No es fácil liderar un proyecto viable y rentable a largo plazo. De hecho, el fracaso es una de las experiencias que aporta una fuente de aprendizaje y crecimiento. ¿Cómo crear una empresa fuerte y resiliente?
1. Mentalidad de crecimiento en tiempos de crisis
Tener una visión de crecimiento en momentos de prosperidad es más fácil que mantener el optimismo en tiempos de crisis. Sin embargo, el responsable de un proyecto influye en su evolución potencial por medio de sus creencias y su mentalidad. En la mayoría de las ocasiones, no hay una única alternativa posible en el plano de la realidad.
2. Afrontar con valentía los retos pendientes
Existen pasos que son esenciales para que una entidad posicione su propuesta de valor. La transformación digital es uno de esos grandes retos que, en algunos casos, genera altas dosis de incertidumbre. No es recomendable aplazar durante mucho tiempo un proceso que resulta decisivo en la práctica para potenciar la resiliencia organizacional. La tecnología plantea nuevos escenarios: la inteligencia artificial es otro ejemplo a tener en cuenta.
3. Conectar con un propósito que impacta en el bien común
Una empresa puede cumplir diferentes propósitos durante su tiempo de vida. Aunque la rentabilidad y el beneficio son factores muy positivos, es esencial que el empresario ponga el foco en un objetivo que impacta de forma directa en el bien común.
Las acciones que fomentan el compromiso y el apoyo a causas sociales son un ejemplo de ello. Una entidad se fortalece cuando genera una huella valiosa en el entorno por medio de la creación de empleo, la mejora de la calidad de vida de los clientes o el cuidado de la naturaleza.
4. Asesoría empresarial para resolver cuestiones jurídicas
La realidad de una empresa es compleja. Agrupa cuestiones de naturaleza muy variada. Por ejemplo, algunas variables tienen un enfoque jurídico. Otros asuntos implican a los recursos humanos. El proceso de creación del proyecto es decisivo para su crecimiento posterior. Este debe asentarse sobre una base estable y firme. En consecuencia, el plan de acción debe ser viable desde el principio.
Pues bien, el asesoramiento empresarial es clave para tomar decisiones que se alinean con la realidad del proyecto. Por ejemplo, es posible buscar información especializada para decidir la forma jurídica o analizar diferentes fuentes de financiación.
5. Cultura empresarial fuerte y sólida: los valores son un ancla para la empresa
Una empresa no solo se fortalece con aquellos factores que son visibles en la organización. Más allá del logo, hay otros muchos aspectos que comunican información de valor sobre la resiliencia del proyecto. Una cultura empresarial fuerte es clave en una empresa que es coherente con sus principios y valores esenciales. El compromiso con la misión, la filosofía y la visión del proyecto es fundamental para que empleados y colaboradores perciban una imagen positiva de la entidad.
6. Plan de ahorro en la empresa para preparar el futuro
La fortaleza y la resiliencia de una organización van más allá de sus valores, la solidez del equipo, la cultura organizacional o un estilo de liderazgo que influye positivamente en los trabajadores. Los recursos materiales también forman parte de la realidad de un proyecto que puede prepararse para afrontar nuevos retos de futuro a través de una estrategia de ahorro.
7. Innovación abierta en la empresa: colaboración con agentes externos
La innovación es decisiva para nutrir el potencial de un proyecto. Y la innovación puede desarrollarse desde enfoques variados. En la actualidad, es recomendable que la entidad amplíe su perspectiva interna con las influencias y referencias que recibe del entorno. Es decir, la innovación abierta expande los límites de una organización a través del poder de la colaboración con otros agentes externos.