Una idea de negocio se convierte en una importante inspiración para aquel emprendedor que observa el potencial que hay en ella. Pero, más allá de la apariencia, una idea debe analizarse en toda su extensión. En Empresariados te damos las claves para lograrlo.
1. Relación entre la oferta y la demanda
Una idea de negocio adquiere sentido cuando existe un público objetivo interesado en adquirir los productos y servicios del catálogo. Para proponer una oferta interesante, previamente, conviene analizar si existe demanda en la zona en la que estará ubicado el negocio. Ten en cuenta, además, que existen otros competidores directos que se enfocan en ese sector.
2. Viabilidad
Más allá del deseo de poner en marcha un negocio, dicha planificación teórica debe ser posible en la práctica. Es decir, es importante que cuentes con los medios necesarios para dar forma a ese proyecto.
3. Analiza los beneficios del producto o servicio
Conviene ir más allá de la observación de las características que definen un buen producto. Este debe ser, ante todo, útil para aquel que lo compre. Por ello, debe ofrecer unos beneficios a aquel cliente que, motivado por una necesidad previa, adquiere ese artículo en el punto de venta.
4. Cuál es la capacidad de evolución
El emprendedor está condicionado por las circunstancias externas, pero una idea de negocio también lo está. Nace en un tiempo, en un lugar y en un contexto que conviene conocer. ¿Qué factores son favorables en el entorno para impulsar el éxito de esta iniciativa a nivel potencial? ¿Y qué otras variables presentan obstáculos a superar? Por tanto, analiza tu idea por su vinculación con el contexto.
5. Encuentra otras alternativas
Incluso cuando tu idea de negocio te parezca única, puede ocurrir que encuentres otras alternativas a esa propuesta que presenten otras ventajas o sean más viables en este momento.