Son muchas las fórmulas de comunicación que puede utilizar una empresa para afianzar su excelencia. En un momento marcado por el poder de las redes sociales conviene recordar que existen formatos más tradicionales que, actualizados en forma y contenido, siguen siendo igualmente importantes. Por ejemplo, la revista corporativa. Es decir, una publicación de una periodicidad establecida que tiene un valor adicional para los empleados y la propia compañía.
Identidad
El ADN de la empresa, sus valores, su razón de ser, su historia, su presente y su futuro se resume de manera gráfica en cada página de esta revista que la empresa cuida especialmente como un regalo. Puede haber secciones especialmente relevantes para reforzar esta identidad. Por ejemplo, el editorial de cada nuevo número.
Humanización de la marca
Algunas empresas son percibidas por sus empleados como distantes e impersonales. Sin embargo, una revista corporativa que tiene unas secciones establecidas y que da voz a los propios empleados de la empresa se convierte en un buen altavoz de marca.
Perdurabilidad
El trabajador siente como propia cada nueva actualización, cada nuevo número de esa revista. Por esta misma razón, es muy probable que guarde muchos de esos ejemplares a modo de recuerdo. En un momento marcado por el poder de lo inmadiato en forma de likes, destaca el contrapunto de una revista que deja huella más allá del instante.
Creatividad
Cada nuevo número es único y distinto. En cada nueva revista, la empresa se actualiza a sí misma en su manera de proyectarse ante los demás.
Diferenciación frente a la competencia
Aunque esta es una excelente fórmula de comunicación interna, los negocios que utilizan este método son una minoría. La cercanía y la transparencia en la información están presentes en la vocación inicial de esa revista que se convierte en la mejor metáfora del trabajo en equipo.