El consumo es un concepto vinculado al estilo de vida que gracias a incentivos como las tarjetas de fidelización, adquieren una mayor presencia en la vida del cliente. Es decir, las tiendas ofrecen la posibilidad de las tarjetas de fidelización para motivar a los clientes a que no sean únicamente compradores ocasionales. Algunas tiendas son un ejemplo de cómo integrar estas tarjetas en su plan de marketing. La tienda de cosmética y productos de belleza Yves Rocher ofrece a los miembros del club descuentos destacados en cada producto.
Beneficios de las tarjetas de videlización
A través de estas tarjetas, la empresa establece una relación emocional más directa con los clientes. Además, la mayoría de los clientes optan por esta tarjeta porque solo es necesario ofrecer unos datos personales para la suscripción. Estas tarjetas son semejantes a las de un carnet, están diseñadas en plástico o cartón. Generalmente, el cliente recibe unos beneficios concretos, por ejemplo, un regalo cuando ha acumulado un número de puntos determinado.
Y esta compensación se convierte en una motivación para el cliente que prefiere hacer sus compras en comercios que aportan este plus añadido. Cuando el cliente va a realizar su compra, presenta la tarjeta. Las tiendas informan de todas las novedades a través de catálogos especializados. La acumulación de puntos es directamente proporcional a la cuantía de la compra realizada.
Incentivar el consumo
A través de la tarjeta como un nexo, la tienda crea una comunidad de la que los clientes forman una parte activa. Y este medio es un incentivo para el consumo. La clave para fidelizar clientes no reside tanto en la tarjeta en sí misma sino en los beneficios que propone la empresa a partir de su utilización. Y esto depende de la filosofía de cada negocio y de los objetivos específicos.