Cómo ofrecer un trabajo que nadie quiere


Todo el mundo quiere tener trabajo. Sin embargo, algunos empleos son rechazados hasta por personas en paro. Es complicado convencer a alguien para que acepte un trabajo desagradable o estresante, pero todavía más difícil es conseguir que esa misma persona se mantenga en ese puesto durante mucho tiempo. No obstante, conviene decir que los puestos que nadie desea también pueden exigir una alta cualificación o incluso están bien pagados, precisamente porque no hay demanda por ellos.

Es importante estar bien en nuestro trabajo, de modo que en ningún caso se convierta es un castigo. A pesar eso, algunos empleos son una auténtica condena en vida. Pero alguien tiene que hacerlos. El tema está en cómo se motiva a alguien que cada día se levanta para desarrollar una actividad que no le proporciona ningún estímulo profesional, resulta desagradable, excesivamente dura o monótona.

Cuando nos imaginamos los peores trabajos del mundo, se nos ocurren algunos que no requieren apenas cualificación profesional, que los puede hacer el más tonto, que pueden ser peligros, que están mal pagados o que los puede hacer hasta el más incompetente. Es evidente que este tipo de trabajos no están socialmente bien vistos, esto los convierte directamente en rechazables.

Pero también hay trabajos pésimos que implican una alta cualificación o que están retribuidos más que dignamente. Lo importante es encontrar el equilibrio entre el perfil profesional, su desarrollo personal y la motivación. Nunca debemos engañar al posible candidato si sabemos que hay dificultades en el empleo que se debe cubrir. Es mejor advertirle de lo que se va a encontrar y que si acepta, asuma los riesgos que supone.

Recursos Humanos, Trabajo,
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