¿Por qué fracasan las empresas? Existen empresas que tienen un breve periodo de recorrido. Y aunque lo más importante es haber tenido la iniciativa de emprender un proyecto, la sensación de derrota suele pesar en el emprendedor que ha arriesgado mucho en su decisión tanto de abrir el negocio como de cerrarlo. ¿Cuáles son las tres causas principales por las que fracasan las empresas?
Falta de experiencia práctica
Una de las causas más frecuentes y comprensibles es la de la falta de experiencia. Una falta de experiencia que puede vivirse además a cualquier edad ya que existen emprenedores que montan su primer negocio después de los cuarenta. Aunque la experiencia de ser trabajador por cuenta ajena también puede aportar conocimientos valiosos para emprender, existen aprendizajes inherentes al propio emprendimiento.
La falta de experiencia puede pesar porque son muchas las responsabilidades que asume el líder de una empresa y desde la desorientación puede sentirse desbordado por el exceso de tareas y la falta de dirección específica.
Bajo nivel de ventas
El bajo nivel de ventas suele ser la consecuencia de un error previo. Por ejemplo, un mensaje equivocado en el marketing de la empresa, falta de diferenciación, precios caros, elección de una ubicación poco adecuada de acuerdo al tipo de negocio o mala calidad en la atención al cliente.
Pero lo cierto es que dado el exceso de competencia actual también es posible que un negocio que se montó de un modo muy profesional, no logre su propósito de fidelizar el público objetivo. La mala suerte es un factor que también influye en el emprendimiento.
No dar tiempo al propio negocio
Otro error posible que puede ser causa del cierre de una empresa es que el emprendedor no da tiempo al negocio y cae en el pesimismo a partir de los primeros datos negativos. Un desánimo que también puede ir acompañado del exceso de expectativas previas a la apertura de dicho negocio.