1. Falta de tiempo para practicar el networking

La dedicación principal se centra en objetivos que ocupan grandes espacios de tiempo. Por ello, existen aspectos que, más allá de su relevancia, pueden pasar más desapercibidos en algunas temporadas. Y es algo que ocurre de forma habitual con el networking presencial o con la formación continua. Cada profesional puede trasladar esta idea a su perspectiva. Es posible que identifiques alguna cuestión relevante a la que, sin embargo, no dedicas la atención que deseas.

2. No es fácil desconectar de las responsabilidades profesionales

Generalmente, la rutina del emprendedor o el autónomo se percibe desde otro ángulo cuando se analiza a nivel externo. La vivencia cambia cuando el proceso se experimenta en primera persona. No es fácil desconectar de las responsabilidades profesionales cuando tantos aspectos del negocio dependen de uno mismo. En ocasiones, el profesional se mantiene inmerso en la búsqueda de un equilibrio que no siempre se muestra en el grado exacto.

3. Cambios en la planificación del día o la semana

La planificación prepara a cualquier profesional para afrontar de manera proactiva los retos de la semana. Sin embargo, nunca se debe descartar la posibilidad de que se produzca una circunstancia externa ante la que sea preciso actualizar la agenda. Pues bien, no es sencillo hacer estas modificaciones cuando la agenda deja poco margen para hacer ajustes. De este modo, quedan objetivos pendientes.

4. El impacto de la carga mental

Es importante gestionar la responsabilidad desde el rol de autónomo o emprendedor. Pues bien, existe un concepto que resulta muy descriptivo en la rutina profesional: la carga mental no tiene por qué ser constante, ni permanente. Tampoco afecta a todas las personas que lideran un proyecto. Sin embargo, sí puede vivirse en procesos que presentan un alto nivel de exigencia.

Más allá del deseo objetivo de conectar plenamente con el presente, la atención se centra en el futuro. Este se traslada al ahora por medio de las gestiones pendientes, las tareas del día, las dificultades de conciliación y otros asuntos personales. La carga mental también se relaciona con otros factores como la exigencia continua, el estrés o el cansancio.

5. Adaptación al cambio

El término rutina se relaciona con una planificación que destaca por su estabilidad. Es decir, se repite y se consolida en la agenda profesional. Es una organización del tiempo que, cuando se personaliza y adapta a las necesidades del proyecto, aporta seguridad. Pues bien, las novedades, los cambios y la rapidez con la que irrumpen, ponen a prueba a autónomos y emprendedores que, en ocasiones, conviven con la soledad, las dudas o la incertidumbre durante el proceso.

6. Dudas ante decisiones importantes que producen consecuencias relevantes

Un emprendedor puede delegar algunos aspectos en los colaboradores o en otros profesionales especializados. Pero es un proceso que no puede trasladarse a cualquier contexto de forma universal. Es decir, existen cuestiones que el profesional asume como responsable del proyecto. Y las dudas, aunque se presentan como una oportunidad para aprender y gestionar nuevas situaciones, también crean incertidumbre en torno a qué es lo más conveniente.

La rutina de autónomos y emprendedores muestra diferentes perspectivas en función del momento. En ocasiones, conecta con la alegría de oportunidades de crecimiento. En otros casos, se producen puntos de inflexión que siguen una inercia diferente. También viven periodos de crisis que se superan por medio del autoconocimiento, la paciencia y el tiempo.

1. Confundir lo esencial con lo secundario en momentos clave

Los aspectos secundarios de un proyecto también son importantes. Sin embargo, conviene no identificarlos con aquellos objetivos que son prioritarios. Esta diferenciación es determinante en numerosos momentos, por ejemplo, cuando se produce una circunstancia que modifica el plan inicial. En ese caso, cuando no es posible poner en práctica el guion previsto, es fundamental mantener el foco y evitar distracciones innecesarias.

2. Falta de conexión entre las medidas que forman parte de la planificación

Cuando existe una auténtica conexión entre las acciones impulsadas, es posible percibir el hilo conductor que unifica cada paso que conduce al fin último. Desde esa perspectiva, cada elemento supone un apoyo para implementar el resto de acciones que componen el proceso. Sin embargo, un error habitual es tomar decisiones que nacen desde la improvisación o la inercia de actuar en el último momento.

3. No contemplar otras alternativas más allá del mapa inicial

En ocasiones, la expectativa de planificar perfectamente un proyecto puede confundirse con la idea de trazar un plan perfectamente cerrado que se trasladará a la realidad de la forma esperada. El enfoque de la planificación efectiva es práctico. Es decir, el guion diseñado en el documento tiene una orientación que va más allá del plano teórico.

