Existen distintos tipos de emprendimiento. Los pequeños negocios, que dan tanta vida a pueblos y ciudades, tienen un gran significado. ¿Cuáles son las ventajas que aporta este tipo de proyecto?
1. Minimizar el riesgo
La incertidumbre siempre se enmarca en el horizonte emprendedor, especialmente, en un entorno VUCA. Sin embargo, existen decisiones que influyen de forma positiva en la reducción del riesgo. Un pequeño negocio requiere de un menor presupuesto y gastos de mantenimiento. El objetivo de minimizar el riesgo no solo es positivo desde el punto de vista económico, sino también, emocional. Este hecho influye en el grado de autoconfianza con el que el emprendedor visualiza su papel en la misión que quiere lograr.
2. Potencial de crecimiento
Un pequeño negocio es el ejemplo de un proyecto que escribe una historia de evolución. Desde el punto de vista potencial, el negocio puede ampliarse, pero no es una condición indispensable. De hecho, tal vez el negocio se mantenga siempre pequeño porque así lo ha decidido el propietario.
3. Simplificar las dificultades
La complejidad de los obstáculos es proporcional a la naturaleza de la propia empresa. Un pequeño negocio también encuentra puntos de inflexión en su camino, pero el proyecto es más manejable para un emprendedor que no tiene una larga experiencia profesional.
4. Equipos pequeños
Trabajar en equipo es una experiencia creativa que, sin embargo, no siempre resulta sencilla. Los equipos formados por un reducido número de colaboradores establecen un vínculo familiar en un negocio pequeño. Este hecho influye en la comunicación, la confianza y el compromiso mostrado por quienes intervienen en el proyecto. Los equipos pequeños también requieren de un menor número de contrataciones.
5. Emprender con pocos recursos
Algunas ideas de emprendimiento requieren de una inversión más elevada. Y, sin embargo, emprender con pocos recursos es una expectativa más alcanzable a corto plazo.