Cualquier proyecto, más allá de la etapa en la que se encuentra, tiene la posibilidad de evolucionar a partir de su propia esencia. Las fortalezas de un proyecto son esenciales porque ponen de manifiesto aquello que funciona. Sin embargo, las áreas de mejora no deben pasar desapercibidas en la estrategia de crecimiento. ¿Cómo identificarlas y qué hacer para incidir de forma positiva en la evolución del emprendimiento?
1. Es positivo elaborar un diagnóstico de la situación de la empresa
Los objetivos que marca un emprendedor a principio de año solo son viables cuando se afianzan sobre una base firme. Por ello, es esencial conocer los cimientos y la estructura del propio proyecto para descubrir su verdadero potencial y reconocer otros límites existentes. En definitiva, un diagnóstico describe el escenario de una empresa, desde su perspectiva actual. Muestra una fotografía del proyecto.
2. Buzón de sugerencias para empleados
La imagen que el responsable de la entidad tiene sobre la empresa es más completa cuando contempla la perspectiva de otros perfiles que forman parte del organigrama. Los empleados perciben el contexto desde una posición que se alinea con unas condiciones y tareas específicas. El buzón de sugerencias es un medio esencial para que los colaboradores tengan la oportunidad de proponer iniciativas y comentar áreas de mejora de manera anónima si así lo desean.
3. Comentarios de los clientes
La visión de la empresa no solo se amplía con la perspectiva de los trabajadores, sino también con las valoraciones de los clientes. Por ejemplo, es posible identificar qué aspectos positivos se repiten de manera habitual en las opiniones externas.
Y también conviene acotar otros datos mejorables que los compradores comparten por medio de diferentes vías de contacto. Un proceso de transformación no es inmediato, sino que las medidas implementadas se adoptan de manera gradual. Pero la escucha es un paso esencial para una empresa que quiere estar en contacto permanente con lo real.
4. Análisis DAFO
Existe una herramienta que está específicamente diseñada para elaborar un completo análisis del proyecto empresarial. El análisis DAFO es un recurso que está al alcance de las grandes compañías, pero también de los pequeños negocios.
Su estructura se convierte en una guía práctica para realizar una comprobación de cuatro apartados principales del negocio: las debilidades que reúne en la actualidad, las amenazas con las que se encuentra, las fortalezas que incrementan su resiliencia y las oportunidades que se enmarcan en el horizonte. Hay que atender las áreas mencionadas y ponerlas en relación. De lo contrario, si el emprendedor solo se fija en un ángulo concreto, tiene una perspectiva muy limitada de aquello que sucede.
5. Factores que elevan el riesgo de estancamiento actual o potencial
Es posible conectar con las áreas de mejora por medio de diferentes procesos. De hecho, se alineean de forma directa con la identificación de aquellos factores que elevan el riesgo de estancamiento. Hacen referencia a esos obstáculos o límites que interfieren en la actividad del proyecto y reducen sus resultados. ¿Qué ocurre si esta información pasa desapercibida para el responsable del negocio? No puede enfocarse en ella.
6. Carencias en el plano de la formación del emprendedor y de los empleados
La formación práctica es esencial en la gestión de un negocio. Y las tendencias cambian continuamente, especialmente, en la actualidad. El profesional necesita acceder a nuevos recursos y herramientas. También es conveniente que amplíe su preparación para tomar decisiones acertadas en cualquier contexto. Por ello, las áreas de mejora pueden enmarcarse en el plano más concreto de los recursos humanos y la gestión del talento.
Es posible realizar este análisis para profundizar en cada puesto de empleo que requiere de unas competencias principales.