El refuerzo de la productividad es un objetivo frecuente en emprendedores y en trabajadores. ¿Cómo lograr este propósito si diriges tu propio negocio?
1. Identifica los puntos vulnerables
Es recomendable que pongas nombre a aquellos ladrones de tiempo que ocupan gran parte de tu agenda y, sin embargo, no influyen positivamente en tu productividad. La identificación de este tipo de situación te ayuda a poner en su contexto una dinámica que se repite frecuentemente en tu agenda. Pero, además, intenta ir un paso más allá para enumerar los efectos que esta circunstancia produce. Escribe en un cuaderno tus reflexiones sobre este ejercicio de análisis.
2. Genera alternativas
Hacer las cosas de un modo determinado no significa que no puedan realizarse de una forma distinta a partir de ahora. Cuando una dinámica se convierte en un ladrón de energía es esencial que explores nuevas posibilidades ya que eso no significa que no puedas hacer las cosas de una forma distinta. Al potenciar un nuevo hábito llegas a transformar una debilidad en una ocasión para desarrollar una nueva fortaleza.
3. Trabaja en equipo
Formas parte de un equipo, compartes una misión con quienes componen este proyecto. El trabajo en colaboración incrementa la motivación durante la realización de la labor diaria. Y esta motivación externa también influye en la productividad ya que el compromiso de cada persona aumenta cuando se siente parte de una realidad mayor que aquella que describe el propio individualismo.
4. Refuerza la información visual
Por ejemplo, anota en una pizarra posibles ideas que no quieres perder de vista. Potencia el pensamiento visual también durante las reuniones de trabajo previstas para organizar los proyectos de las próximas semanas.
¿Cómo mejorar tu productividad si eres emprendedor o quieres llegar a serlo en el futuro? Intenta encontrar el equilibrio entre la dedicación a tu proyecto y el disfrute de tu propia vida personal.