Aspectos positivos y aspectos a mejorar

En la citada encuesta de CVapp se ha tenido en cuenta la opinión de más de 400 personas que se encuentran en edad laboral y que a día de hoy están enroladas en un puesto de trabajo. Eso sí, no es lo único que se les ha preguntado, ya que se han planteado otras cuestiones con unas respuestas que no son tan positivas.

Una de esas cuestiones tiene que ver con la estabilidad de los puestos de trabajo. A pesar de que la creación de empleo fijo ha caído en un 43% respecto al año pasado y que las contrataciones profesionales de fijos discontinuos se elevaron hasta un 57% del total durante el pasado año, sorprende que algo más del 90% de los profesionales encuestados haya afirmado sentirse «muy seguro» o «aceptablemente seguro» en su puesto de trabajo.

Las respuestas no son tan positivas cuando se trata de hablar del salario. Tan solo un 40% de los encuestados han asegurado que consideran que el salario que perciben es aceptable, mientras que un 24% han dicho que no es muy aceptable y tan solo el 33% están muy satisfechos con el salario que perciben a final de mes.

Lo que también hay que destacar es que a los profesionales no sólo les preocupa la estabilidad laboral, sino que también valoran mucho el desarrollo profesional dentro de la empresa. El 86% de los encuestados han respondido con un «mucho» o con un «aceptable» cuando se les ha preguntado por el desarrollo profesional que les ofrece la empresa en la que trabajan.

Según Amanda Augustine, «el mercado laboral español se caracteriza por su dualidad y una alta tasa de desempleo estructural. A pesar de una tasa de desempleo general que ha descendido al 11,7% en el primer trimestre de 2024, sigue habiendo problemas significativos en términos de calidad y estabilidad del empleo».

Testimonios que demandan cambios

Evidentemente, hay testimonios que no hablan muy bien del empleo en España. Uno de ellos, referido por una persona empleada en el sector de la hostelería, asegura que la falta de estabilidad es un problema para muchos trabajadores, ya que en verano se suelen crear muchos puestos de trabajo aprovechando la llegada de millones de turistas al país, pero el contrato se termina cuando el verano se acaba y los empresarios deciden no renovarlo, en parte porque son negocios que sólo están abiertos durante los meses más calurosos el año.

La precariedad laboral también preocupa y eso es algo que muchas veces va relacionado con la contratación temporal. Los contratos temporales generan muchas dudas porque nunca sabes cuándo vas a volver a trabajar, y eso hace que haya personas que no puedan planificar su vida porque no gozan de la estabilidad que tendrían si disfrutaran de un contrato de trabajo fijo.

Por último, y a pesar de que el salario mínimo interprofesional (SMI) ha ido subiendo en los últimos años, la inflación no nos permite hablar de unos salarios reales en condiciones. Eso hace que haya gente obligada a trabajar más de 50 horas a la semana para poder sacar a su familia adelante, con lo que eso significa a nivel de estrés y de conciliación.

Es cierto que existe algo de desconocimiento acerca de los servicios que ofrecen, e incluso a veces hay quienes tienen la sensación de que están con una mutua porque es la que les ha asignado la gestoría, no porque sea la que más les convence. Por suerte, uno siempre está a tiempo de cambiar de mutua y es bueno saber las ventajas que ofrecen, ya que existen diferencias entre unas y otras.

La elección de la mutua

Cualquier autónomo debe tener claro que la elección de una mutua es algo obligatorio desde 2019. Para elegirla deberás indicar la que quieres que sea tu mutua a la hora de rellenar el formulario TA.0521, que es justamente el formulario que hay que rellenar para darse de alta como autónomo.

En total hay 18 mutuas colaboradoras que tienen algo en común: están reguladas por ley, lo que significa que prestan el mismo servicio. Además, no debes olvidar una opción muy interesante, que no es otra que la que ofrecen algunas entidades como Mutualidad que ponen a disposición de cualquier autónomo seguros de carácter voluntario, complementario y alternativo al sistema público de Seguridad Social. Todo ello con el objetivo de adaptarse a los nuevos tiempos y cubrir una serie de necesidades que en cualquier momento pueden surgir, e incluso ir un paso más allá permitiéndote invertir en productos financieros como el plan ahorro 5 mutualidad.

El concepto de mutua

Así a bote pronto, una mutua puede definirse como una asociación que tiene como principal fin el de gestionar las prestaciones de la Seguridad Social. Son entidades privadas formadas por empresarios que no tienen ánimo de lucro y que gestionan diferentes prestaciones como por ejemplo la baja por enfermedad o accidente laboral. Por ello no es de extrañar que estén gestionadas y controladas por la Seguridad Social.

Las primeras mutuas se dieron a conocer en España en 1900 para un fin muy específico: afrontar los accidentes de trabajo. Con el paso de los años han florecido numerosas mutuas y han multiplicado los servicios que ofrecen, puesto que ahora se gestionan más prestaciones con el fin de ofrecer un abanico de opciones muy amplio a los autónomos.

Las prestaciones más habituales

Una mutua enfocada a los autónomos, cubre prestaciones tan conocidas como el cese de actividad, el riegos durante el embarazo y el riesgo durante la lactancia natural, los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, las bajas por enfermedad o por accidentes no laborales y el cuidado de menores afectados por cáncer u otras enfermedades graves.

Todas estas prestaciones son públicas, lo que significa que están cubiertas por la Seguridad Social. Eso significa que las mutuas, a pesar de ese entidades privadas como hemos comentado anteriormente, se encargan de la gestión de recursos públicos como es el caso de las prestaciones de los autónomos. Y todo ello con la tutela de la Seguridad Social.

1. Tener un plan rígido

Sin duda, es aconsejable mantener una hoja de ruta en la búsqueda de trabajo. Sin embargo, puede ocurrir que las acciones llevadas a cabo no estén dando frutos significativos y sea recomendable identificar algunas mejoras en la estrategia adoptada. De este modo, un buen plan es todavía más eficaz cuando es flexible y puede modificarse.

