El proceso de emprendimiento es verdaderamente libre a nivel interno cuando conecta con un propósito y una misión. Así sucede cuando una persona acepta el reto de superar el riesgo, la incertidumbre y las dudas. Y da sus primeros pasos en el mundo de los negocios motivada por una pasión profesional que tiene una fuerza inquebrantable. ¿Cómo descubrir qué te mueve realmente como emprendedor? Te proponemos seis preguntas para reforzar la introspección.
1. ¿Qué objetivo está limitado de manera negativa por el miedo?
El miedo puede hacer que descartes incluso aquellos caminos que pueden hacerte verdaderamente feliz. Sin embargo, el temor que tiene la forma del vértigo ante lo desconocido puede ser muy limitante. Si tienes una vocación emprendedora, o el potencial de llegar a desarrollar este perfil profesional, es probable que haya muchos momentos en los que te visualices en un proyecto, sector o proceso. ¿Qué forma y características tiene esa imagen que percibes cuando estás relajado o te sientes plenamente conectado con la fuerza de la vida?
2. Imagina que has alcanzado tu jubilación: ¿Qué huella te hubiese gustado dejar en el entorno como emprendedor?
La perspectiva temporal puede ayudarte a conextualizar el presente desde una óptica más amplia. Ten en cuenta que el ahora está permanentemente vinculado con el futuro. Quizá ahora consideres que todavía te quedan muchos años de vida laboral. Pues bien, imagina que has alcanzado la edad de jubilación o que te encuentras muy cerca de ese momento. ¿Qué huella te hubiese gustado dejar en el entorno como emprendedor? ¿Cómo deseas que te recuerden aquellos compañeros, empleados, proveedores, contactos profesionales y clientes que te han conocido? ¿Y cómo quieres recordarte tú a ti mismo?
3. ¿Qué fortalezas y cualidades han percibido en ti profesores, jefes, compañeros de trabajo y mentores?
El modo en el que tú te percibes a ti mismo es muy significativo. Pero el amor propio y la autoestima también se amplían con la retroalimentación que recibes de los demás. Si analizas tu historia académica y profesional, seguro que recuerdas a diferentes personas que han dejado un impacto positivo en tu existencia. Por ejemplo, profesores, jefes, compañeros de trabajo y mentores te devuelven una imagen amable de ti mismo a través del espejo del compañerismo, la admiración o el reconocimiento.
4. ¿Qué áreas despiertan tu curiosidad y tus ganas de aprender?
Algunas personas consiguen transformar una afición en una fuente de ingresos. Otras perfeccionan su dominio, su técnica o su conocimiento en torno a un sector concreto. ¿Qué temas y áreas despiertan tu curiosidad y tu implicación con frecuencia?
5. ¿Qué te encantaría hacer si la vida te diese la oportunidad?
Hay muchos objetivos y expectativas pendientes. Y quedan en el ámbito de las ilusiones, deseos y propósitos sin concretar. ¿Pero qué te encantaría hacer si la vida te diese la oportunidad de desarrollarte como emprendedor? ¿Qué reto te encantaría asumir si las circunstancias fuesen propicias para ello? Pues bien, recuerda que el primero que debe creer en esa posibilidad eres tú mismo.
6. ¿Qué soluciones encuentras ante las excusas que te pones a ti mismo para no emprender?
El ser humano convive con la esencia de la contradicción en el plano personal y profesional. Desear algo no es sinónimo de llevarlo a cabo. Pero la renuncia constante puede producir un gran sufrimiento. La lista de excusas y pretextos puede ser interminable. ¿Cómo cambiar el discurso interior para poner el foco en la acción? Busca soluciones e ideas alternativas ante esos frenos que te pones a ti mismo para no emprender ahora o a corto plazo.
Por otra parte, sigue profundizando en el arte del autoconocimiento, aplicado a tu vida profesional, por medio de otras preguntas.