Generalmente, las grandes iniciativas de emprendimiento suelen contextualizarse en el mes de septiembre o en otros periodos del año. Es decir, tras el final de las vacaciones de verano, el rumbo de los proyectos sigue su ritmo habitual y los clientes también retoman hábitos y rutinas. Sin embargo, el verano también es un periodo de oportunidades a nivel académico, laboral y comercial. Así como muchas personas buscan un empleo para trabajar a partir de junio, algunos emprendedores deciden que sea en ese periodo del año cuando su negocio se presente ante el público. ¿Qué ventajas aporta emprender una idea en verano?
1. Factor sorpresa
Existen otros periodos del año en los que una iniciativa puede quedar eclipsada por otros acontecimientos. Ten en cuenta que la agenda de eventos o actividades es especialmente intensa en las ciudades grandes y pequeñas. El emprendimiento en verano, por el contrario, puede generar ese factor sorpresa que, por otra parte, gusta tanto a los potenciales clientes.
2. Preparación para evolucionar a partir de septiembre
Emprender un negocio en verano no significa que esa estación va a ser la definitiva en el éxito del proyecto, puesto que puede seguir creciendo a partir del otoño. Al menos, si la idea no tiene un componente únicamente estacional. Pero el periodo estival puede crear una base a partir de la que lograr otros objetivos de venta. El verano tiene un ritmo distinto en muchos sectores. Por ello, también es posible trabajar en el proyecto con más tranquilidad y hacer un seguimiento de los aspectos a mejorar.
3. Posibilidad de conectar con turistas y visitantes
El volumen de ventas en un negocio crece cuando conecta con nuevos perfiles de clientes. Pues bien, el propio contexto del emprendimiento en verano hace que una idea pueda despertar la curiosidad no solo de quienes viven en la zona, sino también de otras personas que descubren el destino durante un viaje de vacaciones. Los viajes en verano adquieren formas diferentes: en familia, con amigos, en pareja o en solitario.
4. Visibilidad
Como hemos mencionado, muchas empresas suelen desarrollar iniciativas importantes a partir del mes de septiembre. Por ello, aquellas acciones que se enmarcan durante el verano poseen una visibilidad especial ante el público objetivo. Y, como sabes, la visibilidad es una de las variables que influye en el éxito de un proyecto puesto que genera confianza ante la audiencia.
5. Aumenta el tiempo de ocio y el consumo
La realidad concreta de cada persona o de cada familia no está determinada únicamente por el contexto estival. Sin embargo, las vacaciones sí aumentan el tiempo de ocio y, en consecuencia, crece el consumo (y no solo durante un viaje). Por ello, ante el incremento de la demanda y la búsqueda de nuevas experiencias en el tiempo libre, la oferta adquiere un valor especial. Por ello, las nuevas iniciativas son tan positivas en el ámbito comercial.
6. Profesionales en búsqueda de nuevas oportunidades
¿Y qué ocurre cuando el emprendimiento requiere de la formación de un equipo multidisciplinar? Pues bien, es cierto que muchos profesionales viven su periodo de descanso durante esta etapa. Pero también puedes encontrar mucho talento si programas procesos de selección destinados a contratar a profesionales cualificados.
No solo porque aquellas personas que están en desempleo desde hace un tiempo quieren encontrar nuevas oportunidades de trabajo. Sino también porque otros profesionales, que quieren dar un cambio a su carrera, se enfocan en desarrollar nuevas estrategias.
Emprender en verano es una decisión muy personal, en consecuencia, hay que valorar el momento oportuno a partir de las características y necesidades que se contextualizan en dicho emprendimiento. Sin embargo, tampoco conviene caer en el error de creer que el periodo estival no es una época adecuada para iniciar un emprendimiento.