La aventura del emprendimiento adquiere formas distintas como refleja la biografía profesional de tantos emprendedores de éxito (y de quienes no lograron los resultados deseados). En Empresariados ponemos el acento en ocho perfiles de emprendedores que destacan en el mercado laboral actual.
1. Parados de larga duración que emprenden un proyecto propio
Algunas personas afrontan un periodo de desempeo que supera los doce meses. Y no obtienen resultados positivos en la búsqueda activa de nuevas oportunidades profesionales. Es una circunstancia que afecta, principalmente, a los mayores de 50 años. En ese caso, las variables del presente pueden convertirse en un impulso para planificar un proceso de emprendimiento a corto o medio plazo.
2. Jóvenes emprendedores con un alto nivel de formación
Cada emprendedor afronta el reto de emprender desde su perspectiva. Muchos jóvenes emprendedores cuentan con un importante valor: el alto nivel de formación que proporciona recursos, habilidades y conocimientos para gestionar, dirigir y liderar un proyecto con éxito.
3. Emprendedores vocacionales
Algunas personas deciden emprender cuando esa opción se presenta como la alternativa ideal ante las circunstancias externas. Sin embargo, la decisión de montar un proyecto propio puede alinearse con variables internas. Así sucede en el ejemplo concreto de emprendedores totalmente vocacionales que, a pesar de tener otras alternativas a su alcance, se implican en un plan de acción que da forma a una idea de negocio.
4. Mujeres emprendedoras
El emprendimiento y el talento femenino están muy presentes en numerosas historias de superación y éxito. Existen iniciativas concretas como Womenalia que ofrece recursos de formación, desarrollo profesional y networking para mujeres profesionales y emprendedoras.
5. Emprendedores y emprendedoras de más de 45 años
No existe una única edad para montar un negocio o una empresa. Sin embargo, cada etapa de la vida ofrece sus ventajas. En la actualidad, conviene hacer alusión al ejemplo de superación de los profesionales que se convierten en emprendedores en un periodo tan significativo como aquel que se contextualiza más allá de los 45 años.
Un tiempo de balance en el que el profesional pone en perspectiva su trayectoria previa (y es consciente de que todavía le queda un largo trayecto hasta la jubilación). Además, es un periodo que puede estar acompañado por la búsqueda de nuevas oportunidades y el cumplimiento de sueños relevantes. Los emprendedores de más de 45 años, a diferencia de los perfiles más jóvenes, poseen un importante legado: la experiencia.
6. Emprendedores familiares
Algunos emprendedores deciden emprender en pareja, con amigos o con familia. Es importante reflexionar al respecto antes de dar un paso que supone mezclar los aspectos personales con los negocios. Pues bien, destaca el perfil de aquellos profesionales que se unen en torno a un proyecto que comparten con sus seres queridos. Dan forma a una iniciativa común que se afianza en valores similares.
7. Emprendedores en potencia
Algunas personas todavía no han dado el paso del emprendimiento, pero es probable que monten un proyecto propio en un futuro a medio o largo plazo. Son perfiles que se visualizan como emprendedores con opciones de éxito en el mercado laboral actual. Sin embargo, no todos los profesionales que se integran en este grupo lideran su proyecto en algún instante. Hay muchas variables que influyen en el proceso. El miedo al fracaso, por ejemplo, rompe con muchos sueños.
8. Emprendedores desmotivados y desorientados
Las expectativas y la realidad no siempre encuentran su equilibrio en un proyecto de emprendimiento. A pesar de la fuerza, la ilusión y el compromiso con el que un profesional da el paso de impulsar su negocio, la motivación también puede apagarse de forma gradual. Así lo muestra el ejemplo de aquellos emprendedores desmotivados que están cansados de luchar al extremo por cada meta.