Cada historia de emprendimiento puede convertirse en una fuente de inspiración para otros profesionales. Cada relato vital es el reflejo de las decisiones, las acciones, los objetivos, los aciertos y los errores que dan forma a un proyecto personal. Sin embargo, aunque cada camino sea único y diferente en esencia, hay errores que se producen con frecuencia.
1. Bloqueos emocionales
Los límites en el emprendimiento no siempre se contextualizan en el entorno. Con frecuencia, se enmarcan en el interior. Así lo muestran aquellos bloqueos mentales o emocionales en los que el emprendedor puede permanecer estancado durante mucho tiempo (dando vueltas y vueltas a un asunto determinado).
2. Falta de recursos para emprender y dificultades para acceder a financiación
Más allá de la idea, que se presenta como una fuente de inspiración en el proceso de emprendimiento, esa iniciativa toma forma cuando se materializa en la realidad. De este modo, la falta de recursos para emprender es uno de los principales obstáculos que experimentan los profesionales en la actualidad. Un límite que se refleja, especialmente, en las dificultades para acceder a fuentes de financiación.
3. Atraer y fidelizar clientes
El emprendimiento se concreta en una estrategia realista. Dicho plan de acción puede poner el foco en distintos ámbitos del proyecto. Por ejemplo, el marketing es un ingrediente fundamental porque contribuye a la promoción de una iniciativa que avanza hacia el éxito cuando consigue atraer y fidelizar clientes. Sin embargo, la conexión con los potenciales compradores resulta compleja en momentos de desorientación y confusión.
4. Competencia online y offline
La competencia existente en la actualidad puede analizarse desde una doble perspectiva. Por una parte, supone una oportunidad para el asociacionismo y la colaboración en la lucha por conseguir objetivos comunes. Por otra parte, es una fuente de inspiración para lograr la excelencia. Sin embargo, el alto grado de competencia online y offline que existe en algunos sectores aporta un elevado nivel de exigencia en el proceso de emprendimiento.
5. Falta de formación en uno o varios ámbitos del negocio
Muchos profesionales se preguntan si es posible emprender un negocio sin tener experiencia previa o un alto nivel de formación. En relación con el conocimiento y el aprendizaje, conviene señalar que un proyecto reúne matices y áreas tan diversas que es habitual que el emprendedor experimente dudas, desorientación y desconocimiento en torno a uno o varios temas del proyecto: gestión, finanzas, normativa, recursos humanos…
6. Errores en el camino del emprendimiento
Los errores en el camino del emprendimiento son prácticamente inevitables. De hecho, son un reflejo de la valentía y la determinación profesional de quien tuvo la constancia de apostar por un objetivo viable. Sin embargo, no todos los fallos tienen el mismo impacto, dimensión o significado en el ámbito corporativo. Algunos fallos, de hecho, se repiten en diferentes momentos.
7. Variables que no se ajustan a la planificación previa
El arte de planificar se ha convertido en un auténtico desafío en un entorno tan cambiante como el actual. Evidentemente, en ningún contexto es posible predecir con el máximo nivel de acierto qué va a ocurrir en un periodo de tiempo determinado. Sin embargo, el reto existente en el presente se enmarca incluso en el corto plazo. Es decir, pueden ocurrir tantas cosas diferentes en unos días o semanas (que quizá haya que modificar el plan inicial).
8. Cansancio en emprendedores y autónomos
El proceso de emprendimiento es muy exigente en sí mismo. A veces, el negocio empieza a ocupar tanto tiempo en la vida del emprendedor que las cuestiones profesionales dejan en un segundo plano aficiones, planes con amigos, descanso… Sin embargo, el cansancio, cuando se prolonga durante semanas, puede impactar en la salud. Por ello, conviene prevenirlo o mitigarlo a través del autocuidado.