2. Enviar el currículum en sábado o domingo

Reserva el fin de semana para descansar o hacer otro tipo de tareas vinculadas con la propia búsqueda como, por ejemplo, consultar nuevas ofertas. El momento en el que envías tu currículum a una empresa puede influir en su nivel de visibilidad o, por el contrario, incrementar el riesgo de que el documento pase desapercibido. Generalmente, el destinatario tiene muchos mensajes pendientes de revisar cuando llega el lunes al trabajo. Por ello, es preferible seleccionar otro momento para hacer el envío.

3. Priorizar una tarea y descuidar otros aspectos del proceso

La búsqueda activa de empleo es un proceso que se aborda de manera integral. Por ejemplo, aunque un currículum actualizado es un factor importante, no hay que descuidar otros muchos detalles: actualizar el documento para adaptarlo a cada oferta de empleo, completar la información con una carta de presentación, hacer un seguimiento de las candidaturas presentadas, buscar información sobre cada proyecto, practicar el networking, ampliar la formación…

4. Descuidar la vida social y el tiempo libre

Evidentemente, las circunstancias económicas que atraviesa una persona influyen en su realidad vital. Por ejemplo, es necesario reducir algunos gastos durante un periodo de desempleo. Aunque eso no quiere decir que haya que renunciar al tiempo libre o a la interacción con los demás. Sencillamente, es posible adaptar los planes y actividades a las necesidades personales.

5. No seleccionar las ofertas de forma consciente

Tal vez creas que empezarás a observar antes los resultados positivos en la búsqueda activa de empleo si envías muchos currículums cada día a diferentes ofertas. Pues bien, lo realmente importante en la estrategia a seguir es la planificación. En consecuencia, es aconsejable seleccionar las ofertas, aunque pueda cambiar el criterio elegido en función de la etapa en la que te encuentras de la búsqueda activa de empleo. Por ejemplo, mientras que en la etapa inicial es posible que prefieras concentrarte en aquellas propuestas que se ajustan a tu especialidad, en otro momento puede que decidas ampliar el campo de posibilidades con opciones que se integran en otro sector.

6. No dar un paso hasta sentirte completamente preparado

Observa el aprendizaje adquirido a lo largo de tu búsqueda activa de empleo. Y celebra los logros que has alcanzado durante el recorrido. Cada paso te prepara para avanzar un poco más hacia la meta. Por el contrario, si esperas hasta sentirte completamente preparado a nivel interno, es probable que tiendas a posponer tareas alcanzables.

7. Mentir para ocultar una carencia que se descubrirá tarde o temprano

Un profesional en búsqueda activa de empleo quiere mostrar su talento ante las empresas. Quiere transmitir seguridad y autoconfianza. Pero la mentira, incluso cuando parte de una buena intención, puede generar un impacto negativo en la marca personal. Especialmente, cuando la información proporcionada se descubre en algún momento posterior.

Hay muchos errores que es posible evitar en las distintas fases de la búsqueda activa de empleo. Por ejemplo, no te culpes por no obtener resultados inmediatos.

1. Reinvención profesional: en busca de un nuevo camino laboral

La reinvención profesional no se concreta de forma inmediata en unos pocos días o semanas. Generalmente, es una experiencia más a medio plazo puesto que la persona necesita dedicarse un espacio para tomar decisiones, adquirir nuevas destrezas o prepararse para conseguir nuevos retos. Por ejemplo, es habitual que el protagonista invierta ese tiempo en su formación.

2. Descansar: autocuidado, bienestar y prevención del estrés

En otros casos, el año sabático se convierte en una necesidad desde el punto de vista físico y emocional. La persona necesita hacer un alto en el camino para cuidarse, descansar y mitigar los efectos del estrés que ha acumulado durante un periodo previo. En cualquier momento de la carrera profesional, más allá de cualquier expectativa por alcanzar un éxito determinado, hay que recordar que no hay nada tan importante como el bienestar interno.

3. Vivir una intensa experiencia de voluntariado

Sin duda, el voluntariado es un objetivo compatible con la vida académica o profesional. Existen tantos proyectos disponibles que la persona puede encontrar una iniciativa que se ajuste a sus horarios y disponibilidad. Sin embargo, algunas experiencias de voluntariado requieren de un mayor nivel de dedicación a largo plazo. Proporcionan una valiosa experiencia práctica que es importante añadir en el currículum.

4. Año sabático después de la universidad

Vivir un año sabático después de la etapa universitaria no significa quedar estancado en la inactividad. Quienes aprovechan de forma consciente este periodo de tiempo, disfrutan de un amplio catálogo de vivencias: viajes culturales, experiencias de voluntariado, asistencia a charlas y congresos…

5. Inmersión lingüística: aprender o perfeccionar un idioma

La decisión de tomar un año sabático está acompañada por su objetivo correspondiente. La inmersión lingüística es una meta que priorizan aquellas personas que quieren aprender inglés, francés, alemán o cualquier otro idioma. Con frecuencia, quien disfruta de su año sabático siente que este propósito es una prioridad en su vida profesional. Quiere esforzarse para mejorar cuanto antes su nivel.

6. Año sabático para pasar más tiempo con la familia

El año sabático, en los diferentes casos y ejemplos, pone de manifiesto la importancia que adquiere la gestión del tiempo. Pues bien, también es habitual que quienes planifican esta experiencia en algún momento de la vida profesional, quieran pasar más tiempo con su familia.

7. Encontrar tiempo para escribir y publicar un libro

Existen proyectos creativos que se posponen ante la necesidad de atender otros asuntos más inmediatos. La escritura requiere de un largo proceso de estructuración de ideas, búsqueda de inspiración, correcciones posteriores, atención al detalle, búsqueda de información sobre aspectos legales… ¿Quieres escribir un libro sobre emprendimiento? Tal vez ese sea el sueño que lleves a cabo durante un año sabático.

8. Preparación para montar un negocio

Finalmente, un año sabático también puede alinearse con otra expectativa vinculada con el mundo emprendedor: montar un negocio. ¿Quieres dedicarte a planificar ese proyecto con el máximo detenimiento?