Sin embargo, es un error no contemplar más alternativas que amplíen la visión inicial con otras decisiones. Pueden producirse diferentes variables ante las que sea recomendable adoptar una respuesta más flexible. Es algo que sucede con frecuencia en un escenario VUCA que muestra el impacto del cambio y la incertidumbre.

4. Dificultades para delegar con confianza plena

Es uno de los errores que se integra habitualmente en proyectos que requieren de la coordinación y colaboración de roles complementarios. La dificultad para delegar con confianza en los demás interfiere en la comunicación y en la evolución del proceso. El líder deposita sobre sí mismo el peso de una exigencia mal entendida que le impide confiar en la capacidad de los profesionales que le acompañan. Es un fallo que merece una mención muy importante en un equipo, puesto que termina afectando a todos los miembros del grupo.

5. Plazos de tiempo que no son realistas

Un proyecto hace referencia a un proceso. Y este, en consecuencia, se desarrolla entre fechas perfectamente marcadas. Así como es preciso elaborar un presupuesto y hacer un análisis de las herramientas disponibles, el tiempo es otro recurso que debe gestionarse de forma consciente. ¿Qué ocurre cuando los plazos iniciales no son realistas o parecen excesivamente ajustados? Esa circunstancia proporciona una sensación constante de prisa y urgencia.

6. Errores de comunicación en la planificación de proyectos

Los fallos de planificación también pueden concretarse en el ámbito de la comunicación. Así sucede, por ejemplo, cuando hay una falta de transparencia en la transmisión de la información. También, cuando el emisor y el receptor no buscan el feedback y la retroalimentación. En ese caso, crece el riesgo de que se produzcan errores de interpretación a partir del mensaje inicial. También puede ocurrir que el líder adopte un rol distante y no acompañe verdaderamente al equipo durante el aprendizaje.

Los errores en la planificación de proyectos, en ocasiones, se repiten en escenarios distintos. Es decir, se trasladan de un objetivo a otro ante la falta de análisis de quienes tienen la posibilidad de implementar cambios y mejoras a partir de la experiencia previa.

Qué es un gestor de tareas y cuáles son sus características

Es un medio que alinea el uso de la tecnología con una finalidad específica: potenciar la organización en la compañía. Es un software que no solo permite poner el foco en un aspecto concreto, sino que muestra una descripción detallada de los asuntos pendientes, las prioridades y otras cuestiones que están en proceso.

Actualmente, el trabajo por proyectos y la colaboración en equipo se integran en la realidad interna de numerosas empresas. El valor de la comunicación en el grupo se enmarca más allá de las reuniones creativas. Un gestor de tareas aporta un canal que puede ser especialmente práctico para coordinar varios objetivos.

Hay diferentes gestores de tareas. Por ello, puedes seleccionar una propuesta que ofrece una lista de funcionalidades que se alinea realmente con las necesidades del proyecto. Con frecuencia, crear una estrategia de planificación eficaz se percibe como un reto muy complejo. Los obstáculos se descubren a posteriori cuando, tras la elaboración de un esquema inicial, han quedado diferentes aspectos pendientes. La falta de sintonía entre la previsión inicial y las tareas finalizadas interfiere en el ritmo de trabajo. Una planificación eficaz concreta varios puntos importantes. Por ejemplo, debe establecer plazos realistas.

Un gestor de tareas incide en la planificación y facilita el trabajo en equipo.También debe mostrar un orden de prioridades que resulta coherente en la práctica. Además, es esencial coordinar las responsabilidades individuales con las tareas de equipo. Un gestor ofrece el soporte necesario para reforzar la organización en la empresa. Cada tarea puede evaluarse y analizarse por sí misma. Pero se enmarca en un contexto más complejo en el que intervienen otras variables.

Habitualmente, las empresas se fijan en los resultados y plazos de tiempo. Sin embargo, es esencial no descuidar el proceso, puesto que la planificación eficaz incide directamente en el trayecto. Sirve para anticipar imprevistos o dar respuesta a cambios necesarios. ¿Cómo tener una visión detallada de los pasos que componen un proceso? Un gestor de tareas muestra una descripción objetiva.

Qué ventajas aportan los gestores de tareas en las empresas

Un gestor de tareas, como hemos comentado, es clave para hacer un seguimiento del proceso. En consecuencia, también ofrece una perspectiva del momento en el que se encuentra un objetivo. Proporciona el soporte deseado para agilizar trámites con eficacia.

