Existen distintos tipos de aprendizaje. Y uno de los más importantes para fomentar el espíritu emprendedor es el aprendizaje por descubrimiento. Es decir, es aquel tipo de enseñanza que convierte al alumno en protagonista de su propio proceso de superación a partir de experiencias en las que tiene que encontrar una solución por sí mismo. Este tipo de enseñanza fomenta el espíritu proactivo en lugar de reactivo.
Características del aprendizaje por descubrimiento
El aprendizaje por descurbimiento fue creado en la década de los 60 por Jerome Bruner. En este tipo de enseñanza, el profesor también ejerce una labor fundamental. Sin embargo, a diferencia de la enseñanza tradicional su rol no se reduce a impartir un contenido acabado de principio a fin sino que es un guía. Ofrece unas herramientas a los alumnos para que a partir de estos medios, ellos lleguen a sus propias conclusiones.
Este tipo de enseñanza permite a los alumnos desarrollar habilidades que son también vitales durante el emprendimiento: gestión del tiempo, iniciativa, creatividad, capacidad de observación, trabajo en equipo, colaboración, pensamiento positivo y autoestima.
Es decir, el aprendizaje por descubrimiento fomenta el juicio crítico en los alumnos. Algo que también es vital para los emprendedores. De hecho, el aprendizaje por descubrimiento no se reduce al aula sino que también está presente en la propia experiencia del emprendimiento.
Descubrir en el emprendimiento
A partir de su propia experiencia, el emprendedor adquiere lecciones de aprendizaje. Busca el modo de integrar lo aprendido en la teoría, en el contexto de la práctica. El aprendizaje por descubrimiento está presente en el emprendimiento porque es en el contexto real del trabajo donde el alumno adquiere información constante sobre sí mismo.
Por tanto, el aprendizaje por descubrimiento en el colegio y la universidad es una semilla esencial para fomentar la mentalidad emprendedora en los profesionales.