Existen distintos motivos por los que el desenlace definitivo de un proyecto de emprendimiento puede derivar en el cierre como destino inevitable. Una de estas historias posibles es aquella que tiene la forma de la falta de relevo generacional. Un hecho que también llega a condicionar a proyectos que han escrito una historia corporativa de éxito que ya mira a su pasado ante la falta de continuidad de aquella misión que emprendieron sus fundadores en la etapa inicial. Este tipo de circunstancia también condiciona a proyectos que en algunos casos tienen una larga vida y el valor emocional de una idea de emprendimiento que fue posible gracias a la implicación familiar.
Negocios que cierran sus puertas con la jubilación de sus dueños
Familias que también experimentan puntos de inflexión cuando las nuevas generaciones se forman y se prearan para iniciar su camino profesional en una dirección diferente. Cada ser humano está llamado a vivir su propio proceso y, en lo relativo al tema de este artículo, esta decisión individual también crea una influencia en el desarrollo de un negocio que necesita un nuevo protagonista que dé continuidad al trabajo previo cuando los responsables actuales del mismo se preparan para vivir su periodo de jubilación.
Esta despedida de la vida profesional, en tal caso, también está acompañada por este cierre definitivo del proyecto.
Cierre de negocios emblemáticos
La falta de relevo generacional en algunos proyectos también dibuja un nuevo paisaje en las calles de pueblos y ciudades que dejan de contar con lugares emblemáticos que durante muchos años ofrecieron un servicio al cliente en el comercio de proximidad.
Esta situación de cierre también puede estar acompañada por otros factores, además de la falta de relevo generacional. Por ejemplo, la inestabilidad presente en el sector en el que está especializado el proyecto.