Es decir, reduce aquellos ladrones de tiempo que se transforman en pausas e interrupciones que alteran el ritmo de trabajo. Muestra una perspectiva realista de los objetivos más relevantes a largo, medio y corto plazo.

Cómo elegir un gestor de tareas en la empresa

¿Para qué necesitas utilizarlo? Es decir, identifica la razón principal por la que has decidido iniciar la búsqueda de una herramienta especializada. Consulta las funcionalidades de varias propuestas. Y analiza la funcionalidad de cada recurso tomando como referencia cuál es la necesidad principal de la empresa. Elige un diseño que se presenta como una solución. Busca una herramienta que destaca por un funcionamiento intuitivo y sencillo.

Aunque un gestor de tareas sea una herramienta muy eficaz a largo plazo, su valor es instrumental. Es un medio que resulta especialmente útil cuando el usuario hace un uso consciente y responsable de sus funcionalidades.

1. Establece una estrategia más a largo plazo

Ese primer año es importante en sí mismo. Pero es esencial que tu mirada se centre en otras metas más a largo plazo. De hecho, un proyecto de futuro aporta una dirección más concreta a esos primeros meses en los que cotizas como autónomo.

2. Encuentra un gestor que te inspire confianza

Actualmente, muchas gestorías ofrecen sus servicios a empresas y autónomos. Proporcionan recursos clave para la gestión, la contabilidad y el cumplimiento de la normativa que implica a los profesionales del sector.

Por ello, consulta los servicios de distintos profesionales y solicita la colaboración de un perfil que esté respaldado por una formación avanzada y una trayectoria sólida. Es habitual que durante tu primer año de autónomo tengas muchas dudas sobre gestiones que debes atender en un plazo concreto. Mantén una comunicación frecuente con el profesional que te asesora. Aunque el gestor te informará sobre aquellas novedades que te impliquen directamente a nivel profesional, es recomendable que leas la información de actualidad para documentarte sobre cuestiones relevantes.

3. Busca nuevos proyectos de forma proactiva

El autónomo percibe el futuro desde varios ángulos. En ocasiones, el mañana muestra su lado más incierto e imprevisible. Sin embargo, cada principio de año, o aquellos periodos en los que crece la actividad en el sector, son excelentes para reforzar el marketing con el objetivo de conectar con potenciales clientes. Los meses de vacaciones también pueden presentar nuevas opciones puesto que otros autónomos disfrutan de unos días de descanso, pero la actividad en el sector no se detiene por completo. Utiliza el marketing presencial y online (puesto que son complementarios).

4. Días libres

Quizá tengas que hacer modificaciones en tu agenda inicial si surge un proyecto de última hora o crees conveniente atender un asunto solicitado por un cliente habitual. Sin embargo, en tu primer año de descanso no solo puedes planificar tu horario de trabajo, sino también los espacios de desconexión. Es una necesidad que debes proteger, cuidar y atender.

Es una medida que fortalece tu bienestar, tu creatividad y tu productividad. En la actualidad, la desconexión no solo es presencial, ya que se traslada al ámbito tecnológico. Comprométete con la calidad y la excelencia en tu trabajo. Pero no olvides que también debes comprometerte con el mantenimiento de una rutina práctica de autocuidado.

5. Realiza un cálculo de los gastos fijos y variables

La incertidumbre del autónomo está directamente vinculada con el plano económico. Por ello, realiza un cálculo aproximado de los gastos fijos y variables que debes cubrir puntualmente para desarrollar tu actividad. Los datos proporcionan una descripción más concreta de la realidad. Conviene ajustar las expectativas durante el primer año y siempre.

6. Actualiza tu formación como autónomo para crecer y avanzar

La ocupación diaria centra la atención principal de quien desarrolla su labor como autónomo. Sin embargo, es recomendable encontrar momentos a lo largo del año para reforzar el networking, asistir a eventos especializados o participar en cursos de formación. Existen numerosos temas de aprendizaje que pueden enriquecer tu currículum en esta etapa: la tecnología, el marketing, la contabilidad, la gestión y la inteligencia emocional son varios ejemplos a tener en cuenta.

Cuando amplías tu preparación, adquieres recursos, conocimientos y destrezas que son esenciales para impulsar el proyecto en tu primer año como autónomo. Si tienes la posibilidad, mantén el contacto con otros autónomos que viven un proceso similar.

1. Mejorar la productividad

Posponer decisiones y tareas para más tarde suele generar un impacto negativo en la gestión del tiempo: se acumula el trabajo pendiente de realizar. Por el contrario, la planificación semanal incrementa el nivel de proactividad en la forma de organizar cada jornada.