Si quieres prepararte para dar ese paso, y prefieres concentrarte en una meta exigente, disfruta de tu año sabático. Es importante que, cuando llegue el instante, vivas plenamente el presente. ¿Cómo te gustaría recordar ese periodo de tiempo después de cinco años? El futuro, como horizonte temporal, puede ayudarte todavía más a poner en perspectiva el significado de la decisión que has tomado.

1. Autocandidatura: la iniciativa es clave para buscar trabajo

Es una de las fórmulas que conviene poner en práctica para desarrollar un comportamiento proactivo. Es una herramienta clave para quienes están en desempleo y para profesionales que quieren mejorar sus condiciones de trabajo. La autocandidatura abre un amplio campo de posibilidades porque te permite presentarte ante aquellas empresas y negocios en los que te gustaría trabajar. En definitiva, toma tu iniciativa para colaborar con proyectos interesantes.

2. Oposiciones: una alternativa para encontrar trabajo

Hay diferentes itinerarios para encontrar trabajo y oportunidades profesionales. La oposición es una alternativa que puedes valorar si no descartas la posibilidad de prepararte para las pruebas. En ese caso, la estrategia gira en torno a la consulta habitual de nuevas convocatorias y la planificación del calendario de estudio. Evidentemente, es esencial que descartes aquellas que no se ajustan a tu perfil (porque no cumples con las condiciones o requisitos que se mencionan en las bases).

3. Coaching: clave para lograr tus objetivos o reinventarte

Un proceso de coaching también puede impulsar la búsqueda activa de empleo. Ten en cuenta que el profesional que participa en la experiencia se implica para fijar sus objetivos y da los pasos necesarios hasta llegar a la meta. Sin embargo, el coaching puede ser determinante en un contexto que es bastante habitual en la actualidad. Especialmente, a partir de los 40 o 50 años: la reinvención profesional supone dejar atrás una etapa, para dar la bienvenida a otro camino diferente. Si quieres tomar decisiones significativas en tu vida laboral, en primer lugar, conócete a ti mismo (y el coaching puede ayudarte para potenciar tu autoconocimiento).

4. Búsqueda de trabajo online y offline: la combinación perfecta

Si quieres encontrar trabajo y acceder a otras oportunidades profesionales, sabes que dispones de numerosas herramientas online para potenciar tu marca personal y dar visibilidad a tu perfil. Por ejemplo, consulta con regularidad la publicación de nuevas ofertas en diversos canales. Sin embargo, también puedes ampliar tus opciones de búsqueda con otras herramientas offline.

5. Personaliza tu currículum: no envíes el mismo documento a todas las ofertas

¿Cómo incrementar las opciones de avanzar en un proceso de selección a partir de una buena carta de presentación inicial? El currículum es un documento muy importante en cualquier sector. Personaliza el contenido para alinear la propuesta con las características de la oferta de empleo a la que te presentas.

6. Networking: una red de ayuda para buscar trabajo

La práctica del networking no solo puede convertirse en una rutina esencial para autónomos, emprendedores y empresarios. Si quieres encontrar trabajo, una red de contactos también puede acompañarte en el proceso de búsqueda de nuevas oportunidades. Ten en cuenta que tus contactos pueden brindarte información sobre ofertas de empleo, cursos de formación, foros de empleo o cualquier otro tema que pueda interesarte.

7. Establece plazos de tiempo para avanzar en el plan de acción

Por ejemplo, si quieres buscar trabajo en un sector específico, decide cuánto tiempo vas a dedicar para centrar tu búsqueda de forma prioritaria en ese ámbito. ¿A partir de qué momento valoras la posibilidad de ampliar la búsqueda con la consulta de otras ofertas que van más allá de tu especialidad? Crea un calendario con objetivos muy bien definidos y plazos de tiempo que te ayuden a avanzar de manera coherente en el plan de búsqueda activa de empleo.

Por tanto, te proponemos 7 estrategias para buscar trabajo y oportunidades profesionales. También puedes combinar varias propuestas durante el proceso.

1. Actualización del currículum y adaptación de la información

La búsqueda de empleo pone una atención esencial en este documento clave: el currículum. Es importante mejorarlo, modificarlo y actualizarlo (en forma y contenido). Pero, además, es recomendable que el contenido se adapte a los requisitos, características y cualidades del puesto (así como a los valores de la empresa).

2. Proactividad: planificación y acción para encontrar empleo

Mantener el foco en la búsqueda de empleo y oportunidades laborales es determinante para conseguir resultados positivos en un periodo próximo. En definitiva, potencia la planificación a través de un calendario que describe el horario que vas a seguir y el orden de pasos a desarrollar. Conecta con tu propósito y tu finalidad a través de preguntas que te orientan hacia el futuro. En definitiva, encuentra tu para qué.

3. Busca empleo y oportunidades laborales en varios medios y canales

¿Qué medios y recursos puedes utilizar en tu búsqueda de empleo y oportunidades laborales? Es aconsejable que mantengas la constancia para consultar nuevas ofertas a través de distintas publicaciones especializadas. Además, no descuides el networking porque es un importante valor para quien está inmerso en un proceso que es mejor recorrer acompañado. En última instancia, aunque buscar trabajo sea una experiencia personal e individual, recuerda que puedes contar con distintas redes de apoyo.

4. Actitud positiva: fortalece tu autoestima

El modo de afrontar la búsqueda activa de empleo cambia de manera significativa en función de aspectos concretos que una persona puede cultivar en sí misma. Mantener la autoestima alta no siempre es un propósito sencillo. Especialmente, si la meta final no se materializa en un corto plazo de tiempo. Sin embargo, hay un factor clave que no debes ignorar: el autocuidado.

Es decir, el nivel de dedicación que muestras en el proceso no debe ocupar todo tu espacio vital. No debes abandonar otros aspectos tan importantes como el ocio, el descanso, la amistad, las rutinas saludables…

5. Haz seguimiento de las acciones que llevas a cabo

Si quieres buscar trabajo y encontrar oportunidades profesionales, no te limites a cumplir con las tareas que has integrado en el plan de acción. Esos pasos necesitan un seguimiento. A veces, es preciso insistir un poco más en un punto concreto. Especialmente, cuando tienes la expectativa de optar a un puesto que te encanta o quieres colaborar con una empresa que admiras de verdad.

