La llegada de la jubilación representa un punto de inflexión en la trayectoria laboral y en la biografía personal. Sin embargo, el final de una etapa profesional también tiene una repercusión directa en el negocio. ¿Cómo gestionar el cierre que está motivado por esta cuestión?
1. Plazos y fechas: planifica el momento
La percepción del tiempo suele cambiar durante los últimos meses de trabajo. En cualquier caso, es fundamental planificar el momento clave. Es decir, establece cuál es la fecha en la que, definitivamente, el proyecto se despide del público objetivo.
2. Valora otras alternativas al cierre
Con frecuencia, el cierre del proyecto se convierte en la única alternativa viable. Pero quizá sea posible encontrar otras posibilidades que den continuidad al esfuerzo realizado por el emprendedor que ahora se encuentra a las puertas de la jubilación. Si ese es tu caso, analiza la posibilidad de potenciar la vida del proyecto a través del relevo generacional. Por ejemplo, quizá sea posible gestionar el traspaso del local.
3. Hacer frente a cualquier posible deuda
El cierre del negocio genera unas consecuencias. Y es importante hacer frente a cualquier asunto pendiente. Por ejemplo, el emprendedor debe responder ante las posibles deudas pendientes para llevar a cabo el pago correspondiente.
4. Comunica la noticia a los empleados
El cierre de un proyecto implica de forma principal al profesional que, como responsable de la iniciativa, afronta una nueva rutina a partir de ese instante. Sin embargo, ese proyecto ha formado parte de la vida de muchos clientes que han depositado su confianza plena en el establecimiento. Es decir, han creado una familia en torno al nombre del negocio. En consecuencia, es esencial informar a los miembros del equipo de la noticia del cierre.
Y, también, es preciso respetar los derechos de los trabajadores. El cierre del negocio se convierte en causa de despido de forma objetiva. En este contexto, conviene recordar que los empleados también tienen derecho a recibir una indemnización. Antes de cerrar un proyecto definitivamente es importante valorar otras opciones, precisamente, porque tal vez sea posible que el equipo que ha formado parte del proyecto siga implicado en el negocio pero con un nuevo responsable al frente.
5. Despídete de los clientes
La noticia del cierre de un negocio por jubilación puede llegar a tener su repercusión en prensa. Especialmente, cuando el proyecto ha formado parte de la vida de un barrio durante muchos años. Ese adiós genera un impacto en un entorno amplio. Es decir, también tiene repercusión en la vida de los vecinos que han sido clientes del negocio (o pudieron llegar a serlo). Pues bien, en esta etapa de la vida laboral, es importante agradecer el apoyo recibido.
6. Gestionar los trámites para solicitar la jubilación
Durante cualquier etapa del emprendimiento, es habitual que los emprendedores cuenten con el asesoramiento de gestores para resolver dudas y acelerar trámites sin cometer errores. Pues bien, en este contexto se produce un paso clave: gestionar la solicitud de la jubilación para recibir el cobro de la pensión correspondiente tras los años cotizados.
7. Establece los objetivos de tu nueva vida y crea una rutina
La vida de un emprendedor que ha gestionado un emprendimiento ha girado, en gran medida, en torno a los horarios de su negocio. Y la jubilación trae el regalo del tiempo libre y el descanso. Sin embargo, no siempre es fácil afrontar ese proceso de adaptación, aunque resulte tan apetecible en apariencia. Es preciso que la persona viva su periodo de adaptación, cree un nuevo proyecto de vida y se implique en sus objetivos personales. Este puede ser el momento perfecto para disfrutar de las nuevas oportunidades.