La resiliencia es un concepto aplicable a la vida y, por tanto, también al contexto del emprendimiento que puede estar tan condicionado por las dificultades. ¿Cómo reinventarte a ti mismo en un momento de estas características?
Cuida tu salud
Tu emprendimiento es importante, te motiva y te ilusiona. Pero ningún proyecto es tan propio y tan importante como tu propia vida. Dentro de esta jerarquía de prioridades, nunca conviertas en secundario un aspecto tan prioritario como cuidarte a través de hábitos como un buen descanso, ejercicio físico y alimentación sana.
Contextualiza las dificultades
Aquello que hoy parece un límite complejo tendrá una dimensión diferente pasado un tiempo cuando mires el pasado y compruebes cómo evolucionaron los acontecimientos. Nada es estático sino dinámico y cambiante. Por tanto, incrementa tu resiliencia a través de la capacidad de relativizar aquello que hoy te preocupa.
Zona de confort
Es cierto que la experiencia del emprendimiento representa el aliciente de salir fuera de la zona de confort de forma constante. Sin embargo, debes encontrar el equilibrio de descansar en ese ámbito en el que te sientes seguro en una rutina que ya conoces. Para crear algo nuevo también necesitas encontrar tu propio espacio de referencia vital.
Recuerda éxitos previos
El miedo es uno de los frenos que puede limitar el desarrollo potencial de un emprendedor. El gesto de recordar éxitos previos incrementa tu nivel de autoconfianza y de felicidad.
Red de contactos
A nivel profesional, esta red de networking se compone de contactos profesionales con quienes compartes algún interés en común. En el ámbito personal, estos lazos parten del afecto de la familia y la amistad. Frente a la experiencia de la soledad que está tan presente en la vida del emprendedor, el encuentro con los demás activa la resiliencia de quienes se encuentran en este punto.