El emprendimiento supone una inversión importante, por esta razón, puedes valorar diferentes fórmulas de financiación. Y una de ellas es el leasing, se trata de un contrato en el que quedan claramente especificados los derechos y obligaciones por ambas partes.
Este contrato de arrendamiento permite a quien alquila dicho local, la posibilidad de comprarlo una vez finalizado un periodo de tiempo determinado.
Ventajas de esta forma de arrendamiento
Desde este punto de vista, este tipo de contrato te ofrece la posibilidad de disfrutar del equipamiento de un local sin tener que hacer una inversión inicial alta. Pero también te permite tener en perspectiva la posibilidad de llegar a tener un local en propiedad en el futuro.
Durante este periodo de arrendamiento, puedes observar a partir de tu propia experiencia si este local se ajusta a tus expectativas personales. Una de las ventajas en esta etapa de emprendimiento es que el emprendedor minimiza el riesgo de endeudamiento en esta fase inicial.
En este tipo de contrato de alquiler con derecho a compra existen distintos factores. En primer lugar, el objeto del alquiler. En segundo lugar, el presupuesto. Y en tercer lugar, el tiempo de duración de ese acuerdo. El alquiler con opción a compra es una opción cada vez más frecuente, como consecuencia de los efectos que la crisis económica ha producido en el sector inmobiliario.
Aumento de la libertad financiera
Aunque el concepto de leasing se utiliza habitualmente para hacer frente al alquiler de vehículos, en realidad, también existe el leasing inmobiliario. Un sistema con una estructura de pagos que se ajusta a las necesidades del emprendedor. Un tipo de arrendamiento que puede ser recomendado para profesionales y autónomos que quieren contar con un servicio determinado en el desarrollo de su actividad. Este es un modo de financiar una compra a través de unos activos fijos.