Cada profesional tiene una historia diferente y sus propios motivos para emprender. ¿Cuáles son los perfiles que pueden diferenciarse en este contexto profesional? En Empresariados enumeramos cuatro ejemplos.
Emprendedores que vieron este ejemplo en su familia
El ejemplo ligado al testimonio de vida de familiares directos que se implicaron en un proyecto, superando dificultades y afianzando fortalezas, también puede hacer que quien ha observado esta referencia desde tempranda edad en su vida, desee seguir este impulso cuando alcanza la etapa adulta. Jóvenes que tal vez den continuidad a un negocio familiar que prolonga su vida en la historia o, por el contrario, deciden dar forma a una propuesta individual.
Emprendedores que se reinventan a los 40
Esta edad marca un punto de inflexión en la vida profesional de muchas personas que al llegar a este tiempo de balance y reflexión llegan a la conclusión de que no quieren seguir caminando por el mismo itinerario profesional y desean darse la oportunidad de dar forma, desde la libertad, a su verdadera motivación.
La motivación de este emprendimiento nace del deseo de crear nuevas circunstancias poniendo en valor el pasado y mirando al futuro con perspectiva.
Emprendedor online
Este entorno de nuevas tecnologías también ofrece nuevas posibilidades profesionales a quienes optimizan este escenario digital como marco para poner en marcha una idea de negocio compatible con esta presencia online. Son emprendedores que tienen un conocimiento avanzado de la técnica.
Emprendedor por casualidad
No es que el hecho de montar un negocio se improvise de un momento para otro, pero sí puede ocurrir que las circunstancias lleven a una persona a plantearse una posibilidad que en otro escenario nunca se hubiese imaginado. Es entonces cuando la casualidad se convierte en un factor determinante.
¿Con qué perfil de emprendedor te identificas más a partir de tu propia historia?