La elección del nombre del negocio es uno de los pasos que toma todo emprendedor al montar un proyecto. Se trata de un proceso creativo cuya influencia a largo plazo es notable. El nombre de una empresa es fundamental porque ese término resume la identificación del proyecto. Al igual que sucede en las relaciones personales cuando el nombre ayuda a establecer relaciones con un vínculo emocional, del mismo modo, el nombre de un proyecto aporta una mayor proximidad para el cliente que siente que conoce más de aquella empresa que de otra cuyo nombre desconoce.
Una forma de comunicación
En muchos casos, el nombre de una empresa también contiene información sobre a qué se dedica el negocio. Del mismo modo, el emprendedor puede decidir qué imagen quiere proyectar de su negocio a través del nombre. Por esta razón, el nombre también tiene un carácter de marketing informativo. El nombre de empresa mejora la comunicación con el público objetivo. En la sociedad actual existe una gran competitividad y mucha oferta, sin embargo, el nombre aporta una individualidad y entidad a un proyecto ante dicha masificación. Es una forma de presentación ante el mercado.
Cómo potenciar la marca de empresa
El nombre de la empresa no es una decisión aleatoria porque en un solo término y en un número reducido de sílabas ofrece una gran información a los clientes. Por tanto, su riqueza de significado es muy amplia. Además, es recomendable que el nombre de dominio del negocio en internet, el nombre comercial y el nombre jurídico sean lo más coincidentes posibles para potenciar la marca de empresa. Un nombre no solo comunica por su término sino también, por su musicalidad (el fondo y la forma tienen un gran significado).
Pero además, al concretar el nombre de empresa, el propio emprendedor también aumenta su implicación emocional con el negocio.