6. Comparte tu proceso con tus contactos, familiares y amigos

¿Quieres buscar trabajo y encontrar oportunidades profesionales en poco tiempo? Entonces, haz que tu entorno más cercano sea partícipe del objetivo que quieres lograr y de la etapa en la que te encuentras. Cada uno, desde su posición, puede ayudarte de formas diferentes. Por ejemplo, un contacto puede informarte sobre una oportunidad profesional interesante.

7. Revisa tus creencias sobre la posibilidad de encontrar trabajo rápido

No puedes controlar lo que ocurra a partir de ahora. Pero sí puedes influir en tus propias creencias. Tal vez consideres que es muy difícil encontrar pronto un empleo. Pues bien, amplía tu perspectiva a través del ejemplo de quienes lo lograron.

1. La fuerza de la vocación se mantiene como una constante

Quizá en algún momento has conocido a un profesional que ha acumulado años de desgaste en uno o varios trabajos en los que no se ha sentido valorado y reconocido. Es posible que algunos de esos empleos estuviesen alineados con su área de interés.

Sin embargo, así como la vocación florece todavía más en entornos que alimentan el talento, puede debilitarse de forma notable en contextos adversos que se caracterizan por las pésimas condiciones laborales.

2. El salario emocional compensa cualquier otra carencia

Evidentemente, cuando un profesional realiza un trabajo que le gusta, experimenta una satisfacción inmediata. Y esa satisfacción se convierte en una fuente de salario emocional. Sin embargo, este valor no compensa otras carencias del propio puesto de empleo. Es decir, las condiciones económicas también son importantes, sencillamente, porque aportan una estabilidad a medio o largo plazo. Y, también, porque facilitan el ahorro.

3. Encontrar un trabajo vocacional supone no tener que trabajar en ningún momento

En la visión idealizada y romántica de la vocación profesional, algunas personas concluyen que aquel que tiene la posibilidad de realizarse permanentemente en un sector que le apasiona, siempre disfruta de aquello que hace.

En consecuencia, la rutina del trabajo adquiere otra perspectiva diferente. Pues bien, un empleo vocacional también está acompañado por la exigencia, el cumplimiento de objetivos, la constancia… En definitiva, no es una afición que la persona cultiva durante su tiempo libre.

4. La vocación siempre se descubre en la juventud (como si fuese innata)

Es cierto que la vocación tiene un significado notable para la persona que siente la inercia de un camino que se abre ante su horizonte vital y profesional. En muchos casos, empieza a desvelarse durante la infancia, la adolescencia y la juventud.

Principalmente, cuando el propio entorno ha propiciado esa evolución a través de la formación personalizada y el acompañamiento. Pero más allá de cualquier forma de edadismo, el descubrimiento de la vocación no tiene edad. Es decir, puede surgir más allá de los 40 o los 50. De hecho, muchos adultos emprenden nuevos caminos cuando ya tienen una extensa experiencia previa.

5. La vocación se admira, pero el valor de muchos sectores vocacionales no se reconoce de forma objetiva

Esta es otra de las paradojas que surge en torno a este concepto. Por una parte, el ejemplo de las personas que actúan a partir de su vocación, sí es admirado por los demás. De hecho, son historias que inspiran por su tenacidad, autenticidad, optimismo y fuerza. Sin embargo, algunos de los sectores que se perciben como más vocacionales, no se reconocen de forma objetiva. De este modo, el profesional experimenta una contradicción continua entre la expectativa y la realidad.

6. La percepción de la propia vocación es inamovible y no cambia

Cualquier profesional tiene la posibilidad de arrepentirse de algunas de las decisiones que ha tomado en su carrera laboral. Algunas de las personas que optaron por su vocación, también llegan a la conclusión de que, si pudiesen dar marcha atrás, explorarían otras alternativas para tener en cuenta, también, las salidas laborales de un camino específico.

Por tanto, estas son solo algunas de las ideas que surgen en torno a este tema. ¿Qué otras falsas creencias sobre la vocación profesional y los trabajos vocacionales quieres comentar a continuación?

1. Altos niveles de estrés, ansiedad y agotamiento psicológico

A veces, la persona tiene la certeza interior de que ha llegado al límite de sus fuerzas (o se encuentra cerca de ese escenario). Es decir, cada día se convierte en un foco de estrés, ansiedad o agotamiento psicológico.

Y esta situación negativa se prolonga desde hace demasiado tiempo. En este contexto, el profesional puede hacer balance del camino recorrido para poner en perspectiva el futuro que visualiza si continúa en ese mismo escenario. Aunque una persona puede potenciar su autocuidado emocional, las circunstancias externas también importan. Y, a veces, estas no son propicias para alimentar la calma, la concentración y la conexión positiva con el presente.

2. Ganar tiempo y energía para invertirlos en un objetivo importante

El tiempo es uno de los recursos que necesitas gestionar e invertir para lograr cualquier objetivo que te marques en tu vida profesional. A veces, cuando la insatisfacción y la infelicidad se convierten en las notas predominantes de la jornada laboral, ese nivel de desgaste puede trasladarse más allá del trabajo. Es decir, puede afectar a otras esferas de la vida.

Abandonar un puesto de empleo sin haber encontrado otra oportunidad profesional no es una decisión sencilla. Pero, a veces, se convierte en la mejor alternativa para quien desea ganar tiempo y energía para invertirlos en una meta muy importante.

3. Marcar un verdadero punto de inflexión en la vida laboral y personal

Como hemos comentado, esta decisión es compleja. Por ello, es una medida que no debe relativizarse porque produce consecuencias inmediatas. Sin embargo, es un paso que puede marcar un verdadero punto de inflexión en la vida laboral y personal. Así sucede cuando la decisión se ha valorado y meditado durante mucho tiempo.

En esa circunstancia, el profesional ha analizado las ventajas, los beneficios, las oportunidades y las dificultades que plantea ese cambio. Y concluye que es lo mejor que puede hacer si quiere marcar un punto de inflexión en su vida laboral y personal (es consciente de que el tiempo pasa demasiado rápido y no quiere seguir dejándose arrastrar por la inercia previsible del día a día).

