pasan por ahí.

4. Propuesta de valor

Quien se desplaza hasta un centro comercial tiene la oportunidad de realizar distintas gestiones en un mismo sitio. No necesita llevar a cabo largos desplazamientos para completar trámites y gestiones. La cercanía de un negocio que se enmarca en el entorno de las instalaciones, propicia un ahorro de tiempo que mejora la experiencia de compra de los consumidores. El establecimiento ofrece las ventajas de un negocio situado a pie de calle. Pero, a su vez, también se fortalece con los beneficios que produce la conexión con un centro comercial.

1. Accesibilidad en locales comerciales

El local comercial ofrece la bienvenida a aquellos clientes que lo visitan. Sin embargo, para propiciar esta bienvenida, es importante eliminar cualquier tipo de obstáculo o de barrera. Es decir, un local debe estar perfectamente adaptado para que cualquier persona pueda acceder hasta el interior.

2. Rehabilitar un local antiguo

Los edificios también están condicionados por el paso del tiempo. Aquellos inmuebles que cuentan con años de historia requieren de un proceso de actualización. La rehabilitación potencia la seguridad y, además, también puede mantener la esencia de la fachada original. La fachada del establecimiento es muy importante, de hecho, esta es la primera impresión que reciben los potenciales clientes y quienes pasean por la calle.

3. Iniciar una nueva etapa en el negocio

Esta reforma puede contextualizarse como un paso más en la historia de un negocio que avanza hacia nuevos objetivos. La renovación del local añade valor al propio inmueble. Un proyecto centenario experimenta distintas etapas en su larga vida.

4. Reforma parcial

Conviene llevar a cabo un proyecto que se ajuste a las necesidades del local. Las reformas integrales son gestionadas por los profesionales pero, además, también existen obras que requieren de una actualización más concreta. Y esta renovación produce un cambio significativo en la estética del lugar.

5. Atención al cliente

Aquellas mejoras que se llevan a cabo en el establecimiento producen un efecto directo en la atención al cliente. Esta reforma influye en la experiencia de compra del consumidor. Por ejemplo, la reforma puede ampliar la zona de escaparate que muestra los productos más destacados.

Estas son algunas de las razones para reformar un local comercial en algún momento de su historia.

1. El precio de compra o alquiler en la zona

El precio de un inmueble puede variar de forma significativa en una ciudad en función de dónde se encuentra ese espacio. Aunque el emprendimiento en un barrio céntrico incrementa la visibilidad, los elevados precios hacen que esta opción sea poco viable en muchos casos.

2. Distancia del domicilio

Eso no significa que el lugar elegido para montar un negocio deba estar muy cerca de la calle en la que se encuentra el hogar del emprendedor. Pero el domicilio, como espacio de referencia para el protagonista, sí define un punto muy importante del mapa cotidiano de quien se encuentra inmerso en este proceso de emprender.

Por ello, la elección del local se contextualiza en el entorno de la vivienda, aunque el emprendedor realice varios kilómetros cada día.

3. Cercanía del local con otros proyectos del barrio

Al elegir un local comercial no solo es positivo observar las instalaciones del mismo, sino también poner en relación este punto de venta con la proximidad de otros comercios o proyectos de la zona. Por ejemplo, quien quiere montar una imprenta, puede priorizar la elección de un barrio en el que emprender cerca de un colegio.

4. Espacio del local

Cada tipo de emprendimiento tiene una necesidad concreta de espacio para ponerse en marcha. Por ello, la elección del local comercial también está condicionada por esta cuestión.

En conclusión, la elección de un local comercial depende de la suma de distintos detalles como hemos comentado.

Pérdida de clientes

No te enfoques únicamente en la perspectiva de los clientes que vas a ganar, sino de aquellos que vas a perder. En este cambio de dirección es habitual que aquellas personas que visitaban con frecuencia el anterior local, no continúen comprando en el nuevo.

Qué ganas con el nuevo local

Si haces un cambio de ubicación, está claro que emprendes esta decisión con la perspectiva de mejorar. Por esta razón, no debes analizar las posibilidades del nuevo local de un modo independiente, sino siempre en relación con la tienda que vas a cerrar. De este modo, a través de la comparación de ambos locales puedes establecer ventajas e inconvenientes.

¿Cuál es el motivo del cambio?

El momento del cambio de local es una buena oportunidad para hacer balance de cuáles son las carencias del negocio puesto que, no todas las carencias se compensan con el simple cambio de dirección. Es decir, tal vez para revitalizar las ventas de tu negocio tengas que tomar otras decisiones más importantes.

Alternativas al traslado

Otra alternativa al traslado es la reforma del local actual para potenciar las posibilidades de espacio, luz y estética. Una reforma que requiere de una inversión para dar una nueva presencia a la tienda.

Por tanto, antes de hacer el cambio de ubicación de una tienda es muy importante que valores las ventajas y los inconvenientes.

Mayor visibilidad

Una de las razones más importantes es por la visibilidad que aporta tener un local cuya entrada esta situada en la calle. Por tanto, los clientes pueden observar la estética de la fachada, fijarse en ese negocio, situarlo en el mapa. Por el contrario, el inconveniente de los negocios en un primer piso es que corren el riesgo de caer en la invisibilidad. Ya que aunque es habitual colocar placas identificativas en el portal, la mayoría de los transeúntes pasan de largo sin detenerse en esta información.

