Ser emprendedor y ser empresario no son términos sinónimos, tienen matices distintos. Un emprendedor es aquel que trabaja más que nadie en una empresa, sin embargo, el empresario es aquel que delega más en sus trabajadores. Por otra parte, el emprendedor es quien se encarga de que sus empleados estén todo el tiempo trabajando, en cambio, el empresario observa más los resultados en el rendimiento de dichos trabajadores.
Rasgos de un empresario
Un empresario mide mucho el valor de los resultados porque dichos resultados son la clave numérica del éxito de una empresa. Esta motivación también es importante para los trabajadores, sin embargo, existen otros méritos que también pueden ser premiados en la rutina cotidiana. El empresario se centra especialmente en los datos numéricos de su empresa para saber si un proyecto es rentable o no lo es o si un trabajador es competente.
El empresario es una parte fundamental de la empresa al igual que el trabajador a través de su pensamiento y su estrategia de acción es la persona cualificada para hacer crecer ese negocio. Un empresario es muy selectivo a la hora de contratar al personal adecuado para su empresa. Quiere a los mejores en su equipo de trabajo.
Rasgos de un emprendedor
A diferencia del empresario, el emprendedor lo que de verdad premia en las personas es su capacidad de esfuerzo y de lucha ya que esto genera compromiso por parte de los trabajadores hacia su empresa. Es quien tiene las riendas del barco en el momento inicial de creación de un negocio: un proyecto es el reflejo de la creatividad de quien lo creó. Conoce muy bien su empresa, conoce también a las personas que están en ella, dedica tiempo a charlar con los empleados. Es un jefe cercano y accesible.
El emprendedor tiene tan poco tiempo disponible que lo que de verdad quiere en el trabajo, es gente que sepa obedecer, que le haga las cosas fáciles y no caiga en discusiones innecesarias.