4. Descansar durante un tiempo antes de buscar otro empleo

Aunque es habitual deducir que este paso conduce de forma inevitable a la búsqueda inmediata de otro trabajo, algunos profesionales prefieren descansar durante un tiempo. Es decir, quizá se tomen un año sabático que no es sinónimo de inactividad. Ese tiempo libre puede propiciar el descubrimiento de otras muchas experiencias valiosas.

5. Cuando es la mejor alternativa (aunque no sea perfecta o ideal)

Dejar un trabajo sin tener en perspectiva una oportunidad a corto plazo, no es la primera opción que se suele considerar a nivel inmediato. Sin embargo, a pesar de que la medida genere incertidumbre, dudas o confusión, o despierte la incomprensión en una parte del entorno familiar, puede percibirse como la mejor alternativa frente a otras acciones que perpetúan el desgaste y el sufrimiento actual.

1. Impuntualidad en las reuniones de trabajo: el que llega a última hora

Aunque cualquier profesional es consciente en teoría de que la puntualidad es un valor que mejora el clima de trabajo, la impuntualidad resulta prácticamente inevitable cuando a una reunión asiste un grupo amplio de personas. En ese caso, suele haber alguien que rompe con el ritmo inicial al llegar más allá del plazo previsto.

2. Interrupciones tecnológicas: teléfonos que suenen en el momento más inoportuno

En la actualidad, la gestión del tiempo en las reuniones de trabajo también está condicionada por otras variables externas de tipo tecnológico. En realidad, esas interrupciones son el reflejo del uso inadecuado que algunos profesionales hacen del teléfono. De este modo, existe otra circunstancia que se repite de forma habitual en las reuniones de trabajo, así como también sucede en tantos espacios culturales: llamadas de teléfono que suenan en el momento más inesperado.

3. Personas que intentan ocupar todo el espacio de la reunión

Es importante que las intervenciones en las reuniones de trabajo muestren un equilibrio. A este respecto, conviene señalar que esa expectativa se rompe con relativa frecuencia en la práctica. Especialmente, si uno o varios profesionales aspiran a ocupar un tiempo excesivo con sus aportaciones (sin tener en cuenta que hay otros profesionales que también tienen mucho que añadir).

4. Personas que desconectan del tema de la reunión

En ese caso, conviene analizar cuál es la causa por la que se repite esa situación. A veces, una planificación ineficaz incrementa el riesgo de que eso suceda. Por ejemplo, cuando las reuniones se vuelven interminables y la hora de cierre no se concreta con anticipación, algunos profesionales se desmotivan cuando conocen una próxima convocatoria que consideran totalmente improductiva.

5. Comportamientos negativos que no cambian

Algunos gestos no se producen de forma ocasional, sino que se repiten constantemente en distintas reuniones. De este modo, se vuelven previsibles para los demás. Pero quien comete dichas acciones parece no tomar conciencia de cómo influyen esos gestos en la evolución de las reuniones de trabajo. De este modo, algunos patrones repetidos hacen que se encasille o etiquete a un profesional en un rasgo específico.

6. Asistentes que toman apuntes como en una clase de universidad

Hacer anotaciones en una reunión de trabajo es un proceso positivo. De hecho, permite documentar la información clave y hacer un registro de los temas principales del encuentro. Sin embargo, algunos profesionales tienen un nivel de exigencia tan elevado que toman apuntes como si se estuviesen preparando para un próximo examen.

7. Interrumpir el turno de palabra de otros compañeros

Finalmente, hay otro comportamiento al que dedicamos una atención especial al finalizar el artículo: interrumpir el turno de palabra de otros compañeros es un hecho que se repite con relativa frecuencia en equipos de empresas y negocios.

Por tanto, estas son algunas de las situaciones que se producen en las reuniones presenciales de trabajo. La percepción en torno al impacto y el nivel de importancia de cada una de ellas es subjetiva. Es decir, no todos los participantes tienen la misma visión sobre el alcance de la impuntualidad y cómo interfiere en un espacio que está integrado por un grupo de varias personas. ¿Qué otros comportamientos quieres añadir y comentar para ampliar la lista de ejemplos mencionados en el post?

1. Oposiciones para conseguir una mayor estabilidad laboral

Preparar oposiciones es una experiencia exigente. La persona se compromete con una rutina de estudio constante. Es consciente de que, tras mucho tiempo de esfuerzo y preparación, el resultado final depende de los resultados obtenidos en el día de las pruebas.

Los distintos tipos de oposiciones ofrecen la expectativa de la estabilidad a largo plazo. Es decir, el opositor tiene la posibilidad de conseguir una plaza fija. En ese caso, es aconsejable preparar las pruebas contando con el asesoramiento y la ayuda de una academia de oposiciones que está respaldada por sus buenos resultados.

2. Un año sabático para tomar impulso

Tal vez necesites tomarte un tiempo para experimentar, potenciar tu autoconocimiento y descansar. Un año sabático puede ser una importante inversión en el plano personal y profesional. No significa vivir un tiempo de inactividad, sino sumar experiencias con significado. Por ejemplo, algunas personas deciden viajar y conocer otras culturas para enriquecer su mapa del mundo con otras ideas, referencias y fuentes de inspiración.

3. FP para personas mayores de 40 años

En cualquier momento de la vida laboral puede contextualizarse un proceso de reinvención. Sin embargo, es habitual que ese momento se enmarque después de los 40 años. Y el proceso de cambio puede ser muy complejo cuando se siente el abismo de la incertidumbre y el miedo ante un futuro muy cambiante. Pues bien, los programas de Formación Profesional para mayores de 40 años son elegidos por muchas personas en busca de nuevas oportunidades en el trabajo.

4. Trabajo freelance para trabajar de forma autónoma

Hay diferentes caminos que tienes la posibilidad de explorar si deseas impulsar tu vida laboral en una dirección diferente. Por ejemplo, además de las opciones señaladas previamente, también hay otra propuesta viable: ser freelance. Es decir, potenciar la marca personal como especialista en una materia concreta y adoptar un papel proactivo para colaborar con nuevos clientes.

