Es positivo que un emprendedor esté en contacto permanente con la realidad. La búsqueda de inspiración y la ampliación del conocimiento se alinean con diferentes experiencias vitales: viajar es una de las más importantes. ¿Por qué visitar nuevos destinos antes y después de montar un negocio? Te contamos qué puede aportarte el proceso si eres emprendedor o deseas llegar a serlo.
1. Identificar tendencias que triunfan en diferentes lugares
La esencia de cada lugar es única, sin embargo, puedes encontrar tendencias que se repiten en escenarios diferentes. Ideas que posicionan su oferta en distintos puntos de la geografía.
Del mismo modo, las calles más comerciales de ciudades y pueblos muestran un dinamismo constante. Un hecho que no solo se materializa con la apertura de nuevos establecimientos, sino también con el cierre de otros puntos de venta.
2. Cambiar la perspectiva de tu propia realidad
Un viaje educa la mirada por medio del encuentro con la novedad. La distancia respecto a la rutina habitual también transforma el enfoque desde el que contemplas tu entorno cotidiano. Y un cambio de perspectiva puede ser determinante para dar el paso de montar un negocio ahora o dentro de un breve plazo de tiempo.
Del mismo modo, la experiencia de un viaje vivido de manera consciente eleva el nivel de autoconocimiento. Una introspección que aporta recursos y herramientas a autónomos y emprendedores.
3. Descansar y aprender
El contexto del viaje ofrece la posibilidad de desconectar de ciertas obligaciones y responsabilidades. Pero el aprendizaje práctico y vivencial es inherente a la experiencia del propio viaje. El grado de implicación en un proyecto no significa estar permanentemente concentrado en el estudio de aspectos relacionados con la gestión, la dirección, la contabilidad, la organización, las ventas o el catálogo.
Algunos viajes pueden estar motivados por la asistencia a eventos profesionales. Otras escapadas pueden propiciar el descubrimiento de nuevas oportunidades de negocio. En definitiva, el viaje hace que te alejes de tu zona de confort. Este hecho no depende, únicamente, de la distancia. La propia actitud y la disposición personal son esenciales para observar, experimentar y encontrar ideas. El proceso también puede alimentar la interacción con nuevos contactos o la comunicación con proveedores especializados.
4. Gestión de la incertidumbre
Incluso cuando un viaje personal o profesional ha sido perfectamente planificado, surgen cambios e imprevistos que describen la filosofía propia de una escapada a otro lugar. Conviene no darlo todo por supuesto durante la realización de un viaje. El azar, la sorpresa, la casualidad y otros factores inesperados pueden hacer que modifiques o actualices el itinerario para adaptarlo a un nuevo contexto.
5. Creatividad
El desarrollo de la creatividad impulsa el éxito de una idea emprendedora. Es positivo que tu rutina cotidiana se amplíe con el descubrimiento de otras realidades. El viaje adquiere una mirada holística para quien emprende la ruta con un propósito.
La presencia en un lugar te permite aproximarte a la cultura, arte, tradiciones y vida comercial del entorno. Pues bien, la perspectiva creativa no solo es clave antes de montar un proyecto: necesitas potenciar esta capacidad después de abrir un negocio. El cambio adquiere una visibilidad añadida durante una escapada, especialmente, cuando visitas un destino por primera vez. Como sabes, es esencial que un emprendedor se familiarice con la naturaleza del cambio.
6. Desarrollo de habilidades prácticas
Al igual que ocurre con muchos viajes, la iniciativa emprendedora también puede posponerse. Sin embargo, la planificación de una escapada es clave para poner en acción numerosas habilidades y destrezas que son valiosas en el proceso de emprendimiento o en la gestión de un negocio.
En definitiva, emprender antes y después de montar un negocio es una excelente alternativa.