El departamento de recursos humanos puede marcar la diferencia para empresas y trabajadores. Sin embargo, es un área de especialización que afronta desafíos muy importantes. A continuación, presentamos seis casos habituales.
1. Dificultades para retener el talento a largo plazo
Las motivaciones de los empleados de una empresa no son idénticas. Algunos profesionales priorizan la posibilidad de crecer en un proyecto. Otros quieren mejorar sus condiciones salariales mientras que algunas personas conceden una mayor importancia a la flexibilidad de horario. La motivación no se orienta en una única dirección. Por ello, retener el talento de profesionales formados y comprometidos es un auténtico desafío.
2. Dificultad para encontrar a perfiles cualificados para puestos muy específicos
Aunque existe una alta demanda de empleo, y las empresas reciben numerosas candidaturas de profesionales que envían su currículum para incorporarse al equipo, se produce una paradoja habitual: encontrar a perfiles preparados para cargos muy específicos puede convertirse en un verdadero reto.
3. Crear un equipo cohesionado que comparte unos valores comunes
Crear un sentimiento de unidad y colaboración en el equipo no es tarea sencilla. Especialmente, cuando la plantilla experimenta un alto nivel de rotación, existe una falta de liderazgo o surgen conflictos que se cronifican en el grupo. Sin embargo, la calidad del trabajo llevado a cabo por los colaboradores también depende del modo en el que han afrontado el proceso.
Cuando el individualismo adquiere un mayor protagonismo que el compañerismo, surge el deseo de destacar frente a los demás. Pero la esencia de un equipo es diferente. En este último caso, los éxitos se comparten en común y los errores se superan en compañía de los demás.
4. Gestión de las expectativas de los trabajadores más allá del ideal
Existen muchas mejoras que el departamento de recursos humanos puede implementar a largo plazo. Es muy positivo que las iniciativas de los empleados sean escuchadas. Sin embargo, atender las sugerencias de los trabajadores no significa que todas ellas puedan llevarse a la práctica en un horizonte próximo. Cuidar el entorno de trabajo, crear un ambiente agradable y alimentar la creatividad del equipo son aspectos muy necesarios.
También es fundamental que la entidad impulse medidas de conciliación que repercutan en la calidad de vida de las personas contratadas. Las opciones de mejora son numerosas. Sin embargo, es esencial gestionar las expectativas para que se ajusten a la realidad. En caso contrario, cuando lo real se compara con lo ideal, crece el desencanto y la desmotivación.
5. Comunicación cercana y transparente entre los departamentos
La comunicación en una gran empresa se analiza desde distintas perspectivas. Por ejemplo, el intercambio de información puede contextualizarse en el ámbito de un equipo. Pero la colaboración debe extenderse más allá de ese núcleo. Los distintos departamentos también participan de las metas comunes de la entidad. Sin embargo, es en este punto donde los departamentos de recursos humanos también experimentan desafíos importantes.
6. Mantener el salario emocional de los empleados a largo plazo
El concepto de salario emocional ha ganado una enorme proyección durante los últimos años. Sin duda, cuando un empleado hace una valoración positiva de su puesto de empleo, se siente más satisfecho con su rutina de trabajo. Sin embargo, la motivación interna de una persona no es estática. Y alimentar el salario emocional de un profesional por medio del reconocimiento externo no es un propósito sencillo.
En definitiva, los departamentos de recursos humanos de las grandes empresas realizan una labor muy necesaria en relación con la gestión del talento. Sin embargo, también superan desafíos constantes como la necesidad de adaptación al cambio, la existencia de recursos limitados o la evolución en un contexto de incertidumbre.