1. Definición de metas y objetivos de crecimiento

La expansión debe acotarse de una forma más precisa por medio de la definición de metas y objetivos de crecimiento. Es decir, estos datos deben contextualizar el nivel de alcance del cambio que se desea impulsar en el proyecto. ¿Cuál es el escenario que quieres crear y alcanzar a partir de la realidad presente?

2. Estado actual: diagnóstico de la situación de la entidad

Los objetivos de expansión y crecimiento describen el desarrollo potencial de la idea de negocio. Sin embargo, antes de dar el primer paso hacia la meta, conviene profundizar en el estado actual de la entidad a través de un diagnóstico de situación que proporciona un conocimiento objetivo de aquello que es viable o, por el contrario, de las alternativas que resultan difíciles de conseguir. Es recomendable que haya una conexión y una coherencia entre los objetivos de futuro y el escenario presente.

3. Conocimiento del entorno: riesgos y oportunidades

El plan de expansión no solo pone el acento en la entidad en sí misma, sino también en el marco en el que se desarrolla. Es importante conocer el entorno para investigar las amenazas y oportunidades. ¿Qué factores y variables son favorables para la óptima evolución de la empresa? ¿Y qué ingredientes pueden interferir y entorpecer el cumplimiento de sus objetivos?

4. Estrategia con una orientación práctica

El plan de expansión de una entidad responde a preguntas clave que impulsan un proceso de investigación en torno a la empresa en sí misma y su relación con el contexto. Pues bien, la estrategia responde principalmente en torno al cómo.

Es decir, explica qué pasos son valiosos para conseguir los objetivos y metas de crecimiento. Pues bien, la hoja de ruta debe destacar por su orientación práctica. El cambio no solo requiere de reflexión y previsión, sino también de la determinación que supone llevar a término el plan inicial por medio de la acción.

5. Recursos y medios necesarios para la expansión empresarial

¿Qué recursos y elementos necesita la entidad para impulsar su propio plan de expansión? ¿Qué herramientas son prioritarias y cuáles tiene a su disposición en la actualidad? ¿Y qué es posible hacer para ampliar el inventario inicial con otros bienes? ¿Qué alternativas son apetecibles pero quedan fuera del alcance de la empresa en la actualidad?

¿Por qué es tan importante profundizar en torno a los medios? Porque esta perspectiva aporta luz a la viabilidad de los objetivos marcados o la hoja de ruta diseñada.

6. Toma de conciencia: acciones para minimizar el riesgo

El plan de expansión de una empresa se alinea con la perspectiva del crecimiento. Es decir, nace motivado por la expectativa del cambio, la oportunidad y el beneficio. Para ello, es preciso implicar a las personas que forman parte del proceso y facilitarles los medios disponibles para avanzar. También es recomendable compartir información en torno a los motivos, las causas, la finalidad y la propuesta de valor que sintetiza la esencia de la expansión. Sin embargo, es muy importante acotar y contextualizar todos los pasos en un mapa realista. Y el riesgo es inevitable en cualquier proceso de crecimiento, incluso cuando las decisiones se asientan sobre una base firme.

El riesgo, en mayor o menor medida, siempre es una constante. Desde una perspectiva positiva, invita a la prudencia. Por ello, el plan de expansión de una empresa debe contemplar varias alternativas antes de establecer el eje central del proceso.

1. Ampliar la cartera de clientes

El contexto actual está condicionado por la incertidumbre, la complejidad y el cambio. Hacer planes a medio o largo plazo es un desafío objetivo puesto que cualquier planificación puede romperse a partir de la irrupción de nuevas variables. Sin embargo, emprendedores, empresarios, vendedores y talentos creativos destacan por su capacidad para encontrar nuevas oportunidades en diferentes ámbitos como, por ejemplo, el comercial. Por ello, es positivo que empresas y negocios cuenten con acciones y estrategias para ampliar la cartera de clientes.

2. Mejorar la comunicación con los proveedores en empresas y negocios

Organizaciones y entidades pueden poner el foco, principalmente, en la atención al cliente. Por ello, el conocimiento del público objetivo y de sus necesidades potencia el éxito y los resultados positivos. Pues bien, el trabajo en equipo es clave en la actualidad. Y esta forma de colaboración se muestra en distintas perspectivas como, por ejemplo, las alianzas que un emprendimiento establece con los proveedores que influyen de forma notable en la calidad del servicio.