5. Coaching para reinventarte profesionalmente

La reinvención profesional no suele ser inmediata. Generalmente, hay un proceso y una planificación basada en objetivos realistas. Es habitual que el implicado busque la ayuda del coaching para profundizar en su introspección, mantener una mentalidad de crecimiento, tomar decisiones con valentía y perseverar en el propósito.

6. Profesiones digitales para profesionales que quieren reinventarse

El mercado laboral cambia. Mientras que la oferta de empleo en algunos sectores se reduce, también irrumpen nuevas profesiones digitales que demandan el talento de personas con competencias, cualidades y habilidades que responden a las necesidades del contexto actual.

7. Ser emprendedor: una alternativa para reinventar tu carrera profesional

¿Qué otras posibilidades puedes explorar si quieres impulsar un punto de inflexión en tu vida laboral? Ser emprendedor es un reto, pero muchos perfiles se han posicionado en ese ámbito. En ese caso, profundiza en una idea de negocio viable y rentable (que se alinea con tu formación y estilo de vida).

8. Vivir en el pueblo: trabajar, emprender y reinventarse en el mundo rural

En un proceso de reinvención profesional hay momentos de máxima ilusión y otros de dudas e incertidumbre. Los resultados del trabajo realizado no se obtienen a corto plazo. Sin embargo, reinventarse también puede implicar dar un giro al estilo de vida. El ejemplo de quienes se alejan de la ciudad para volver al pueblo es una fuente de inspiración.

¿Qué otras alternativas para reinventarte en la vida profesional valoras a medio o largo plazo como viables?

1. Cuida las instalaciones de trabajo

La filosofía de dicho concepto se nutre con la colaboración de todos los profesionales que, desde su participación en el entorno, se comprometen con los principios y valores que guían el coworking. No importa durante cuánto tiempo participes de ese escenario: cuida las instalaciones como lo harías con una oficina en propiedad.

2. Preséntate a tus compañeros (y da la bienvenida a quienes lleguen después)

Una de las grandes ventajas de los espacios colaborativos es que ofrecen la posibilidad de crear vínculos significativos entre los coworkers. Si empiezas a trabajar en este contexto, toma la iniciativa para presentarte ante otros compañeros y, por otra parte, da la bienvenida a quienes lleguen después al proyecto.

3. Participa en las actividades que se desarrollan allí

Generalmente, un espacio coworking también cuenta con un programa de actividades e iniciativas que despiertan el interés de los coworkers. No es necesario asistir a todos los planes que se organizan. Sin embargo, sí es aconsejable aprovechar las oportunidades que el calendario de actividades ofrece para ampliar conocimientos, hacer networking, potenciar las habilidades sociales, vivir experiencias divertidas o crear alianzas.

4. Mantén el contacto con el espacio coworking a través de otros canales

Más allá de la presencialidad, un entorno coworking te permite estar en contacto a través de otros medios. Generalmente, es un espacio que cuida su visibilidad por medio de publicaciones online y contenidos en redes sociales. Tú mismo puedes convertirte en un buen embajador del espacio en el que participas al hablar en positivo de tu experiencia en el entorno.

5. Date tiempo para afrontar el proceso de adaptación

El trabajo en un coworking ofrece muchas ventajas. Pero como ocurre en cualquier otro entorno laboral, existe un proceso de adaptación que resulta esencial para que la persona se familiarice con ese contexto y con los recursos que tiene a su alcance. Es muy probable que, conforme pasen los días, te sientas más cómodo en el lugar.

6. Si ese espacio no se adapta a tus necesidades, busca otro coworking

Puede ocurrir que tras tu incorporación a ese espacio, llegues a la conclusión de que no se adapta realmente a tus expectativas o necesidades. En ese caso, puedes continuar con tu búsqueda para seleccionar otras instalaciones que se alineen mejor con tus prioridades. Por ejemplo, antes de optar por un entorno concreto, realiza una visita a sus instalaciones para descubrir las zonas que lo integran.

7. Respeta el silencio: habla en voz baja para no interrumpir a los demás

El buen funcionamiento de un coworking depende, en gran medida, de la implicación de todos los participantes que siguen las normas establecidas en el espacio. La productividad y la concentración, en ocasiones, quedan condicionadas por distracciones evitables. Por ejemplo, habla en voz baja para no distraer a los demás. Y potencia la interacción en las zonas comunes.

8. Ordena el escritorio cada día

El orden es otro de los valores más importantes en un espacio colaborativo. Por ello, puedes potenciarlo en torno a un punto principal: el escritorio. Haz un seguimiento del mismo y establece hábitos positivos para que generalmente se encuentre en perfecto estado. Por ejemplo, ordena tu zona de trabajo cada día después de finalizar la jornada.

¿Valoras la posibilidad de empezar a trabajar desde un coworking a partir del próximo año? En ese caso, puedes emprender la búsqueda para seleccionar un entorno adaptado a tus necesidades.

1. Sigue con la rutina sin hacer excepciones habituales

De vez en cuando, es posible hacer algunos cambios en la agenda del día. Conviene valorar la posibilidad, especialmente, cuando esa medida potencia el autocuidado. Sin embargo, los horarios establecidos, la repetición de tareas y los hábitos conscientes alimentan la concentración (incluso en días complejos). La rutina es esa zona de confort con la que puedes conectar cuando más lo necesitas.

2. Evita de forma consciente las distracciones que puedes anticipar

Las pausas que están causadas por una interrupción necesaria generan una pérdida significativa de tiempo y de energía. Hacen que la atención desconecte de un objetivo inmediato para dirigir la mirada hacia una cuestión diferente. Puedes reforzar la planificación en diferentes esferas del trabajo.

Por ejemplo, evita de forma intencional aquellas distracciones que puedes anticipar (y evitar o limitar su impacto). En la actualidad, muchos de los ladrones de tiempo que se producen en el ámbito profesional están vinculados con el uso inadecuado de la tecnología.

3. Modela a aquellos miembros del equipo que mantienen un buen nivel de atención

La concentración no solo puede potenciarse a nivel externo por medio de factores concretos como el orden, la limpieza y la iluminación. También se cultiva de forma consciente a nivel interno. Por ejemplo, modela a aquellos miembros del equipo que muestran un alto grado de compromiso con su puesto de empleo.

