Uno de los trámites que lleva a cabo un emprendedor al montar un negocio es la constución de la forma jurídica. La sociedad regular colectiva es aquella forma jurídica en la que existe más de un socio al frente del proyecto. Los estatutos de la sociedad regular colectiva determinan los derechos y obligaciones de cada uno de los socios que contribuyen con el capital económico para el emprendimiento de ese proyecto. Para el establecimiento de este tipo de sociedad es necesario que exista un mínimo de dos socios. En caso de que existan deudas económicas generadas por esa sociedad, los socios deben responder con sus propio patrimonio a los acreedores. La constitución de la sociedad regular colectiva se realiza mediante la firma del contrato de sociedad.
La firma del contrato
En este contrato de sociedad, los socios pueden establecer detalles sobre el modo en que gestionarán la empresa y detalles sobre el reparto de los beneficios generados o las pérdidas acumuladas en el tiempo de vida de la empresa. Pero estos detalles siempre deben establecerse bajo la base de la responsabilidad de responder con el patrimonio personal de los socios ante posibles deudas generadas por el negocio.
Este tipo de forma jurídica ofrece unos beneficios concretos. Uno de los más importantes es que los socios que participan en el proyecto pueden colaborar mutuamente compartiendo sus conocimientos y también, su aportación económica para sacar adelante el negocio. El valor de la responsabilidad compartida es muy importante para muchas personas.
Desventajas de la sociedad regular colectiva
Sin embargo, este tipo de colaboración también tiene consecuencias negativas que es muy importante valorar. Y es que, las acciones de uno de los socios pueden afectar de forma directa a todos los participantes en la sociedad. En caso de tener un mal socio, los problemas pueden multiplicarse bajo la forma de sociedad regular colectiva.