3. Estrategia de marketing de contenidos en empresas y negocios

Muchos negocios muestran un punto débil: un blog desactualizado. Es decir, una página que no añade nuevos contenidos desde hace tiempo. Por ello, una estrategia de marketing efectiva produce un impacto favorable en términos de visibilidad, posicionamiento, proyección y confianza. Es decir, a partir del próximo año, es posible identificar carencias específicas en el plano del marketing y la comunicación, en el contexto de un diagnóstico adaptado a la realidad del proyecto corporativo.

4. Fortalecer la ciberseguridad en negocios y empresas

El concepto de seguridad es holístico en el plano corporativo puesto que va más allá del cuidado y protección de las instalaciones de una empresa, por ejemplo. También hace referencia a la seguridad y bienestar de los empleados por medio de la prevención de accidentes de trabajo.

Y, por supuesto, el gran desafío de la seguridad en el contexto actual también se desarrolla a través del marco digital. Por esta razón, fortalecer la ciberseguridad en negocios y empresas por medio de la tecnología y la formación continua son aspectos clave para construir una cultura sólida en torno a este asunto.

5. Organización de eventos en invierno, primavera, verano y otoño

Los propósitos de Año Nuevo pueden reforzar la creatividad y la innovación alrededor de distintos factores. El valor de las experiencias de marca es clave en negocios y empresas. Por ello, la organización de eventos tiene tanta proyección actualmente (no solo en Navidad). Es posible comenzar el mes de enero con la perspectiva de un próximo acontecimiento que merece una perfecta planificación.

6. Potenciar la inclusión y la igualdad de oportunidades

El talento y las habilidades están presentes en cada ser humano en diferentes formas. La visión de la empresa puede favorecer la inclusión y la igualdad de oportunidades o, por el contrario, caer en la trampa de errores que persisten en la actualidad como el edadismo. De este modo, cuando la edad se percibe como un límite negativo, muchas personas llegan a sentirse como si fuesen invisibles frente a las capacidades de otros perfiles más jóvenes.

El camino de una empresa puede estar perfectamente iluminado por propósitos que fortalecen su imagen corporativa. En Empresariados compartimos una selección de ejemplos concretos a modo de inspiración.

1. Prioriza las metas más importantes

El número de propósitos y las expectativas pueden ser tan elevadas que conviene acotar el mapa de realidad en torno a tres objetivos principales. Es decir, prioriza esos aspectos que quieres conseguir no solo por lo que representan en sí mismos, sino también por cómo pueden ayudarte a avanzar hacia próximas metas.

2. Establece hábitos que alimenten tu constancia y tu motivación

Es difícil conseguir un objetivo a largo plazo cuando el ritmo de la rutina está condicionado por la improvisación. Por el contrario, el orden, la organización y los horarios habituales te ayudan a familiarizarte no solo con tus metas, sino también con lo que tienes que hacer para llegar a ellas. No boicotees el plan de acción con la trampa de la postergación. Simplemente, apóyate en esos hábitos que fortalecen tu voluntad y tu capacidad de superación.

3. Crea un calendario para hacer un seguimiento de tu proceso

Generalmente, las metas más relevantes no se logran de manera inmediata. Cuando analizas el camino que has completado para llegar al objetivo final, percibes una secuencia de pasos que están interconectados. Pues bien, esas acciones y plazos temporales también pueden quedar representados en un cronograma que te guía de principio a fin. Pero el mapa no debe limitar tu libertad, tu capacidad de adaptación al cambio o tu visión de la realidad. Es una herramienta de apoyo, pero es posible que debas hacer algunos ajustes en la previsión inicial.

4. Coaching para conseguir tus metas como emprendedor

En ocasiones, emprendedores y autónomos consideran que necesitan apoyo externo para conseguir sus metas. En ese caso, el coaching se presenta como una alternativa de referencia para seguir, avanzar y crecer. Porque puedes explorar distintos itinerarios para llegar a la meta y tienes la capacidad de desarrollar nuevas habilidades.

