Motivos para hacer un proceso de coaching ejecutivo

Existen muchas causas que pueden motivar a un profesional a realizar un proceso de coaching ejecutivo: elaborar un plan de acción por un sueño que se pospone continuamente, corregir las carencias en la comunicación, estar estancado a nivel profesional, mejorar la organización del tiempo, aumenta el nivel de ingresos… El coaching es una herramienta valiosa porque impulsa a la acción, es decir, mueve a la persona hacia la consecución de unos objetivos concretos a través de los pasos adecuados.

Es importante que para realizar un proceso de coaching ejecutivo el cliente esté en un momento personal en el que se muestra receptivo hacia el cambio en su vida y esté dispuesto a comprometerse al cien por cien con las exigencias del proceso ya que los resultados dependen principalmente de sí mismo.

Ventajas del coaching ejecutivo

Entre los beneficios del coaching ejecutivo destaca la consecución de una mejor calidad de vida profesional puesto que aumenta el nivel de satisfacción personal. Encontrar un contexto adecuado para la reflexión sobre temas profesionales puesto que este contexto refuerza la atención y la concentración en uno mismo. Una de las causas frecuentes por la que muchos clientes inician un proceso de coaching ejecutivo es porque existe alguna razón que les impide disfrutar de su trabajo.

El coaching ejecutivo nutre la autoestima de quien se da cuenta que los cambios deseados en la mayoría de los casos no surgen a partir del azar sino que uno mismo tiene que crear las circunstancias adecuadas para que se produzcan.

Coherencia entre pensamiento, sentimiento y acción

Una de las claves del liderazgo es la autenticidad. Una autenticidad que se transmite realmente cuando existe la coherencia entre pensamiento, sentimiento y acción a través de la honestidad. Para liderar de un modo efectivo es muy importante unir inteligencia y voluntad: definir el foco en primer lugar para después, elaborar un plan de acción para alcanzar la meta.

Una comunicación constante

La esencia del diálogo se basa en la relación constante entre el líder y los empleados. Esta relación requiere de una comunicación eficaz. Sin embargo, la comunicación es un medio de ida y vuelta. Es decir, tan importante es que compruebes que aquello que tú has querido decir ha sido entendido por tu interlocutor, como que escuches a los demás miembros del equipo para obtener ideas. Existen algunos gestos básicos de comunicación que son muy importantes: cumple tus promesas y expresa la verdad.

Perfecciona tu propio liderazgo

Los profesionales verdaderamente competentes son aquellos que se forman de un modo constante. El mentoring es una herramienta de ayuda especialmente potente para reforzar las habilidades sociales. Conviene puntualizar que aunque una persona tenga una predisposición natural hacia el liderazgo a partir de su modo de ser, lo cierto es que el verdadero liderazo se entrena: por tanto, la formación es un valor universal.

Pero a su vez, tú también puedes ser un mentor de tu equipo a través de consejos valiosos y refuerzo emocional compartiendo tu propia experiencia teórica y práctica adquirida a lo largo de tu trayectoria.

La base del proceso de cambio reside en uno mismo

Mientras que un proceso de mentoring es más largo y dilatado en el tiempo, un proceso de coaching ejecutivo cuenta con unas sesiones concretas que siguen la metodología de la cita previa. Es adecuado que entre una sesión y otra no haya mucho espacio de tiempo porque la cercanía temporal potencia el seguimiento. En este sentido, existen profesionales que apuestan por sesiones semanales mientras que otros prefieren concretar sesiones quincenales. Cada caso es diferente.

El coaching ejecutivo está orientado a potenciar la carrera profesional o el liderazgo del empresario, por esta razón, el objetivo del proceso debe de estar integrado en este ámbito. En el inicio del proceso de coaching ejecutivo es cuando se concretan las metas que la persona quiere conseguir. El tiempo de cada sesión puede oscilar entre 45 minutos y una hora.

Tener apertura emocional

Es esencial que la persona tenga una total apertura emocional a nivel de escucha activa para poder obtener el mejor resultado de ese proceso de coaching. Con la ayuda del coach, es adecuado trazar un cronograma y una ruta de trabajo a seguir para potenciar la planificación del proceso.

En ocasiones, un proceso de coaching ejecutivo puede ser complejo en tanto que en ocasiones, la puesta en práctica de un plan de acción determinado requiere de la colaboración de otros departamentos que en cuyos caso, deberán estar informados.

