Muchos profesionales se implican para encontrar financiación para emprender un proyecto o impulsar su crecimiento comercial. El aspecto económico puede determinar la viabilidad de una propuesta en un momento específico. En Empresariados compartimos cinco consejos para obtener recursos valiosos.
1. Busca asesoramiento personalizado
Analiza las ventajas y las dificultades de cada forma de financiación. ¿Qué oportunidades percibes en una fórmula específica? ¿Y qué factores resultan menos favorables desde tu punto de vista? La decisión definitiva es muy importante, especialmente, cuando produce consecuencias significativas a largo plazo. Por esta razón, es recomendable que busques asesoramiento para entender todas las condiciones. Resuelve todas tus preguntas antes de llegar a un acuerdo final.
2. Busca otras alternativas
En ocasiones, la búsqueda de financiación se dirige hacia una idea principal. El proceso de investigación puede ayudarte a encontrar otras alternativas que tienes a tu alcance en la sociedad actual. Incluso si finalmente priorizas la fórmula que habías contemplado desde un primer momento, la determinación será todavía más firme al poner en relación esa iniciativa con otras experiencias.
Evalúa los beneficios, los inconvenientes, las facilidades y las desventajas de cada una de las vías de financiación que has incorporado en la lluvia de ideas. De este modo, adquieres una imagen global de cada punto y dispones del conocimiento necesario para descartar las herramientas que no se ajustan a tu situación actual.
Solicitar un préstamo es una medida tradicional en este contexto. Pues bien, actualmente, existen otras opciones. Incluso si optas por este tipo de financiación, solicita información en varias entidades financieras.
3. Mantén la tranquilidad
La constancia acompaña al emprendedor durante todo el proceso de emprendimiento. Necesita perseverar para resolver obstáculos que suponen una dificultad añadida en el proyecto. Tampoco resulta fácil planificar el acceso a distintas fuentes de financiación. Aunque no hayas concretado una medida definitiva, recuerda que estás más cerca de conseguir la cantidad que necesitas, si dicha alternativa resulta viable en la práctica.
Sigue centrado en la meta que te has marcado como profesional. Por ejemplo, si una persona decide no depender de medios externos, para invertir sus propios recursos en el proyecto, tal vez necesite ampliar el margen de tiempo que había previsto en un primer momento para alcanzar el ahorro necesario durante un plazo realista.
4. Un plan de negocio perfectamente desarrollado
Como profesional puedes centrar tu meta en el propósito de conseguir financiación. Sin embargo, existe otro aspecto que no debes ignorar: el motivo de justifica dicha decisión. Es decir, es esencial que tenga la base suficiente para obtener el respaldo externo.
Un buen plan de negocio es un documento que refleja la viabilidad del proyecto. Por tanto, antes de empezar a buscar distintas vías de financiación, es aconsejable que revises todos los apartados para corregir errores y hacer mejoras. De este modo, puedes acreditar cuál es el destino del dinero solicitado y la razón que justifica el proceso.
5. Reduce las cantidades iniciales
El nivel de dificultad en la búsqueda de financiación crece cuando se eleva la inversión prevista en el negocio. Existen proyectos sencillos que pueden llevarse a cabo con pequeñas cantidades. La complejidad en el proceso no solo depende de las condiciones de los distintos productos y vías de financiación, sino del propio compromiso personal. El profesional asume una responsabilidad con la decisión que ha tomado respecto a su negocio (y las consecuencias derivadas de esta elección).
Por esta razón, es esencial que valores con detenimiento cualquier alternativa antes de formalizar un acuerdo. En ocasiones, conviene reducir las cantidades iniciales. Es importante que realices un estudio del proyecto y de tus circunstancias para encontrar la propuesta que se ajusta a las necesidades planteadas.