5. Visualiza el momento en el que consigues tu próxima meta

La visualización no es garantía de éxito, pero alimenta la autoestima profesional ante un reto complicado. Dedica un tiempo cada día a recrearte en esa imagen de ti mismo que te ayuda a conectar con tu fuerza, tu perseverancia y tu potencial.

6. Crea redes de apoyo: fomenta el valor de la ayuda y la colaboración

En tu carrera como emprendedor, conocerás a otras personas que se enfocan en el individualismo, en la lucha de egos y en la vanidad. Pero también tendrás la posibilidad de conectar con profesionales generosos que te ayudan a abrir nuevas puertas. Quizá puedas identificar a alguien que ya ha influido positivamente en tu camino. Pues bien, surgirán nuevas alianzas.

7. Celebra los pequeños pasos: premia y reconoce tu esfuerzo

El cumplimiento de una meta representa el verdadero sentido del premio. Pero la compensación y el reconocimiento no deben quedar condicionados a esa expectativa. Tú mismo puedes valorar tu implicación, tu esfuerzo y tu compromiso. Sencillamente, si has realizado alguna acción que te ha costado mucho esfuerzo, descansa y disfruta.

8. Cuaderno de inspiración

La escritura es una herramienta muy valiosa que puedes utilizar como emprendedor. Durante el plan de acción, utiliza un cuaderno de inspiración para escribir o dibujar ideas que pueden surgir en el momento más inesperado. Cuando te pones en movimiento para avanzar hacia la meta, todo cambia en tu interior (aunque los resultados no sean visibles de manera inmediata).

1. Mejorar la facturación durante el próximo trimestre

Los objetivos de negocio pueden concretarse en el ámbito económico. En ocasiones, las expectativas de mejora y crecimiento se contextualizan en el apartado de la facturación. En ese caso, es recomendable acotar un porcentaje específico que se presenta como una expectativa realista en un plazo de tiempo perfectamente establecido.

2. Rebranding: actualizar la imagen de una empresa

Existen diferentes puntos de inflexión en la historia de una entidad que desarrolla su actividad a lo largo de décadas. Una nueva imagen puede ser clave para transmitir un mensaje actualizado y conectar con nuevos clientes. Por ello, el rebranding es una estrategia definitiva para posicionar un logo o un nombre totalmente renovado.

3. Organización de eventos con impacto

Los objetivos de negocio pueden ampliarse a lo largo del tiempo. Es decir, el equipo de un proyecto tiene la oportunidad de afrontar nuevos retos a través de la innovación y el dinamismo. La organización de eventos es clave para crear experiencias únicas e irrepetibles en torno a la empresa. Es esencial ajustar la idea a la capacidad de inversión que tiene la entidad. Es decir, la iniciativa debe adaptarse a un presupuesto perfectamente planificado. Algunas de las celebraciones más esperadas se contextualizan durante el periodo navideño. Pero hay otros muchos momentos del calendario en los que un evento se convierte en una excelente idea.

4. Potenciar la presencia de la empresa en nuevos canales de comunicación

La comunicación es indispensable para transmitir una propuesta de valor clara a los clientes. A su vez, cuando una empresa muestra una imagen positiva de sí misma, también despierta el interés de profesionales en búsqueda de nuevas oportunidades de trabajo. Por esta razón, es recomendable potenciar la presencia de la entidad en nuevos canales de comunicación como, por ejemplo, en prensa, blogs de autoridad, redes sociales…

5. Ampliar el catálogo de productos y servicios

Cuando un proyecto se posiciona en un campo concreto, alcanza un alto grado de especialización. Sin embargo, también es posible diversificar el catálogo, para poner el acento en novedades que complementan la oferta previa. En ocasiones, la clave del éxito de un negocio que evoluciona a largo plazo reside, principalmente, en su capacidad para diversificar su catálogo.

6. Implementar medidas de conciliación

Un negocio crece en colaboración con el equipo que lo compone. Aquellas medidas que mejoran las condiciones de los profesionales, repercuten en la productividad y los beneficios. Por ello, los objetivos de una empresa también pueden alinearse con una dirección clara: el apoyo a la conciliación por medio de fórmulas específicas como la implementación del teletrabajo.

