Para mejorar la productividad en el trabajo es esencial superar aquellos falsos mitos que producen confusión al respecto. ¡Descubre siete ejemplos!
1. La productividad no significa trabajar más horas
Con frecuencia, la forma de gestionar el tiempo pone de manifiesto que no se ha aprovechado plenamente el periodo disponible. Prolongar los minutos de trabajo más allá del horario de salida, no implica que los resultados obtenidos en un proyecto sean mejores.
2. La productividad no está determinada por la presencialidad
Este es otro de los falsos mitos que todavía está muy extendido en el ámbito laboral. De hecho, supone un límite a superar para la implantación del teletrabajo. Que un profesional esté físicamente presente en su puesto de empleo, no significa que esté verdaderamente concentrado en sus labores. De hecho, su atención puede estar en un lugar diferente.
3. No es positivo trabajar frecuentemente en modo multitarea
La búsqueda de la inmediatez y el deseo de mejorar la productividad pueden mostrar un enfoque negativo de la gestión del tiempo. El modo multitarea no ofrece excelentes resultados a largo plazo. No es posible poner una atención plena en la realización de vareas tareas cuando estas se desarrollan a la vez. De este modo, es habitual que algunos detalles pasen desapercibidos o que el profesional haga algunas gestiones como si tuviera el piloto automático.
4. El estrés no siempre es negativo
Es importante que el estrés no sea un elemento constante en la forma de afrontar la jornada laboral. Es un ingrediente que, cuando se convierte en un componente habitual de la rutina cotidiana, afectamente negativamente a la salud de los empleados. Sin embargo, conviene señalar que el estrés no siempre se presenta como un factor negativo. Por ejemplo, es posible sentirlo cuando se acerca la fecha definitiva para entregar un proyecto muy importante. Cuando la respuesta emocional está en relación con una causa objetiva, la sensación de estrés desaparece una vez que ese momento ya ha quedado atrás.
5. Es un error creer que el otro no puede hacer las cosas tan bien como uno mismo
Algunas creencias sobre la productividad hacen que aquellos profesionales que desempeñan puestos de responsabilidad en la empresa carguen con una lista interminable de tareas. Ese hecho refuerza la sensación de cansancio habitual y el estrés. Es un error creer que el otro no puede hacer las cosas tan bien como uno mismo. Sin embargo, para superar esta creencia, es esencial potenciar la adaptación al cambio y aprender a delegar.
6. El nivel de productividad depende de un plan que contempla hasta el más mínimo detalle
La planificación es una medida básica para gestionar el tiempo y mejorar los resultados en el trabajo. Pero un buen plan de acción no es aquel que tiene un formato excesivamente rígido. Es importante que la estrategia adoptada tenga la capacidad de ajustarse a situaciones en las que surgen factores imprevisibles. En ese caso, el plan previo no deja de ser práctico, pero necesita actualizarse con algunas novedades.
7. La productividad no depende, únicamente, del empleado
La reflexión en torno a la productividad da lugar a un análisis que puede abordarse desde perspectivas diferentes. Conviene señalar que los resultados alcanzados por el trabajador no dependen, únicamente, de su responsabilidad y compromiso. La felicidad también es importante en el ámbito laboral, por ello, es recomendable que las empresas integren este factor en una estrategia de recursos humanos que cuida de las personas. Además, incluso aquellos profesionales que tienen un alto nivel de motivación cuando se incorporan a un nuevo puesto de empleo, pueden experimentar cambios significativos en el futuro.
Existen numerosos falsos mitos sobre la productividad en el trabajo que dan lugar a creencias limitantes en torno a la organización del tiempo y la gestión del talento.