La productividad aumenta si se trabajan menos horas

Trabajar menos horas contribuye a aumentar la productividad en cerca de un 20%. Y, aunque inicialmente puede parecer que sea lo contrario, hay diversos estudios como los del IESE que así lo avalan porque es importante hablar de un concepto que se tiende a olvidar: la calidad de las horas trabajadas.

Y es que es habitual que se tienda a medir el volumen de horas que se trabaja pero no si se hacen con calidad y se aprovechan al 100%. Además, diferentes estudios también constatan que jornadas laborales muy prolongadas o que conllevan muchas horas tienen un efecto contrario porque se corre el riesgo de hacer mal las cosas, aparte de contribuir a una menor concentración.

Efectos negativos

Hacer muchas horas en el puesto de trabajo conlleva también otros efectos negativos como una mayor desmotivación por parte del empleado. Además, también se incrementa el consumo eléctrico, lo que redunda en más costes para la empresa.

Ventajas

Por el contrario, hacer una correcta gestión de los horarios de los empleados presenta una serie de ventajas. La principal es que con una buena gestión en este campo los trabajadores están más motivados y aumenta la productividad porque tienden a estandarizar sus métodos de trabajo y se aseguran de que cada labor que realizan es correcta. Con este sistema tampoco se producen duplicidades de acciones. Además, los resultados se aprecian a corto plazo.

Situación española

Esta teoría de que trabajar menos horas aumenta la productividad, por ejemplo, puede constatarse con el caso español en relación con otros estados, ya que en el país se trabaja una media de 1.625 horas mientras que en Alemania este número es de 1.420 horas. En otros casos, como el de Grecia, la media es de 2.109 horas.

Sin embargo, estos datos relacionados con el Producto Interior Bruto (PIB) reflejan que en Alemania es de 54 dólares; en España de 47 y, en Grecia, de 33.