7. Impulsar la sostenibilidad y la protección del entorno

Una empresa o un negocio comunica información clave sobre el proyecto por medio de aquellas acciones que lleva a cabo. Su responsabilidad en la protección del entorno puede alinearse en direcciones diferentes. Por ejemplo, las medidas que fomentan la innovación desde la sostenibilidad producen una huella muy valiosa en el entorno. Es un compromiso que resulta esencial en la actualidad.

8. Impulsar el team building

Los objetivos de un proyecto pueden poner el acento en el plano económico, en los productos y servicios, en el marketing y, por supuesto, en el equipo humano. El team building es una tendencia que ya inspira a muchas empresas en la actualidad. Ofrece experiencias clave para mejorar la cohesión, la colaboración, la comunicación asertiva, la gestión de conflictos, la empatía, la creatividad, la inteligencia emocional y el talento.

1. Marketing estacional en verano

El marketing es uno de los medios que influye significativamente en la comunicación y en la conexión con los potenciales clientes. La llegada del verano no significa que las acciones de promoción queden en un segundo plano. De hecho, la fuerza del marketing estacional puede dar muy buenos resultados.

2. Trabaja para lograr objetivos positivos y realistas

Si quieres que el verano se convierta en una oportunidad para tu negocio, no pierdas de vista cuál es el foco de atención. Es decir, dirige la mirada hacia esos objetivos realistas y positivos que, una vez logrados, pueden convertirse en un paso decisivo para seguir avanzando hacia próximas expectativas de otoño.

3. Planifica el tiempo de vacaciones

Si tu negocio cierra unos días durante las vacaciones, planifica ese periodo. Establece las fechas clave y adelanta aquellas gestiones que puedes realizar ahora para concretar con más tranquilidad los detalles de ese momento. Las jornadas previas al comienzo de un tiempo de vacaciones pueden ser muy intensas. Pero la actividad se intensifica todavía más cuando se posponen tareas que, en algunos casos, se transforman en urgentes. Planifica tus vacaciones con un objetivo claro: desconectar de tu negocio durante los días de descanso. Tal vez no puedas aplicar esta premisa de forma literal. Sin embargo, sí es importante que crees un horario específico para atender posibles llamadas o revisar el correo electrónico.

4. Formación en verano para autónomos y emprendedores

El verano puede representar el tiempo para descansar y desconectar. Pero también ofrece oportunidades para el aprendizaje, la formación y el desarrollo de competencias. Existen diferentes espacios que potencian el intercambio de información, la ampliación del conocimiento y el networking. La oferta de cursos de verano de las universidades también puede despertar el interés de autónomos y emprendedores que desean actualizar el currículum por medio de la participación en talleres en los que intervinen ponentes especializados.

5. Innovación en los negocios durante el verano

Para hacer una previsión de los objetivos comerciales que quieres lograr en verano, también puedes poner en perspectiva la realidad del negocio en el mismo periodo de años anteriores. El éxito del proyecto durante los meses de julio y agosto no va a depender de repetir exactamente las mismas acciones. La innovación, ese factor tan complejo pero tan importante, alimenta el éxito estival en cualquier sector. Al menos, es una perspectiva que, cuando se materializa en la práctica y es percibida por los potenciales clientes, abre puertas.

6. Medidas de conciliación para impulsar el bienestar del equipo

El verano es un periodo muy señalado en un proyecto. No solo puede enmarcar la etapa de las vacaciones, sino que también es posible impulsar medidas de conciliación para que el equipo disfrute de mejores condiciones durante un periodo en el que es positivo encontrar el equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Las medidas van a depender de la realidad y las posibilidades del propio proyecto. Por ejemplo, algunos equipos disfrutan de los beneficios que aporta el horario continuo durante los meses de julio y agosto. Por tanto, el éxito del negocio en verano también puede estar en sintonía con la búsqueda del bienestar profesional.

El verano ya está tan cerca en el calendario del negocio que es importante planificar ese periodo con calma.

1. Un propósito necesita una buena estrategia

El propósito refleja la intención de conseguir un aspecto específico. ¿Cómo trasladar la intención a la práctica de la experiencia? Por medio de un plan de acción flexible y realista.

La estrategia desarrollada responde a la pregunta que explica cómo llegar hasta la meta. La planificación debe alejarse de cualquier tipo de idealización. Debe contextualizarse en la realidad actual del negocio que dispone de un número de recursos concreto. Los propósitos, y la manera de abordarlos, no solo deben adaptarse al escenario actual, sino también a la misión y la visión de la entidad. Es decir, deben mantener una armonía con la cultura corporativa.