2. Realizar una previsión de la realidad de los próximos días

La visualización del escenario próximo no describe la realidad como una fotografía. Anticipa aquello que probablemente ocurra. Pero los cambios e imprevistos son inevitables. Sin embargo, los factores inesperados se reducen cuando el profesional organiza un calendario centrado en el horizonte temporal de la próxima semana. Cuando te concentras en el corto plazo, aumenta el nivel de compromiso, motivación y confianza.

3. Seguimiento de la evolución del proyecto

La planificación de una semana se integra en un contexto previo. Es decir, la perspectiva del nuevo comienzo ofrece la visión necesaria para poner en valor los frutos alcanzados, los retos conseguidos y los propósitos pendientes. Es decir, es el momento de profundizar en el estado actual del proyecto para seguir avanzando a lo largo de los próximos días. Un buen seguimiento repercute positivamente en la calidad del trabajo completado. Es el componente clave para hacer correcciones, identificar áreas de mejora y solucionar aquellos detalles que pueden perfeccionarse.

Este enfoque no solo permite profundizar en la evolución del propio proyecto, sino en la forma de organizar el tiempo. Y cada nueva etapa aporta el marco deseado para concretar plazos realistas.

4. Poner el foco en las prioridades a corto plazo

El plan de trabajo semanal no solo puede integrar aquello que es verdaderamente relevante. Sin embargo, si surgen imprevistos que obligan a modificar la estrategia inicial, conviene recordar qué es lo prioritario en relación con la evolución del proyecto.

Pues bien, la planificación semanal resulta muy práctica para establecer una diferenciación entre las tareas fundamentales y otras cuestiones que, aunque sean significativas, pueden esperar durante algún tiempo. Por tanto, la planificación semanal es un mapa que describe el contexto presente y te aporta información detallada para posicionarte de manera realista ante el horizonte de los próximos días.

Es positivo que confíes en tu propia capacidad para tomar decisiones y reaccionar de manera proactiva cuando se producen escenarios de cambio. Pero puedes utilizar otros recursos prácticos como herramientas de apoyo que son muy valiosas en instantes que están condicionados por la sensación de urgencia. El calendario de la semana proporciona una dirección concreta.

5. Identificar nuevas oportunidades para el networking y la formación

La planificación semanal aporta un hilo conductor en torno a las tareas más relevantes de los próximos días. Además, contiene una información de valor para tomar otras decisiones relacionadas con la asistencia a eventos de networking o la realización de cursos de formación. El establecimiento de objetivos realistas en el trabajo puede alinearse con otras metas complementarias a corto plazo. Describe la perspectiva ideal para conciliar diferentes planos siempre que resulte viable en la práctica o, por el contrario, para descartar algunas opciones por falta de tiempo.

La planificación semanal conecta con el valor de las ocupaciones más cercanas. Pero siempre en conexión con un calendario más amplio que establece plazos específicos para la gestión de un proyecto de calidad. Los pasos previos son indispensables para conquistar la meta final.

1. Fecha de inicio y de finalización de cada actividad

Es habitual que no exista una verdadera armonía entre la previsión inicial y el ritmo de la jornada. Para evitar este tipo de situación puedes anotar la fecha de inicio y de finalización, aunque sea de forma aproximada.

2. Señala en un color llamativo las prioridades

En ocasiones, la programación prevista no puede realizarse completamente porque surgen imprevistos de última hora. Sin embargo, sí es aconsejable que identifiques aquellos objetivos que, más allá de cualquier circunstancia, debes completar antes de que termine un nuevo día de trabajo. Es decir, establece qué cuestiones son secundarias y, en consecuencia, pueden esperar si la situación lo requiere.

3. Crea varios grupos de tareas en función de distintas temáticas

Puedes crear tu propio método de organización del tiempo. De hecho, es recomendable que, partiendo de tu propia experiencia, identifiques aquellas mejoras que necesitas llevar a cabo para optimizar los días.

Por ejemplo, pon nombre a las interrupciones y ladrones de tiempo que experimentas habitualmente. Esos factores producen efectos negativos a corto y largo plazo. ¿Cómo dar un orden coherente a una jornada que está integrada por una gran variedad de tareas? Puedes clasificarlas en varios grupos.

4. Revisa la agenda con frecuencia

No solo para recordar la organización prevista para la jornada. Este gesto también puede ayudarte a hacer cambios y modificaciones respecto al guion inicial. La agenda es una herramienta de ayuda cuando posee una estructura flexible. Es decir, cuando se adapta a los cambios que se producen en la vida profesional.

