Detrás del propósito de emprender debe existir una motivación importante para hacerlo. Por esta razón, el primer paso reside en analizar los motivos de esta opción. ¿Cuáles son las peores razones para emprender?
1. Es tu única opción
Al igual que ocurre cuando una persona prepara oposiciones, si ese es tu único plan y no valoras distintas alternativas, el riesgo de frustración es enorme si el proyecto no prospera del modo deseado. La decisión de emprender se refuerza cuando además de valorar esa posibilidad, también valoras otras.
2. Quieres ganar mucho dinero
El factor económico influye en el propio deseo del emprendimiento, sin embargo, si esta es la única motivación para montar un negocio, el propósito se queda muy corto. Especialmente, porque tendrás que tener paciencia para observar los resultados del esfuerzo realizado.
3. Crees que es fácil
Solo tienes que pasear por las calles más comerciales de tu lugar de residencia y entorno próximo para observar la cantidad de tiendas que abren sus puertas y se cierran poco tiempo después al no haber despertado el interés de los clientes.
4. Quieres ser tu propio jefe
Aunque este es el mensaje que acompaña a un marketing equivocado del emprendimiento, en realidad, no tendrás un jefe sino varios. Y, además, no solo tendrás la responsabilidad de tu puesto de trabajo, sino de todo tu negocio.
5. Te has quedado sin empleo
La consecuencia natural del despido no es el emprendimiento ya que si realmente tu motivación hubiese estado en esa dirección, entonces, ya hubieses decidido montar este proyecto antes de que esta circunstancia se hubiese producido. Es decir, hubieses sido proactivo en lugar de reactivo.
6. Crees que tienes algo que demostrar
Si sientes que detrás de tu iniciativa de montar un negocio existe un deseo de reafirmar tu propia autoestima frente a los demás, entonces, elige otro camino que implique menos riesgos.