2. Propósitos que mejoran el escenario previo

Los propósitos de empresa pueden percibirse como un reto estimulante. Así sucede cuando están acompañados por una expectativa de cambio. Pero las mejoras llevadas a cabo no solo pueden impulsarse en el futuro. Las medidas aplicadas ahora pueden suponer una evolución respecto al ciclo previo. De este modo, el negocio experimenta un proceso de gestión consciente. Es importante redactar los propósitos por escrito para darles una estructura clara. En caso contrario, es posible confundir el significado de un deseo con un objetivo.

3. Implicar a los empleados en los objetivos

Los propósitos de empresa se plantean por medio de objetivos que son temporales: ¿En qué momento del año se contextualiza el cumplimiento de cada uno de ellos? Es decir, puedes hacer una previsión en torno a esta cuestión. Es recomendable que el propio equipo esté implicado en el plan de acción. La colaboración, la coordinación y el trabajo de los colaboradores mejoran la productividad y los resultados.

Existen diferentes tipos de metas que son relevantes en el ámbito empresarial. Pues bien, los propósitos a corto plazo, aquellos que se completan a lo largo del año, adquieren una visibilidad especial durante el mes de enero.

4. Proceso de seguimiento

El cumplimiento de los propósitos de empresa puede resultar más complejo de lo que habías imaginado en un primer momento. De hecho, el camino se complica cuando se produce una falta de seguimiento. Por el contrario, conviene poner el foco en el asunto para identificar mejoras, errores, fortalezas y cualquier aspecto que sea relevante en el contexto.

Es decir, el seguimiento puede ayudarte a identificar la evolución o el estancamiento experimentado en la estrategia inicial. Ofrece una perspectiva que es clave para extraer conclusiones a partir de datos definidos, comprobables y observables. Los propósitos de Año Nuevo pueden integrarse como una prioridad en negocios y empresas. Para que se materialicen en la práctica deben tener este nivel de protagonismo.

5. Empieza a trabajar en el primer propósito

Un emprendedor no necesita que sea el principio de año para fijarse nuevas metas relacionadas con su proyecto. Sin embargo, es habitual que en este periodo se concreten nuevas expectativas. En ese caso, acota las opciones a la realidad. Establece un orden entre aquellos propósitos que se integran en el mapa corporativo a partir de ahora. ¿Y cuál es el reto en el que vas a empezar a trabajar en primer lugar? Ten en cuenta que no todos los asuntos poseen el mismo orden de importancia.

1. Planifica

No tienes el poder de adivinar con certeza qué sucederá dentro de un tiempo. Pero sí posees una capacidad que te aproxima hacia el futuro: la planificación es esencial para anticipar situaciones que quizá ocurran en algún momento.

2. Formación continua

La implicación en tu propio proyecto no debe reducir el tiempo de estudio a cero. Los emprendedores proactivos se forman continuamente, y no solo a través de la realización de cursos. También alimentan el hábito de la lectura de libros sobre negocios, finanzas, coaching, recursos humanos y empresas.

3. Resuelve tus dudas

Las dudas pueden irrumpir en cualquier etapa de un proyecto. En ese caso, es recomendable no adoptar un rol reactivo y quedar a la espera de que esas cuestiones se aclaren en algún momento. Implícate para encontrar la respuesta. Quizá necesites contar con el asesoramiento de un profesional especializado en ese campo.

4. Sé proactivo en el networking

Así como es recomendable que hagas espacio para la formación, también es positivo que mantengas el hábito de acudir a eventos de networking. Pero el primer contacto debe completarse con otras comunicaciones que fortalecen el vínculo profesional. En ese caso, no quedes a la espera de que otros profesionales tomen la iniciativa de proponerte alguna idea.

5. Visualízate como un emprendedor proactivo

La proactividad se ejercita a través de la práctica. Es decir, se materializa por medio de la experiencia y la repetición. Pero también existen técnicas que te permiten incrementar tu autoconfianza si quieres desarrollar habilidades tan importantes como esta. En ese caso, visualiza el momento en el que afrontas aquellas tareas que sueles posponer en exceso.

