La formación exigente también incrementa las posibilidades de éxito de un emprendedor que a mayor nivel de conocimiento, tiene una mayor perspectiva de su negocio pudiendo analizar el proyecto desde distintos puntos de vista. Es decir, la realización de un MBA es una inversión en conocimiento. Y este conocimiento es un impulso vital en el negocio. Otro de los beneficios de cursar un MBA es poder aprender de las enseñanzas de otros profesionales que ofrecen sus clases en el contexto del programa formativo y ejercen como mentores de los alumnos a través de la capacitación del talento.
Valores añadidos de un MBA
Los alumnos que participan en un MBA también ponen en práctica conocimientos prácticos que son importantes en un negocio y que no aparecen reflejados en el currículum: practicar las habilidades sociales, tomar la inicaitiva en el networking, consolidar la marca personal de acuerdo a la toma de decisiones específicas. Un MBA no garantiza el éxito definitivo de nadie, es solo un medio que puede ser importante en relación con el fin.
Mayor nivel de especialización
La realización de un MBA también puede ayudar al alumno a especializarse en un área en concreto. El grado de especialización también incrementa las posibilidades de éxito al montar un negocio. La formación ofrecida en un MBA es fundamentalmente práctica. Y este tipo de conocimiento es muy importante porque suele ser el punto débil de muchos alumnos que finalizan sus estudios universitarios con mucha base teórica pero con menos herramientas prácticas.
La verdadera clave del éxito de un emprendedor al realizar un MBA no depende tanto de la formación en sí misma como de su nivel de implicación en su propio proceso formativo ya que es la actitud la que permite obtener un mejor aprovechamiento de las clases. En el contexto de la clase, es un buen momento para comenzar a poner en práctica la actitud emprendedora.