Especialización del puesto de trabajo

Aquellas profesiones que requieren un elevado grado de especialización suelen estar vinculadas con puestos de trabajo en los que el empleado gana un mayor sueldo que en aquellos puestos de trabajo que al requerir menor grado de especialidad cuentan con mayor demanda de talento. Además, el grado de especialización también está vinculado con el conocimiento que tiene un profesional y el tiempo que ha dedicado a formarse en este ámbito.

Existen algunas condiciones específicas que también pueden influir en el sueldo del empleado, por ejemplo, la antigüedad también puede verse reflejada en la nómina.

Tamaño de la empresa

El sueldo también puede ser diferente en función del tamaño de la empresa en la que trabaja el empleado. Las grandes empresas tienen más posibilidades económicas que los pequeños negocios. Y este matiz también puede notarse en la retribución salarial. Existen empleos en los que también se ofrece unos incentivos concretos a los trabajadores al ganar un plus cumpliendo unas metas.

Dependiendo de la responsabilidad

Los trabajos que implican una responsabilidad añadida, por ejemplo, liderar un equipo, suelen estar asociados con un sueldo más alto dada la responsabilidad que implica supervisar un equipo de trabajo. Existen algunos puestos de trabajo que también tienen un riesgo de peligrosidad que puede verse compensado en el sueldo.

El horario laboral de un empleado también puede plantear unas connotaciones concretas en relación con el sueldo. El trabajo en fin de semana puede valorarse más a nivel de salario que en horario semanal.

Los años de experiencia profesional

La experiencia profesional es un valor para muchas empresas que pueden pagar más sueldo a un empleado de acuerdo a su trayectoria laboral.

Otro factor que también influye en el sueldo es el contexto social. En este sentido, la crisis económica también ha afectado a la calidad de las condiciones laborales.

Si te has animado a cruzar la puerta para hablar con tu superior de un aumento, estos consejos pueden ayudarle a preparar el camino para que el próximo año tengas cada mes una nómina más jugosa.

1. Consulta los informes retributivos actuales en el mercado y comprueba si tu sueldo se sitúa en la horquilla media por sector. También es muy importante comparar con empresas del mismo tamaño. Esto te dará una pista sobre si puedes negociar al alza o mejor no decir nada.

2. Estudia la política retributiva de la compañía y sus posibilidades para gestionar el talento. ¿Realmente eres imprescindible?

3. Una buena forma de ganar más dinero es proponer un aumento de la parte variable. De modo que si logras los objetivos establecidos por la organización te llevas más comisiones. Sin embargo, también tienes que tener muy presentes otros conceptos que forman parte de lo denominado salario emocional: flexibilidad laboral, desarrollo profesional, medidas de conciliación, teletrabajo, etc.

4. Valora tus capacidades. Realmente debes saber venderte, pero no caer en el exceso, ya que si luego no eres capaz de desarrollar todas las habilidades y capacidades de las que has presumido puedes acabar despedido.

5. Haz una lista de tus aportaciones más importantes en los diferentes proyectos que has participado.

6. Si tienes personal a cargo menciona en todo momento su gran labor, eso reforzará tu posición de líder y también potencia uno de los pilares de toda estrategia corporativa.

7. Evita las comparaciones con otros empleados, de su mismo rango, inferior o superior. No importa, cada uno es diferente.

8. No justifiques un aumento haciendo mención a negociaciones salariales anteriores, eso ya es cosa del pasado. Seguramente la empresa haya evolucionado y la coyuntura económica sea completamente diferente.

9. No olvides mencionar todos tus logros con clientes, trabajo en el extranjero y reuniones en las que hayas logrado mostrar a la empresa más competitiva.

10. Necesitas mucha mano izquierda. Es clave elegir el día más adecuado, nunca el día de la evaluación anual. Primero escucha a tu jefe, mírale al frente, nunca digas que puedes irte si no te suben el sueldo. Luego ya te lo pensarás mejor.

Sin embargo, en muchas ocasiones los empresarios tienen problemas para la fijación de salarios. ¿Hay que pagar lo mismo a todos los directivos? ¿Qué cantidades son las correctas? Para medir lo que vale el trabajo de un directivo, lo primero es conocer el sector y averiguar de algún modo las franjas salariales en las que se mueve la competencia. Otra clave es tener en cuenta la importancia que cada puesto tiene en el negocio. Suele ser habitual que en las grandes empresas el director financiero es el mejor pagado, con una retribución media de 123.000 euros anuales, mientras que en la pyme, el director comercial es la figura mejor remunerada, con 71.500 euros al año, aproximadamente.

Por otro lado, es importante no pactar un salario inferior al establecido en el convenio colectivo, salvo que este documento sea derogado por otro posterior con nuevas tablas salariales.