1. Permanecer enfocado en una única idea

Generalmente, la realidad presenta otras alternativas. Quizá un camino sea especialmente complejo. Pero no es el único itinerario que puedes descubrir para llegar hasta el punto final.

2. No establecer un orden de prioridades en las metas

Todo objetivo requiere de compromiso, dedicación y tiempo. Sin embargo, los minutos disponibles en tu agenda no son infinitos. Por ello, debes establecer un orden de prioridades para decidir a qué propósito quieres dedicar más espacio por tratarse de una cuestión más relevante. Un número extenso de metas eleva la atención dispersa.

3. Alimentar un discurso interior negativo

El deseo de recibir motivación y reconocimiento puede centrarse en alguien externo. Pero lo verdaderamente importante es que un profesional refuerce su propia implicación interna. Por ello, es recomendable que identifique aquellos mensajes negativos que se repite frecuentemente. El riesgo de esas creencias limitantes es que pueden llegar a vivirse como si fuesen realmente ciertas.

Recuerda que más allá de cualquier mensaje limitante, puedes impulsar otras ideas potenciadoras que elevan tu talento.

4. No contemplar los obstáculos en el plan de acción

En ocasiones, el nivel de motivación parece muy alto porque la persona ha idealizado la meta y la forma de llegar a ella. Pero es habitual que en todo plan de acción surjan obstáculos e imprevistos que pueden poner a prueba la implicación inicial.

5. No celebrar las pequeñas metas

El cumplimiento de un propósito importante merece una celebración consciente. Pero también conviene poner en valor otros retos que, aunque parezcan más sencillos, reducen la distancia con el punto final. Céntrate en las acciones de cada día y recuerda que tienen una conexión con el escenario que quieres alcanzar.

1. Se alinean con un objetivo

La agenda de la reunión contiene un esquema de los aspectos más relevantes. Es esencial que los asistentes conozcan cuál es el propósito del encuentro. De este modo, la atención se dirige hacia una misma dirección.

2. Propician el intercambio de ideas

Una reunión productiva es aquella en la que hay espacio para la búsqueda de soluciones. En consecuencia, el campo de posibilidades se amplía por medio de la aportación de propuestas, sugerencias y perspectivas. Es decir, existe una participación activa de los asistentes.

3. Aprovechamiento eficaz del tiempo

En numerosas ocasiones, la planificación teórica no se materializa en la práctica. Así sucede cuando una reunión se prolonga mucho más allá de la hora prevista para el cierre. Una sesión productiva, sin embargo, es aquella en la que existe una verdadera organización de los minutos.

4. Sirven para avanzar hacia el futuro

Las reuniones que no cumplen con su función esencial producen frustración en el equipo. Por el contrario, las sesiones productivas son esenciales para avanzar en proyectos, cerrar asuntos pendientes, implementar mejoras en el trabajo diario o llegar a acuerdos. En definitiva, existe un punto de inflexión a partir de ese proceso. Don decisivas para superar bloqueos, conquistar nuevas metas, hacer balance de los logros alcanzados y planificar otras estrategias.

5. Tienen un clima muy agradable

Las dificultades de comunicación se trasladan al contexto de la sesión. Por el contrario, la empatía, la asertividad, la colaboración, el respeto, la escucha y las habilidades de negociación enriquecen el clima de una reunión productiva en la que se resuelven los temas pendientes y se aclaran las dudas.

1. Ampliar el equipo

Algunos proyectos incrementan su actividad durante el verano. Para dar una respuesta adecuada, ante el aumento de la demanda, surge la necesidad de contratar a nuevos profesionales. De hecho, muchas personas intensifican su búsqueda activa de empleo para trabajar en julio, agosto y septiembre.

2. Organización de una fiesta de verano

Los eventos navideños forman parte de la tradición de numerosas entidades. Las cenas de empresa son un ejemplo de propuesta que se organiza en el mes de diciembre. Los actos solidarios también adquieren una visibilidad especial en ese contexto temporal. Pues bien, muchas empresas deciden dar la bienvenida al verano por medio de la organización de una fiesta estival. Un evento corporativo organizado al aire libre se integra en la estrategia de marketing de la entidad.