Qué hacer en una situación así

En una situación de este tipo, es importante que un coachee sea crítico consigo mismo para valorar en qué ha fallado. Hacer autocrítica es básico para asumir los propios errores. En muchas ocasiones, saber qué es lo correcto no es razón suficiente para llevarlo a cabo. Hace falta algo más, un convencimiento absoluto a nivel teórico y práctico con una decisión.

Por ello, si el cliente no está satisfecho con su proceso de coaching debe puntuar, en primer lugar, cuál ha sido su grado de motivación en una escala de 0 a 10. En caso de que la motivación haya sido baja, debe valorar qué puede hacer para mejorar la automotivación o directamente, tirar la toalla y aparcar el proceso para otro momento.

En caso de que el coachee sí haya tenido un grado de compromiso alto con el proceso, puede hablar de forma sincera con el coach sobre su descontento para poder encontrar soluciones.

Conviene valorar también el tiempo dedicado a realizar los ejercicios semanales recomendados durante la última sesión. Existen trabajadores que al estar tan ocupados con asuntos de trabajo, pasan por encima este aspecto que en realidad, es fundamental para hacer un buen seguimiento de un proceso. En otros casos, el problema surge de entrada al haber establecido un objetivo poco realista.

Noción realista del coaching

Hoy en día se utiliza tanto la palabra coaching que existen personas que tienen una noción ideal de este término. El coaching no es una solución mágica a todos los problemas personales o en la empresa. Sino que es una herramienta que debe aplicarse con un criterio para que sea efectiva.

Cuando un proceso de coaching no ha funcionado, es efectivo buscar un plan de acción alternativo porque parte de la clave del éxito reside en insistir.

Herramienta de conocimiento

El eneagrama es una herramienta de autoconocimiento fantástica y también, de comprensión de uno mismo. Es decir, cuando una persona descubre cuál es su eneatipo dominante, entonces, puede verse a sí misma bajo la óptica de una nueva luz.

Sin embargo, el eneagrama aplicado a los procesos de selección puede resultar una forma de reducir de una forma desmedida el modo de ser de un ser humano a un esquema de números que no muestran toda la grandeza personal. Es decir, conviene partir de la base de que existen grandes diferencias entre personas que tienen un mismo eneatipo. Es un error deducir el rendimiento profesional de una persona a partir de la deducción de un número. Tratar así al ser humano es tratarle como si fuese una máquina o una fotocopia de un mismo modelo.

El uso ético del eneagrama

Para lo que sí ayuda mucho el eneagrama es para trabajar en equipo entendiendo el modo de ser de otra persona y cuáles son sus necesidades concretas. Aquella persona que ejerce de líder puede aportar mucha felicidad y armonía al grupo si comprende las necesidades concretas de cada uno, ya que de esta forma, la motivación también aumenta.

El eneagrama ayuda a comprender la diferencia dentro de un mismo equipo y a respetarla, mejorando la comunicación y entendiendo cuál es la posición entre uno y otro. Ningún número del eneagrama es mejor o peor que otro, cada número tiene sus fortalezas y debilidades.

Anota los asuntos pendientes

Existen personas que tienen muy buena memoria y no necesitan tener una agenda pero cuando las gestiones son numerosas, es un descanso hacer anotaciones en una libreta para no tener que cargar con tanta información en la mente.

Mira menos el correo electrónico

El uso de las redes sociales y el correo electrónico, ha llevado al ser humano del siglo XXI a tener una concentración dispersa, lo que significa que muchos trabajadores tienen dificultades para concentrarse al cien por cien en un mismo asunto.

Focalización de la atención

Para entrenar tu mente puedes focalizar tu atención en un asunto concreto. Por ejemplo, al final del día, antes de irte a dormir, puedes recordar cinco momentos de la jornada laboral que hayan sido gratificantes para ti.

También puedes hacer el ejercicio de recordar el nombre de todas las calles que has recorrido en el trayecto del trabajo a tu casa. También, puedes enumerar las fechas de cumpleaños de tus familiares. Aprende de memoria los números de teléfono que utilizas con frecuencia y los correos electrónicos de tus amigos.

Ordena tu despacho

Ordena tu despacho y tu mesa en la oficina porque tener un entorno armónico es básico para tener una buena concentración. El orden externo también ayuda a tener más orden a nivel interno.

Divide el trabajo en secciones

Divide el trabajo en secciones para no sentir que tienes que cargar con todo de golpe, eso puede desbordarte. En cambio, cuando estableces un calendario de tiempos te sientes mejor contigo mismo.

