Si buscas una edad ideal para emprender es probable que no la encuentres nunca. Sencillamente, porque siempre existen factores adversos o posibles riesgos que forman parte del camino. Sin embargo, emprender antes de los 35 años es una alternativa habitual en los perfiles que destacan por su motivación para dedicarse al mundo de los negocios. En Empresariados te damos seis consejos clave.
1. Centra tu labor actual en tu objetivo
El proyecto puede posponerse durante mucho tiempo si la atención se dispersa hacia diferentes objetivos. Por el contrario, cuando tu compromiso, tu implicación y tu planificación se dirigen hacia esa dirección, avanzas con más seguridad.
2. Empieza a construir una red de apoyo
Tal vez ya cuentes con contactos y profesionales en los que confías plenamente. Sin embargo, siempre estás a tiempo de empezar a cultivar los vínculos por medio de networking y la comunicación frecuente. Una red de apoyo facilita el acceso a información nueva. Por otra parte, es un medio de colaboración, diálogo, confianza y asesoramiento.
Un espacio propio que resulta clave para evitar el aislamiento o la soledad en las etapas más complejas de un proceso de emprendimiento. Evidentemente, quien emprende antes o después de los 35 años no puede delegar sus decisiones profesionales en otros expertos. Sin embargo, el contacto con los demás incrementa la resiliencia frente a las dudas, la incertidumbre y los retos del camino.
3. Que tu propósito se centre en el largo plazo
Por edad, es probable que tengas la posibilidad de evolucionar durante muchos años en la gestión de un proyecto. Por esta razón, elige un buen propósito que se centra más en el largo plazo. Es decir, prioriza una misión que te interesa de verdad. Y profundiza en aquellas razones que se alinean directamente con tu motivación y tu voluntad.
4. Utiliza aquellos recursos que simplifican la inversión
El ahorro es uno de los medios que puede facilitar el acceso al emprendimiento en etapas más avanzadas de la vida. Aunque una persona que tiene menos de 35 años también ha podido crear un fondo de ahorro, quizá no cuente con una cantidad elevada para impulsar la idea. Pues bien, existen diferentes fórmulas que simplifican la inversión. Por ejemplo, el auge de los espacios coworking en ciudades y, en el entorno rural, merece un reconocimiento especial. También puedes acotar el proyecto: recuerda que tiene capacidad de crecimiento.
5. No pierdas el hábito de la formación
Algunas personas que emprenden en etapas más avanzadas de la vida profesional poseen una gran experiencia práctica. Pero no han mantenido el mismo nivel de constancia en relación con el hábito de estudio. La propia dificultad para asistir a cursos o mantener un horario para repasar el temario hace que esa expectativa quede en un segundo plano. Pues bien, una persona que tiene menos de 35 años recuerda su etapa académica con una mayor cercanía. En cualquier caso, si quieres montar un negocio, no dejes de formarte y no solo en aspectos técnicos (sino también en finanzas, gestión del estrés o trabajo en equipo).
6. Que la sobreprotección del entorno no limite sus sueños
La visión que cada familia tiene del emprendimiento depende de sus propias referencias vitales y experiencias personales. A veces, esta experiencia se percibe desde la incertidumbre más absoluta. Y el riesgo existe, es cierto. Por esta razón, la prudencia es una cualidad positiva en el emprendimiento. Pero el riesgo no debe alimentar el temor de forma permanente. Por ello, si quieres emprender antes de los 35 años quizá debas intentar que la sobreprotección del entorno, aunque tenga una buena intención, no te limite en tus sueños profesionales y en tu realización personal.
¿Quieres emprender un negocio antes de los 35 años? ¡Céntrate en esa oportunidad que tienes a tu alcance!