3. Preparar la nueva etapa que empieza en septiembre

En un periodo del año que se vincula con el descanso y las vacaciones, los equipos se anticipan a la nueva temporada. De este modo, empiezan a planificar ese escenario próximo que estará marcado por nuevas expectativas.

4. Cerrar la empresa en verano

La decisión de cerrar el negocio durante un periodo de la época estival depende, principalmente, del sector en el que se desarrolla el proyecto. Ten en cuenta que algunas entidades experimentan un incremento en el número de clientes, si el verano representa la temporada alta. Sin embargo, cerrar el negocio para descansar durante unos días es una meta frecuente.

5. Cerrar asuntos pendientes

El periodo de vacaciones debe organizarse con anticipación. En consecuencia, es esencial atender los asuntos pendientes y hacer un seguimiento de los objetivos alcanzados.

1. Perfecta definición de metas y tareas

Para mantener el foco y la dirección en el trabajo diario, es recomendable acotar la lista de propósitos pendientes de realizar. Cualquier meta debe ser viable y realista.

2. Miniobjetivos

Es importante poner en valor los logros y los resultados alcanzados. Sin embargo, el éxito no solo está vinculado con la materialización de objetivos relevantes. Los miniobjetivos son determinantes para consolidar un proyecto.

3. Planificación

El trabajo por objetivos pone el foco de atención, por una parte, en las metas. Pero, a su vez, la expectativa de ese horizonte final es una invitación para diseñar una planificación efectiva. Una previsión perfectamente detallada puede romperse fácilmente ante la irrupción de un imprevisto. Por ello, elabora un plan de acción que sea flexible. Por ejemplo, deja un espacio libre para atender esos asuntos que surgen en el último momento.

4. Análisis de necesidades y prioridades

Todos los objetivos son importantes, sin embargo, es posible establecer una diferenciación en el nivel de relevancia de las metas. Las necesidades y prioridades del proyecto ofrecen una información esencial para tomar decisiones en el contexto.

5. Realiza un seguimiento de las tareas cumplidas y de los propósitos pendientes

El trabajo por objetivos no solo pone el acento en la meta, sino también en el proceso de aprendizaje. Durante ese periodo puedes elaborar un seguimiento de los logros realizados. Y, también, pon en perspectiva las cuestiones pendientes a corto, medio y largo plazo.

6. Identifica los aspectos a mejorar

El trabajo por objetivos no implica hacer cada día lo mismo como ocurre cuando alguien actúa de forma automática. Es importante implementar cambios en el proceso para aumentar las fortalezas y minimizar las debilidades.

1. Ciberseguridad

La seguridad digital no es relevante, únicamente, para los grandes proyectos. Así como el propietario implementa las medidas de protección esenciales en las instalaciones del negocio, también debe reforzar la ciberseguridad.

2. Incorporar nuevos productos al catálogo

El contexto actual, marcado por el cambio de prioridades, también genera nuevas necesidades en los clientes. Y, por tanto, aumenta la demanda de productos y servicios que ofrecen una respuesta ante los desafíos presentes.

3. Crear un plan de ahorro destinado a cubrir gastos inesperados

Una perfecta planificación puede romperse cuando no se tienen en cuenta los imprevistos. Existen muchos aspectos que pueden producirse de forma inesperada. Por ello, un plan de emergencia es clave desde el punto de vista económico.

4. Objetivos de venta

Existen distintos tipos de metas que forman parte del horizonte próximo del comercio. Algunos de los objetivos se enmarcan en el campo de las ventas. Será el tiempo el que determine cuál es el beneficio alcanzado en un periodo específico. Pero un pequeño negocio también puede impulsar las ventas a través de la planificación. Establece un propósito realista para avanzar.

5. Elaborar un plan de fidelización de clientes

Algunos de los compradores se convierten en habituales. El propio negocio puede impulsar la cercanía por medio de un plan de fidelización que conduce hacia esa dirección.

6. Realiza mejoras en el local

Actualmente, muchos de los objetivos de nuevo año se enmarcan en el plano digital. Sin embargo, las instalaciones del negocio también ofrecen una primera impresión y es importante que sea positiva. Tal vez sea necesario realizar algunas mejoras en el local para inspirar confianza, profesionalidad y cercanía.