Mayor cercanía con el cliente

Los negocios a pie de calle invitan más a entrar y preguntar cualquier duda gracias a su cercanía y la imagen que proyectan que aquellos que están situados en un primer piso en donde, lo más probable es que los clientes interesados llamen por teléfono para hacer una consulta pero no entran directamente al local.

Imagen de marca

Gracias a esta visibilidad y mayor cercanía mejora de forma directa la imagen de marca del local sin tener que invertir más. En la propia estética de la fachada del local es posible reforzar la imagen de marca a través del letrero exterior o incluso, el dibujo del logo en la cristalera del escaparate.

Y sin embargo, mientras que los negocios a pie de calle son una muy buena elección para algunos negocios, no son la mejor opción para otros proyectos. Por ejemplo, una consulta de psicología donde muchos pacientes valoran mayor intimidad y discreción al acudir a las sesiones. Por eso, muchos psicólogos montan su consulta en un primer piso, por ejemplo.

Ventajas de la arquitectura interior

Y esta estética está conectada con la necesidad de ofrecer experiencias agradables a los clientes que sienten la bienvenida al local. Por ejemplo, el arquitecto toma decisiones que son muy importantes desde el punto de vista estratégico: cómo colocar las diferentes secciones del espacio para crear una armonía de conjunto, cómo disponer el mobiliario del local, sin obstaculizar zonas de acceso o de paso.

La arquitectura de interiores es una herramienta creativa para encontrar las mejores soluciones a los posibles imprevistos que pueden surgir durante el proceso de obra.

Qué es la arquitectura de interiores

El profesional experto conoce la normativa de seguridad y construcción, sabe qué materiales son los mejores, elabora mapas para la distribución del espacio, tiene el conocimiento para potenciar las posibilidades de un espacio encontrando siempre las mejores soluciones. La arquitectura de interiores goza de gran éxito actualmente, por esta razón, también es una vía de especialización para los profesionales de este sector. Es importante no confundir esta práctica con el diseño de interiores. El arquitecto de interiores tiene también una visión de psicología en tanto que analiza cómo hace sentir un espacio.

Beneficios de un parque industrial

En un parque industrial puedes obtener beneficios importantes, por ejemplo, óptima ubicación, un gran equipamiento del espacio con los mejores recursos, un amplio catálogo de servicios y la infraestructura operativa necesaria. De este modo, se crea una separación de espacios entre las localizaciones de desarrollo industrial y los espacios urbanos. Observándose como un beneficio común esta diferenciación.

Un parque industrial también es un medio para alimentar la actividad de una zona determinada. Los integrantes de un parque industrial observan como una potencial ventaja la retroalimentación de crear comunidad en un núcleo concreto asociado a la actividad empresarial.

Facilidades de un polígono industrial

Estos parques tienen un buen sistema de comunicación al estar conectados con carreteras principales de acceso. Además, también ofrecen recursos de abastecimiento de agua, servicio de red eléctrica, seguridad, amplia zona de aparcamiento y luz. Este tipo de espacio es un incentivo para impulsar el desarrollo del emprendimiento. Por ello, son zonas que también atraen a potenciales inversores. También conocido como polígono industrial, está acondicionado para una buena gestión del transporte, algo tan importante para la expansión de cualquier proyecto.

Estilo del local

También puedes elegir un local u otro determinado concretando, previamente, cuál es el estilo que quieres que proyecte el negocio. Si por ejemplo, tu idea es montar una tienda de libros antiguos, entonces, debes encontrar un local que armonice con este aire atemporal, eligiendo un local con historia propia que parece guardar en cada rincón la vida del paso del tiempo.

Las calles más céntricas de los barrios principales de las ciudades y pueblos son el mejor punto para montar una librería, al ser lugares de tránsito. Calles comerciales en las que hay otros muchos negocios de distinto tipo, por ejemplo, bares, tiendas de alimentación y boutiques de moda. De este modo, el libro como producto se integra como un atractivo más.

Mientras que las tiendas de ropa tienen una competencia alta de negocios de una misma temática, por el contrario, las librerías son negocios más exclusivos. Que, sin embargo, al estar situadas en zonas de amplia vida comercial, también se nutren de esta actividad.

Accesibilidad de la zona

Otro aspecto que conviene valorar en las ciudades es qué acera de la calle es la más comercial. Observa también el mobiliario urbano ya que las zonas próximas con bancos y jardines invitan a la lectura de un buen libro.

Interpretación de planos

El arquitecto trabaja principalmente sobre la estructura del local que es la base. Por esta razón, también tiene un conocimiento técnico en la interpretación de los planos. De este modo, el trabajo de un arquitecto puede ayudarte a tomar decisiones de acuerdo a la interpretación de distintos planos con los que optimizar el espacio de forma distinta. Los planos tienen en cuenta el estado actual del local y el estado ideal que se quiere crear.

El arquitecto también tiene un conocimiento claro de la normativa vigente que te permite delegar la realización de obras en un profesional experto. Además, a lo largo del proceso de obras por la reforma de un local tienden a surgir imprevistos que un arquitecto es capaz de solventar y podrá asesorar al equipo de obra sobre qué es conveniente hacer.

Proyecto personalizado para cada cliente

El arquitecto elabora un proyecto personalizado y adaptado a las necesidades de cada cliente y su presupuesto aproximado. Trabajará a partir del espacio disponible en el local para poder maximizarlo desde un punto de vista funcional de acuerdo al tipo de negocio que el emprendedor va a montar. El arquitecto puede realizar una supervisión personalizada a lo largo del proceso de obra.