¿Qué acciones puedes realizar tú en tu rutina laboral? ¿Qué aciertos percibes en su comportamiento en relación con la concentración y la atención? ¿En qué medida puedes inspirarte en su ejemplo para implementar algunos cambios en tu propia realidad? Alinea tu responsabilidad con las prioridades del equipo.

4. Trasciende a tu individualidad: conecta con la perspectiva del equipo

¿Cómo volver a conectar con el sentido del trabajo realizado? Trasciende más allá del ámbito de la individualidad para conectar con la perspectiva del equipo. Las tareas que desarrollas en tu puesto de empleo repercuten en un proyecto de grupo. Siente el apoyo y la protección del entorno desde el punto de vista emocional.

5. Visualiza el próximo descanso: es el premio definitivo al esfuerzo previo

Una pausa breve puede convertirse en el mejor premio para quien tiene dificultades para concentrarse en aquello que está haciendo. Visualiza ese tiempo como un premio que está muy próximo. Para disfrutar de ese espacio, céntrate en las tareas que tienes que terminar antes de ese punto de inflexión. No aplaces para después las gestiones que puedes hacer ahora. Especialmente, si esa medida hace que el trabajo pendiente se transforme en una carga.

6. Enfócate en única tarea: entrena tu voluntad más allá de la dificultad

¿Cómo potenciar el valor del orden en la forma de trabajar? Es un ingrediente que no solo se integra a través del cumplimiento de horarios o la organización en el espacio de trabajo, también se materializa en la ejecución de una acción. Pues bien, enfócate en una única tarea (aunque te cueste permanecer atento en ese punto). Ese tipo de situación puede convertirse en una oportunidad para fortalecer la voluntad.

¿Cómo mejorar la concentración en el lugar de trabajo? La respuesta no remite únicamente a aquellos hábitos y rutinas que influyen positivamente en tu horario laboral. También puedes cuidar tu capacidad de atención más allá del ámbito profesional a través del descanso, la desconexión tecnológica o tus aficiones.

1. Habilidades sociales en el currículum

La formación técnica muestra el nivel de especialización que tiene un perfil que está preparado para afrontar los retos específicos de un puesto de empleo. Sin embargo, más allá de los aspectos técnicos, las habilidades sociales tienen una gran proyección actualmente. Por esta razón, puedes crear un apartado para enumerar aquellos factores que quieres señalar como, por ejemplo, la capacidad de trabajo en equipo.

2. Actividades que realizas en tu tiempo libre

La vida profesional y el tiempo libre, aunque diferentes, se complementan. ¿Qué sentido tiene aportar información sobre actividades de ocio y tiempo libre? Es un enfoque que personaliza el curriculum vitae con alternativas de entretenimiento que hablan sobre uno mismo. Es importante destacar aquellas actividades que comunican valores positivos, interés por la vida cultural o algún tipo de conexión con el propio puesto de empleo.

3. Aptitudes en el currículum

Los distintos apartados que componen el hilo conductor de tu currículum pueden complementarse en la práctica. La suma de los distintos bloques describe tu potencial a nivel profesional. Es decir, es una expresión de tu talento.

Por ello, además de enumerar algunas de tus habilidades sociales más destacadas, o hacer una presentación de las actividades que cultivas en tu tiempo libre, enriquece el documento con aquellas aptitudes con las que te sientes verdaderamente identificado.

4. Formación reciente

La formación es uno de los elementos esenciales en el currículum. Adquiere distintas perspectivas desde el punto de vista temporal. Por ejemplo, si quieres actualizar el currículum, pon una atención especial en la formación reciente. Añade aquellos cursos o experiencias formativas en las que has participado recientemente.

5. Logros en el currículum

La trayectoria profesional puede ser más o menos extensa. Sin embargo, la actualización del contenido del currículum ofrece la oportunidad de potenciar la introspección. Por ejemplo, puedes poner en perspectiva algunos de los logros que has alcanzado hasta el momento.

Es recomendable que los datos aportados estén respaldados por algún valor específico. No añadas una lista interminable de objetivos cumplidos. Selecciona aquellos que consideras más relevantes en relación con el puesto de empleo al que te presentas.

6. Habilidades técnicas

El apartado de los logros es un reflejo del valor de aquellos verbos que se alinean con la acción. No es suficiente con saber algo, es importante hacerlo en la realidad. Y las habilidades técnicas se orientan directamente hacia el plano del obrar. Es decir, tienen un carácter operativo.

7. Información online

Puedes construir una huella digital fuerte y sólida para emprender un negocio, buscar trabajo o acceder a nuevas oportunidades. Pues bien, enriquece tu currículum con información complementaria como tu perfil de LinkedIn, la dirección de un blog profesional o una página web.

8. Objetivo profesional

Enriquece el contenido de tu currículum con datos que lo personalizan. El documento, al igual que tú mismo y tu vida profesional, es dinámico. Es decir, cambia y se transforma. Define cuál es tu objetivo profesional a medio o largo plazo. En definitiva, comparte la meta que deseas conseguir.

¿Quieres cambiar de trabajo, acceder a nuevas oportunidades profesionales y seguir evolucionando en tu vida laboral? Revisa tu currículum: cuida su estructura a través de una organización interna que transmite orden, claridad y coherencia. Pero, principalmente, dota de significado al contenido para mostrar tu mejor versión, tus capacidades, tus habilidades, tu motivación, tus expectativas, tu desarrollo profesional y tu talento.

1. Actualiza tu currículum: la formación es clave

Cualquier profesional puede poner el foco en este aspecto de su currículum. Es decir, es recomendable potenciar la formación y apostar, principalmente, por propuestas formativas que tienen una orientación muy práctica. Son experiencias de aprendizaje que impulsan el desarrollo de habilidades, destrezas y competencias.