1. Un nuevo foco

Para reorientar un proyecto, en primer lugar, es esencial encontrar una nueva dirección. Esta dirección no es fruto del azar sino la consecuencia de una eficaz planificación. ¿Y cómo encontrar el foco? Analiza el contexto del proyecto y determina cuál es la meta a alcanzar.

¿Cuál es la razón por la que conviene reorientar el negocio? ¿Cuál es el factor que está condicionando de manera negativa la evolución actual de esta iniciativa? ¿Qué soluciones existen ante esta situación?

2. Análisis DAFO

El análisis DAFO es una herramienta que te ofrece información práctica para analizar en profundidad las necesidades de una situación de cambio. De este modo, tendrás la posibilidad de profundizar en torno a las debilidades de este proceso, las amenazas existentes en esta situación, las fortalezas que deben alimentarse y las oportunidades reales.

El análisis DAFO te ofrece respuestas importantes. Por ejemplo, identifica cuáles son las fortalezas del proyecto y haz de estos ingredientes un valor corporativo a destacar en el plan de reorientación.

3. Reducir gastos

Existen formas de colaboración que ofrecen recursos prácticos a negocios y empresas. La externalización aporta una solución a quienes desean delegar una materia concreta del negocio en un equipo especializado.

4. Repensar el negocio para llevar a cabo su reorientación

La situación actual ha causado un impacto significativo en negocios y empresas. La nueva normalidad está acompañada por circunstancias distintas desde las que es posible repensar el negocio para atender necesidades esenciales en este momento y conectar con el público objetivo.

1. Análisis de la situación actual

La meta debe estar directamente vinculada con la realidad actual del negocio. De este modo, es posible identificar la distancia que existe entre este horizonte y el punto de llegada.

2. Número de propósitos

Es importante que el negocio se oriente hacia objetivos de los que puede ocuparse. Sin embargo, si el número de fines es excesivente elevado, surge una contradicción evidente. El tiempo es limitado, por ello, es esencial establecer un orden de prioridades.

3. Plazo de tiempo

¿Cuántas semanas tienen que pasar hasta que un objetivo sea una realidad? Conviene dar con la respuesta a esta pregunta porque un propósito realista es aquel que ocupa un espacio concreto en el calendario. Cada una de las tareas que forma parte del plan de acción tiene un tiempo de duración.

4. Recursos necesarios

Un objetivo es un propósito. Pero este propósito, a su vez, está acompañado por la pregunta en torno a cómo hacerlo realidad. Por todo ello, es importante hacer referencia a aquellos recursos que resultan indispensables para lograr un fin.

5. Generación de alternativas en el plan de acción

El plan de acción conduce a la meta. Pero quizá no exista un único camino para llegar a ese fin. De hecho, es recomendable que el guion inicial sea lo suficientemente flexible como para adaptarse a esos cambios que surgirán en el camino.

Por tanto, es importante que empresas y negocios planifiquen objetivos realistas en Año Nuevo.

Cómo integrar la sostenibilidad en la entidad

En primer lugar, promoviendo el desarrollo sostenible en la organización, poniendo atención a los resultados, pero también a la óptima gestión de los recursos. Observa qué puede hacerse en el proyecto para contribuir positivamente al propósito de la justicia social que pone en valor aspectos esenciales como la igualdad de género, el acceso a la educación, la creación de espacios verdes o la lucha contra las desigualdades. Una empresa con una cultura sostenible se posiciona como protagonista en este cambio.

Este compromiso con el cuidado de la naturaleza y de las personas tiene una dimensión común que también se traslada a la empresa, ya que es importante que el equipo esté motivado con esta meta. Por ello, conviene hacerles partícipes no solo de esta misión, sino también de los efectos positivos de esta implicación.

¿Cómo dar forma a la cultura de la sostenibilidad en la empresa?

Concretando acciones específicas y realistas que marquen el inicio de este proceso de cambio en la organización. Aunque en el documento que describe esta cultura de la sostenibilidad hay espacio para información general, conviene sintetizar aspectos particulares. Estas acciones alineadas con objetivos a corto, medio y largo plazo definen la dirección a seguir en este plan de acción.

Esta cultura de la sostenibilidad que refuerza la implicación de los empleados, no solo busca esta colaboración, sino también la creación de alianzas con otros organismos que trabajan en esta dirección que busca el bien común de la sociedad en el presente y en el futuro.