Aprovecha el descanso

Para mejorar tu nivel de concentración también tienes que descansar. Por tanto, disfruta en la hora del café de la compañía de esos compañeros que son simpáticos y agradables.

Desorientación práctica

Estamos en un momento de tanta incertidumbre y de tanta inestabilidad social que parece que el entorno nos predispone a vivir el día a día. Sin embargo, los profesionales que de verdad tienen éxito son aquellos que tienen una visión de futuro más a largo plazo gracias a un plan de acción.

Para saber cuál es tu punto de partida y cuál es tu meta es importante que respondas a las siguientes preguntas: ¿A quién te quieres dirigir? ¿Qué puedes aportar a una empresa? ¿Qué no estás dispuesto a hacer en el ámbito laboral? ¿Cuál es el precio de tus servicios profesionales?

Por otra parte, a modo de tarjeta de visita, también es importante que encuentres una fórmula perfecta, una frase que refleje a la perfección qué haces tú como profesional . Y esa misión es algo mucho más profundo que el nombre de tus estudios universitarios.

El marketing cara a cara

En la actualidad, existen personas que se focalizan únicamente en internet para mejorar su presencia online. Sin embargo, en las ciudades pequeñas y en los pueblos el auténtico conocimiento suele surgir del boca a boca. Por tanto, no descuides tus relaciones personales profesionales y muestra siempre una coherencia entre quién dices ser y cómo te comportas.

No te dejes llevar por aquello que hace la mayoría y ten un criterio propio. Estar en Linkedin no te servirá de nada si previamente no te preguntas sobre cómo puedes sacarle partido a esta red profesional. Antes de hacer algo es importante pensar muy bien en el sentido de esa acción. Y valorar si dicha acción te aleja o te acerca de tu objetivo.

Tienes mucho que ganar

No tienes nada que perder por ser optimista, al revés, tienes mucho que ganar: salud física y emocional, menos preocupaciones, más proactividad y una dirección clara en tu vida. El pesimismo agota y el cansancio se nota en tu rostro a través de rasgos de tristeza que son imposibles de disimular. La sonrisa va generando en ti una imagen de energía positiva porque aquello que das vuelve a ti. Por ello, la sonrisa te ayuda a mostrar una buena imagen en una entrevista de trabajo, en una reunión profesional o en cualquier ámbito laboral.

Razones para entrenar el optimismo

Existen diferentes razones para entrenar el optimismo. En primer lugar, cuando piensas en positivo te ves con mejores ojos a ti mismo. Y esa imagen, te ayuda a potenciar mucho más tu talento, reflejas más seguridad en ti y te centras en todo lo bueno que hay en ti. Por el contrario, cuando entras en la rueda del pensamiento negativo te dices a ti mismo frases desmotivantes del tipo: «no puedo», «no soy capaz».

El optimismo es una medicina natural que no tiene ningún tipo de efecto secundario en tu salud. La forma en la que interpretas la realidad puede ser clave en el camino hacia el éxito porque los ganadores ven una oportunidad en una amenaza y los perdedores, una excusa para quejarse en cualquier situación adversa. No te dejes llevar por la corriente, tú eres el guía de tu vida.

Entrenamiento mental

Marcar distancia respecto de los problemas en el tiempo de ocio implica tener un entrenamiento mental para comprender que es una destreza que se adquiere con la práctica. El primer paso es tomar conciencia del desgaste que implica llevar los problemas encima las veinticuatro horas del día. No ganas nada bueno por tomar esa actitud.

Por el contrario, aparcar esos problemas en tu tiempo de ocio te permite ganar más perspectiva para abordarlos con más fortaleza en otro momento.

No hables de tus problemas

No hables de tus problemas en el tiempo de ocio de una forma constante hasta el punto de que los temas de oficina han robado protagonismo a las conversaciones románticas. No satures tampoco a tus amigos con tus preocupaciones. Hablar de forma constante sobre un mismo tema no te ayuda a desconectar. Una cosa es trata de una forma puntual un aspecto y otra muy diferente, convertirlo en una rutina.

Por el contrario, escuchar a otras personas te permite relativizar tus propios conflictos internos.

Hábitos positivos

Ten hábitos tan positivos como el de evitar llevarte el trabajo a casa o prolongar por rutina tus jornadas laborales. Busca actividades de ocio que te permitan disfrutar y desconectar de tus preocupaciones. Salir a pasear todos los días también es una buena rutina de higiene mental. Cuando una idea venga a tu mente de una forma recurrente anótala en un papel. Apaga el teléfono móvil en la hora de la comida o en esos momentos en los que no quieres que te interrumpan.