Hoy en día con motivo de la crisis se habla de innovación y de que sólo las empresas que realmente son innovadoras pueden superar mejor la crisis y abrir nuevos mercados, aumentando sus posibilidades de supervivencia. Ser innovador muchas veces va vinculado a la actividad de la empresa o a tener un producto que no esté presente en el mercado. No obstante, se pueden seguir una serie de consejos para que la empresa tenga éxito, aparte de observar casos muy exitosos como, por ejemplo, Apple o Google.
Lo primero, desde luego, es la paciencia, porque la innovación no se hace de la noche a la mañana, aunque tampoco tiene por qué ser un proceso muy lento. Eso sí. Hay que pensar muy bien cada paso que se da. Y uno de los principales es tener visión de liderazgo porque sin ella poco se puede hacer. Además hay que dotar a la empresa de la estructura que sea más adecuada para poder innovar y organizarla bien porque es una de las calves del éxito, tratando de crear un modelo que no sea excesivamente rígido, pero tampoco demasiado blando.
En esta estructura, los individuos o personas son fundamentales para poder aprovechar todo su potencial, siendo preciso que cada uno desempeñe el rol que mejor se adapte a sus posibilidades. Una potencia que además hay que entrenar para que sigan capacitados y puedan innovar dentro de su área de actividad, aunque no sea personal técnico.
También debe contemplarse la posibilidad de trabajar en equipo para establecer sinergias y buscar diferentes puntos de vista que contribuyan a solucionar los problemas y a encontrar la más innovadora, lo que se fomenta si las personas están dentro de un clima creativo que forma parte de la organización de la empresa. El clima creativo no es sinónimo de caos.
Y, sobre todo, se debe fomentar la comunicación en la empresa en todas las direcciones para poder aprovechar la máximo esas sinergias entre las personas y departamentos a través de diferentes canales y medios para generar respuestas adecuadas que contribuyan a impulsar la innovación.