Existen distintos perfiles de emprendedores. No hay una fórmula que sea sinónimo de triunfo a modo de causa y efecto. Sin embargo, una de las habilidades más importantes de un emprendedor exitoso es la proactividad. Estas son algunas de las cualidades que identifican a aquel emprendedor que destaca por esta habilidad.
1. Formación permanente
Es un profesional que dedica una parte de su tiempo a seguir cultivando su conocimiento con cursos especializados en aquellas materias que completan su currículum. Esta proactividad va más allá de hacer la matrícula en un taller concreto. El alumno se implica y se compromete con esta formación. En un entorno tan cambiante como el actual, un emprendedor proactivo sabe que todavía existen muchos aspectos que desconoce.
2. Resolutivo
El emprendedor es consciente de que no puede quedar a la espera de que las dificultades se resuelvan por pura inercia a partir de la evolución de los acontecimientos. El emprendedor es protagonista de este proceso y, por tanto, asume este rol en este contexto. Identifica alternativas de solución para ir más allá de un obstáculo.
3. Comprometido
Un emprendedor proactivo asume el compromiso de dedicar tiempo a este proyecto que nace de la decisión personal. El compromiso se mantiene en las distintas etapas de vida de un negocio y está presente en la fase de planificación. Este compromiso, a su vez, lo transmite al equipo de trabajo a través del liderazgo con el que inspira a los demás.
4. Valiente
Emprender es un desafío y un reto. Muchas personas ponen en pausa un posible emprendimiento por miedo al fracaso. Los profesionales proactivos son valientes, ya que se enfocan en el potencial de un idea, aunque encuentran distintas barreras en este proceso.
5. Adaptación al cambio
Los cambios no desbordan a quien pone en práctica los recursos necesarios para adaptarse a ellos.