Para qué sirve un plan de viabilidad empresarial

En este documento es posible concretar cuáles son los recursos necesarios para dar forma a ese proyecto corporativo. Ya que, para pasar de la idea teórica a la práctica, es imprescindible contar con los medios necesarios. Este plan no solo ofrece información de interés para que el emprendedor conozca más en profundidad las características de esta iniciativa comercial. El documento también puede ser esencial para buscar fuentes de financiación.

¿A partir de qué momento empezará a ser rentable dicho emprendimiento? Esta es una de las preguntas que concreta el plan de viabilidad que aporta datos contrastados. Existen distintos aspectos que pueden analizarse de un negocio. Y este documento pone el foco de atención, principalmente, en los datos económicos y financieros. ¿Cuál es la inversión necesaria para impulsar este emprendimiento? ¿Qué gastos fijos y variables formarán parte de la actividad comercial?

Cuándo hacer un plan de viabilidad empresarial

Existen distintas motivaciones que un profesional tiene cuando decide emprender. Pero más allá de cualquier expectativa, es importante que dicho emprendimiento sea rentable. De lo contrario, cerrará sus puertas sin haber cumplido los cinco años de vida.

El plan de viabilidad no solo puede enmarcarse en la etapa inicial de un proyecto, sino también con posterioridad a ese momento. Imagina que una empresa va a planificar un proceso de reestructuración como consecuencia de un periodo de cambios. En ese caso, puede utilizar este documento para analizar la viabilidad de esta transformación.

Identificación de objetivos

Desde esta preparación puedes desarrollar la mejor estrategia en relación con el objetivo concreto. De este modo, puedes identificar los medios adecuados para concretar este proceso. A través de esta planificación puedes visualizar este guión incluso antes de que llegue ese momento. De este momento, podrás implementar posibles mejoras y corregir algunos aspectos. Puedes contextualizar desde el punto de vista temporal no solo la meta a alcanzar sino también los pasos que forman parte de este calendario.

Inversión

El marketing es sinónimo de inversión puesto que es muy importante tener un óptimo control del presupuesto destinado a este fin, puesto en relación con el propio escenario de la empresa. Para planificar este factor económico, es importante concretar el plan de marketing. Atendiendo al presupuesto podrás concretar las acciones de marketing.

Resultados

Esta dedicación de tiempo para crear una estrategia de marketing adecuada al negocio influye en los resultados cuando el emprendedor centra su atención en aquellas cuestiones de marketing que puede gestionar. Por tanto, desde esta planificación también puedes hacer una previsión de la posible inversión.

Comunicación con el público objetivo

Para que esta comunicación sea posible es imprescindible conocer cuál es el perfil del público al que se dirige el negocio.

Justificar las decisiones

Mediante la planificación de un plan de marketing también puedes tomar decisiones fundamentadas con datos. Por ejemplo, puedes concretar en qué redes sociales tendrá un perfil la empresa y por qué.

¿Cuáles son las principales razones para realizar un plan de marketing? Todos estos puntos pueden resumirse en uno: es fundamental hacer de este proceso una prioridad en el negocio.

Creación de una empresa flexible

Una empresa no puede predecir el futuro pero sí puede incrementar su nivel de respuesta ante los cambios mediante una planificación que es factible además de flexible. En un mercado que tiene la característica de ser cambiante, esta característica es especialmente deseable para garantizar la evolución y el crecimiento.

Definición de objetivos

Esta planificación estratégica es muy importante para aquella empresa que identifica cuáles son sus metas y contextualiza el escenario de acción en la referencia a estos propósitos realistas y concretos. Por ello, este tipo de estrategia aporta claridad en la dirección de los pasos a seguir. Gracias a esta planificación, una empresa puede llegar al escenario que había previsto siguiendo la perspectiva de esta misión.

Innovación

La competitividad de un negocio aumenta con la innovación que avanza a partir de este tipo de planificación que refuerza la propuesta de valor de un negocio.

Acción

Una planificación de estas características tiene un componente teórico pero también práctico, es decir, una empresa escribe su historia desde la perspectiva de la acción contextualizando los pasos en el marco temporal. Este tipo de planificación individualiza todas las características de una programación en el contexto concreto de la entidad. Y esta es una fortaleza de este tipo de planteamiento. Una planificación de este tipo mira hacia el presente pero también hacia el futuro. Dos partes de la línea del tiempo que también están alineadas con el pasado como perspectiva de aprendizaje.

Por tanto, la planificación estratégica es muy importante en el negocio.