2. Cuida tu bienestar emocional

Un estado de ánimo positivo puede marcar la diferencia en la forma de afrontar una entrevista de trabajo y en la imagen que el profesional proyecta ante la empresa. A veces, el trabajo o la situación de desempleo influye en la percepción personal. Sin embargo, el valor de un ser humano no está determinado por sus circunstancias laborales. Cuida tu bienestar emocional a través de un estilo de vida activo, una rutina ordenada, planes de ocio gratificantes y un contacto frecuente con tu red de apoyo.

3. Experiencias que aportan valor

Un periodo de desempleo de larga duración puede notarse a través de los huecos vacíos en el currículum. Sin embargo, la persona puede adoptar un rol proactivo para sumar experiencias que enriquecen la carta de presentación. El voluntariado es una de las alternativas a tener en cuenta en este contexto profesional.

4. Valora otras alternativas: emprender motivado por las circunstancias

Hay diferentes perfiles de emprendedores en la actualidad. La decisión de montar un negocio no siempre es fruto de la vocación interna. Las circunstancias externas pueden ser determinantes para dar el paso. Por ello, el emprendimiento es una alternativa que contemplan algunos parados de larga duración que no encuentran nuevas oportunidades de empleo más allá de su constancia en la búsqueda de trabajo.

5. Búsqueda de empleo online y offline

Crea una estrategia de búsqueda activa de empleo centrada en diferentes canales. Es decir, tus acciones pueden enmarcarse en el plano online y offline. Aunque el marco digital es clave para consultar ofertas, enviar el currículum y potenciar la marca personal, las oportunidades pueden surgir más allá de Internet. Es muy importante que tus contactos y tu entorno cercano sepan que estás buscando trabajo.

Ellos también pueden informarte sobre datos interesantes: convocatorias de oposiciones, apertura de nuevas empresas, ofertas que se adaptan a tu perfil, cursos de formación, ayudas para desempleados de larga duración…

6. Autoconocimiento: potencia tus cualidades y fortalezas

La actualización del curriculum vitae es clave en la búsqueda de empleo en un contexto de paro de larga duración. En ese caso, es esencial estructurar la información en torno a un formato que no gira alrededor de fechas concretas. Una programación temporal pone de manifiesto que existen huecos vacíos y periodos de inactividad.

El autoconocimiento, por su parte, es determinante para orientar la búsqueda de trabajo hacia una dirección que mejora el nivel de empleabilidad. ¿Cuáles son tus cualidades, fortalezas y competencias profesionales? ¿Qué valiosos aprendizajes has adquirido a través de tu trayectoria laboral, tu formación académica, las experiencias de trabajo en equipo o la colaboración en proyectos de voluntariado? Pon en valor tu conocimiento y todo lo que puedes aportar a una empresa.

Por tanto, afrontar el paro de larga duración puede convertirse en un proceso muy complejo. Ten paciencia y confianza: en algún instante surgirá una oportunidad que se alinee con tu perfil y tu talento.

1. Autoconfianza: utiliza un tono positivo y muestra tu talento

Algunos profesionales no se sienten cómodos cuando tienen que hablar de sí mismos. Sin embargo, el autoconocimiento personal también se completa con el punto de vista externo. ¿Qué cualidades, competencias y fortalezas destacan en ti aquellos compañeros de trabajo, jefes y profesores que te han conocido a lo largo de tu trayectoria académica y laboral? Muestra tu interés por incorporarte a un proyecto que admiras. Y específica qué puedes aportar tú al equipo.

2. Cuida la introducción de la carta de presentación

El apartado inicial de una carta profesional es clave para despertar el interés del interlocutor. Contextualiza el motivo del mensaje y la razón por la que consideras que tu perfil encaja con las características del puesto de empleo o con el proyecto. Añade varios datos de contacto (y revisa la información antes de enviar el texto).

3. Haz una síntesis de los aspectos más relevantes de tu currículum

Cuando tomas la iniciativa de contactar con una empresa, es importante que personalices tu carta de presentación y tu currículum. La carta no debe convertirse en un resumen de los datos que componen tu perfil profesional. Sin embargo, sí puedes hacer una breve síntesis para exponer aquellos aspectos que quieres subrayar.

4. Finaliza la carta con una llamada a la acción

Cada día, empresas y negocios reciben nuevos currículums por parte de profesionales que buscan trabajo o quieren encontrar nuevas oportunidades. ¿Cómo diferenciar un mensaje? Es recomendable finalizar la carta de presentación con una llamada a la acción. Por ejemplo, es posible mostrar la disponibilidad para programar una próxima reunión.

5. Un formato breve: clave para resaltar lo importante y descartar lo que sobra

Una carta de presentación atractiva destaca por los siguientes factores: personalización, brevedad y claridad. Es aconsejable que el texto no tenga una extensión superior a un folio. Estructura el contenido en cuatro o cinco párrafos breves que siguen el siguiente esquema: introducción, desarrollo y despedida. La parte inicial, como hemos mencionado, contextualiza el motivo de la carta. El desarrollo es clave para profundizar en algunas ideas. La conclusión final, por su parte, enmarca la llamada a la acción.

6. Selecciona una plantilla atractiva para tu carta de presentación

La estética destaca de forma especial en la redacción del currículum y en la elaboración de la carta de presentación. ¿Cómo encontrar el formato perfecto para cuidar la primera impresión del documento? A través de Internet puedes encontrar una gran variedad de plantillas originales que pueden inspirarte. Generalmente, es recomendable escribir el texto a ordenador.

Sin embargo, la experimentación también es positiva en el proceso de búsqueda de empleo porque permite integrar acciones diferentes (y observar los resultados). También puede ocurrir que la oferta de empleo indique que el candidato debe enviar una carta escrita a mano. En ese caso, debes cumplir con ese requisito y seguir las indicaciones específicas del proceso.

7. Elige un tipo de letra elegante

Al diseñar tu currículum y tu carta de presentación a ordenador, puedes utilizar diferentes tipos de letras. Selecciona una fuente que te guste y que te parezca elegante.

Revisa y actualiza tu currículum. Y crea una carta de presentación que destaque y potencie tu trayectoria profesional. Lee en voz alta el texto en varias ocasiones. ¿Te sientes cómodo e identificado con el contenido? ¿Qué cambios puedes añadir para mostrar tu mejor versión en el entorno laboral actual?